LA FUNCIÓN POÉTICA Y LA COMUNICACIÓN LITERARIA. JAVIER BERMÚDEZ


LA FUNCIÓN POÉTICA Y LA COMUNICACIÓN LITERARIA (I).


El presente artículo es la primera parte de un acercamiento a la función poética del lenguaje a partir de las ideas de Fernando Lázaro Carreter, Francisco Javier Ávila y Ángel Luis Luján Atienza. Me propongo hacer una doble reflexión: por un lado, sobre la existencia y especificidad o no de la lengua literaria, y por otro sobre si el uso de esa lengua literaria da a la comunicación que ella establece unas particularidades que la distinguen de la comunicación que podríamos denominar estándar.

Fernando Lázaro Carreter reflexiona en su artículo sobre la poeticidad de la función poética o estética del lenguaje que postula Jakobson recorriendo el camino que llevó al formalista ruso desde el punto de vista funcionalista a la formulación de la función poética del lenguaje como un uso peculiar y distinto del lenguaje ordinario.

El profesor Lázaro Carreter reseña en su estudio los antecedentes de las propuestas de Jakobson hasta identificar los términos poeticidad, dominante y función poética a través de los estudios de formalistas como I. Tynianov, Jan Mukarovsky o Víctor Sklovskij quien, en palabras de Lázaro Carreter, “había afirmado que, en la literatura, se desautomatiza el lenguaje; todo cuanto sorprenda será útil instrumento para el artista, el cual logrará sus objetivos mediante el extrañamiento (ostranenie) y la complicación de la forma”.

Esta desautomatización que implica el extrañamiento y la complicación de la forma es, hasta cierto punto, puesta en duda por Luján Atienza en el segundo capítulo de su Pragmática cuando dice que se desconoce cuál es el lenguaje desautomatizado y la “comunicación habitual” de la que la literatura se apartaría o constituiría una excepción para proponer la literatura como la comunicación que mejor ejemplifica lo lingüístico del lenguaje.

Esta propuesta de estudio de la literatura desde la pragmática de la comunicación y la teoría de la relevancia es en cierto sentido un abandono de las teorías formalistas que postulan esa distinción o especificidad que puede haber ahondado, concretamente en el género lírico y en opinión de Luján Atienza, la brecha entre el polo de la emisión y el polo de la recepción. El poema necesitaría tanto “por saber” que con el tiempo solo unos pocos son los sabios elegidos que pueden acceder a la comunicación literaria en general y particularmente a la lírica.

El título del artículo de Lázaro Carreter preguntándose sobre si es poética la función poética es revelador y de suma importancia, ya que sin dejar de estar de acuerdo con la principal propuesta de Jakobson intenta ir más allá, en nuestra opinión, intentando dotar a la función poética o el uso poético y extrañado del lenguaje de más profundidad e importancia dentro del proceso comunicativo estándar u ordinario. La profundidad e importancia que entendemos de las palabras de Lázaro Carreter se deben a que comparte la opinión del mismo Jakobson en Bloomington sobre que el estudio lingüístico de la función poética no se acaba donde se acaba la poesía.

La especificidad en el uso del lenguaje (extrañamiento y complicación de la forma) de la función poética aparece en actos comunicativos no poéticos en los que es una función auxiliar, subsidiaria o accesoria en palabras del propio Jakobson. Sería una manera de reconocerle a la función poética una independencia de actuación y uso fuera de la comunicación exclusivamente literario-retórica, pudiendo aparecer la función poética sin intencionalidad artística y subordinada a otra u otras funciones más relevantes en una comunicación concreta.

Por lo tanto, la complicación de la forma en la comunicación puede no ser poética sino estar al servicio de otra función que quiera, a partir de la utilización de los emblemas poéticos de artificiosidad y complicación, producir otro efecto en el receptor.

De lo anterior, según Lázaro Carreter, se deduce que la existencia de la llamada función poética no sea permanente en algunas comunicaciones, ya que lo que hoy es un uso extrañado del lenguaje sin intención poética o preeminencia de dicha función en un texto concreto, sí puede serlo en otro momento para otros receptores, lo que nos llevaría a la cuestión de la recepción.

Pero también lo que ya venía apuntando sobre que la función poética no es exclusivamente poética ni distintiva, y que no se puede entender como la especificidad de la lengua literaria por aparecer como subsidiaria en muchos textos que no se entienden ni leen como literatura. El lenguaje literal utilizaría recurrencias, extrañamiento y complicación de la forma sin ánimo de continuidad, “destinado a perecer apenas la comunicación ha sido consumada” nos dice Lázaro Carreter, mientras que el lenguaje literario tiene la función poética o estructurante como especificidad y distinción máxima que hace al mensaje poder sólo ser entendido en y con esa estructura. Continuará...

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