La burla a la Educación
Desde el año 1996 que emprendí mi andadura por la enseñanza, ésta ha experimentado unas cuantas reformas y cambios educativos. Durante este tiempo se han aplicado normativas, que más tarde se han anulado y pasado unos años se han vuelto a aplicar, algo poco serio por parte de la Administración Educativa.
La legislación educativa que se pone en marcha, no le da tiempo a terminar su desarrollo cuando la propia Administración propone cambiarla. De hecho la propia LOE que se puso en funcionamiento el curso 2006-07 ya se está debatiendo hacer un Pacto de Educación y cambiarla, cuando aún no se ha terminado de aplicar.
Recuerdo perfectamente que en el año 2004 cuando salió la LOCE, me la leí, estuve intentando asimilar las novedades que aportaba, y poco después me encuentro con la sorpresa de que el nuevo gobierno la deroga. No es que critique que se derogue una ley, porque estoy convencido de que seguro en algunos casos puede ser necesaria anularla, lo que no me parece sensato es que durante un periodo de tiempo tan corto se cambien las leyes y cuando lo hagan no sea de forma consensuada. Los propios políticos reconocen que en materias de terrorismo, justicia, sanidad y educación, las leyes deberían ser pactadas y estar respaldadas por la gran mayoría de los grupos políticos. La LOE fue aprobada en el Congreso por un 55% de votos a favor, yo creo que con ese apoyo no se debe poner una ley de esa importancia en vigor, de hecho el tiempo me da la razón.
Por otro lado, cuando en los medios de comunicación se habla sobre educación, me fastidia mucho que los temas a destacar sean normalmente la Religión y Educación para la Ciudadanía, con todos mis respetos a esas materias, porque ¿qué pasa con las matemáticas, con la lengua española, con el inglés, con las ciencias o con la historia de España? De eso no hablamos, ¿por qué? ¡No lo entiendo!
Explíqueme cómo se piensa disminuir el fracaso escolar, como se quiere reforzar las materias instrumentales, como podemos tener un alumnado que esté preparado para acceder al Bachillerato, a la Formación Profesional o a la Universidad, explíqueme qué hago con el alumnado que aún estando obligado no quiere estudiar, no trae los libros, no obedece al profesorado… y después de aclararme estos puntos, me comentas qué quieres hacer con la Religión o con Educación para la Ciudadanía. El orden de prioridades para la Administración es probable que sea otro que el delo profesorado.
Otro tema que se está tratando es con respecto a la autoridad del profesorado, la mayoría de los sectores educativos coinciden que es muy importante dotar al profesorado de mayor autoridad en el aula, pero todavía no he escuchado nada sobre cómo se le podría dar esa autoridad, y me planteo ¿existe relación entre autoridad y poder? Hablando de este tema con algunos compañeros comentábamos ¿qué poder tendría un juez, si le quitas la guardia civil, la policía o si no pudiese condenar a prisión ni pudiese obligar a indemnizar? Probablemente el respeto que se le tendría a un juez sería muy distinto.
Por tanto mi conclusión en este sentido es que para dotar de mayor autoridad al profesorado es necesario darle mayor poder o al menos, ampliarle a los centros educativos los recursos sancionadores de los que puedan disponer. Por ejemplo, ahora mismo las sanciones posibles son bajarle la nota de una materia o suspendérsela, expulsar a un alumno de clase o expulsarlo del centro (como máximo un mes) y ya está, no hay más. Cuando un tutor o la directiva de un centro, cita a una familia y no asiste al centro, ¿qué haces?, ¿cómo le obligas a que venga?, sencillamente no puedes hacer nada.
Yo pienso que la responsabilidad es de los padres y por tanto en muchos casos a quien se tendría que sancionar es a los padres, si se pudiese multar a una familia por el comportamiento de su hijo, estoy convencido que la familia pondría mucho mayor empeño en que su hijo cambie su actitud y aproveche los estudios. Está claro que si la familia le da importancia a la educación redundará en mayor implicación del alumnado en las aulas. Por tanto, esa autoridad hay que concretarla y especificar en qué consiste, que no es fácil. No obstante, me temo que con este tema pasará como con tantos otros temas que al final se queda en nada.
Por último comentar uno de los mayores problemas que tiene la educación actual, el promocionar de curso sin aprobar ninguna asignatura. Me gustaría que alguien me pudiese explicar qué ventajas tiene para un alumno que no ha podido o no ha querido aprobar 1º de ESO en dos cursos consecutivos, se le promocione de curso y pase a 2º de a ESO. El trastorno social y psicológico que el niño pueda tener por repetir más de una vez un curso académico quizás no deba ser tan importante cuando vemos que en la práctica, los alumnos no presentan problemas de adaptación a los nuevos grupos, ni son marginados por sus compañeros, lo que ocurre es que ese alumno intenta sacar adelante un curso para el que no tiene base o simplemente no quiere
Para mí todo esto es una burla a la Educación.
Parece que todos estamos de acuerdo!
ResponderEliminarLa pena es que sólo nos estemos dando cuenta de estas verdades los que trabajamos con el "material" real de la educación,nuestros alumnos y alumnas, los que todavía creemos en ellos y pensamos que merecen el esfuerzo, la dedicación y la inversión de tiempo, dinero, administración, equipos educativos....
Me parece a mí que tendríamos que obligar a los ministros/as, consejeros/as, delegados/as de educación a que pasasen un día, sólo un día de clase con cualquier primerillo o segundillo... a ver si les parecía tan difícil de localizar los problemas y las posibles soluciones!
Los dos principales partidos políticos en España hablan de un gran pacto educativo, pero, ¿saben cuáles son los temas de debate en este gran pacto educativo? ¿La ratio? ¿el paso automático de curso? No. Lo que más se ha escuchado ha sido sobre educación para la ciudadanía. ¿Es ese el verdadero problema de la educación en España?
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