GLORIA Y MISERIA DEL POMPIDOU. TEODORO LEÓN GROSS

GLORIA Y MISERIA DEL POMPIDOU
Trabajar en el Museo Pompidou después de presentar un curriculum donde se requería de dos a tres idiomas y formación superior, seis días a la semana, por 5 euros la hora... Tal vez eso debería agitar algo las conciencias. Al menos el dato podría servir para enfocar las cosas desde otros ángulos más allá de hacer la ola. Lo que distingue a los lugares más prósperos del mundo no es inaugurar un museo más o menos –eso está bien, claro– sino disfrutar de un alto nivel de bienestar, de riqueza colectiva. Dinamarca y tal. Esto podría funcionar como premisa: una sociedad próspera se construye con PIB, no con iconos. Como aquello de Costa de Marfil, donde se construyó una imponente réplica de San Pedro del Vaticano; la diferencia, claro, es tener detrás Roma o Yamusukru, capital de ese país que cuando no está en guerra civil es porque prepara la próxima guerra civil. Donde en un sitio refleja el poderío, en otro es megalomanía.

HAY HOMBRE QUE LUCHAN TODA LA VIDA. SERGIO RUIZ MATEO

EDUARDO GALEANO
Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.”
Eduardo Galeano es uno de esos hombres imprescindibles de los que habla Bertold Brech. Intelectual capaz de arremangarse la camisa, voz de los que apenas son escuchados, referente de la hoy vilipendiada izquierda, luchador incansable de la libertad y la democracia...difícil sería resumir en una frase el trabajo de toda una vida. Más aun lo sería catalogar su obra.

POR LO MENOS. JESÚS MARTÍN OSTIOS

POR LO MENOS
40 horas a la semana y de salario 920 euros netos. Pero por lo menos tengo trabajo. Te contratan un mes, te cortan y te vuelven a contratar, no llegas a los 1000 euros, pero por lo menos tengo trabajo… Son sólo dos ejemplos cercanos de lo que está pasando en el mundo laboral. Lo que hace unos años estaba mal visto, los mileuristas, se han convertido ahora en un objetivo inalcanzable para muchos. La diferencia es que han pasado 10 años y el precio de la vivienda, transporte, alimentación, ocio… sí ha subido, mientras los salarios no.  Flexibilidad laboral lo llaman. Esa es la reforma laboral que ha impuesto la Unión Europea a los diferentes gobiernos de España, ya sean del PSOE ya sean del PP.  En medio de todo esto queda el ciudadano que ve como un logro el por lo menos tener trabajo, aunque por el camino se hayan quedado muchos derechos.