LOS SALARIOS DE LOS POLÍTICOS
SUELDOS, COMPLEMENTOS Y DESPILFARROS DE LOS POLITICOS EN ESPAÑA
Un diputado del Congreso cobra 3.126,52 € al mes de salario base a lo que hay que añadir 1.823,86 € si el parlamentario no fue elegido por Madrid y 870,56 € si es electo por Madrid. Es decir, que un diputado gallego en el Congreso cobra como mínimo 4.950 €, un sueldo que puede aumentar en función del trabajo que desempeña en la Cámara Baja.
Sus señorías tiene derecho a unos complementos en el caso de que pertenezcan a una mesa –hay 38–, que también varían en función del cargo que ocupa en ellas (presidente, vicepresidente, secretario, etc). También hay complementos en caso de ser portavoz de un grupo parlamentario (1.978 € en gastos de representación y 1.052 € de libre disposición).
Por ejemplo, el complemento del presidente por ser un miembro de mesa es de 3.605,38 € –superior al sueldo base, a lo que se añaden los gastos de representación (3.915,16 €) y de libre disposición (3.210,08 €).
En total, el presidente de una mesa en el Congreso dispone, entre sueldo base, indemnización y complementos, de 14.727,7 € al mes (si fue elegido por Madrid) y de 15.681 € al mes (si procede de fuera de Madrid).
* Las dietas quedan exentas del fisco (y no son bajas precisamente).
* En el caso de diputados y senadores, éstas suponen entre el 21% y el 31% de su remuneración total.
* El 49% del sueldo del parlamentario gallego no se declara.
ASÍ PUES CONSIDERAMOS QUE:
INDECENTE!! es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 €, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas (¿sabías que los diputados/senadores de otras provincias como tienen su trabajo en Madrid les pagamos entre todos los españoles sus alquileres de casas?), a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar.
INDECENTE!! es que vayan a las sesiones y a los plenos CUANDO LES DE LA GANA. Y después se quejan de absentismo laboral.....
INDECENTE!! es que un profesor, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE!! es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les
apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE!! es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
INDECENTE!! es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
INDECENTE!! es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados)
INDECENTE!! es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos y sindicatos peseteros, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
INDECENTE!! es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (ni cultural ni intelectual).
INDECENTE!! es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (los famosos aviones Falcon) y tarjetas de crédito por doquier.
Así mismo también nos gustaría transmitirle al Gobierno lo siguiente:
Dediquen su empeño en rebajar LA VERGÜENZA DEL FRAUDE FISCAL DE LA GENTE QUE SACA SU DINERO A PARAÍSOS FISCALES, que en España se sitúa alrededor del 23% del PIB (10 puntos por encima de la media europea) y por el que se pierden miles de millones de €, fraude que repercute en mayores impuestos para los ciudadanos honestos.
TENGAN LA VERGÜENZA de promover un Real Decreto (éste sí tendría sentido) para que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que Vds. les han dado para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos; en vez de facilitar el crédito a las familias y a las empresas, erradicar las comisiones por los servicios bancarios y que dejen de cobrar a los españoles más humildes 30.01€, cada vez que su menguada cuenta se queda sin saldo. Cosa que ocurre cada 1º de mes cuando les cargan las facturas de colegios, comunidades, telefonía, etc. y aún no les han abonado la nómina.
PONGAN COTO a los desmanes de las empresas de telefonía, ADSL, que ofrecen los servicios más caros de Europa y de peor calidad, así como las subidas desmesuradas del precio de la gasolina (como sus señorías tiene un coche que les han puesto los españoles con chófer y guardaespaldas...),
Compañías Eléctricas, Gas, etc.
ELIMINEN las subvenciones a los sindicatos mayoritarios: 240.000.000 € (40.000.000.000 de las antiguas pesetas). Es una barbaridad!!! ¿para qué y por qué? . Que se subvencione a través de sus afiliados. Y las subvenciones a los partidos políticos mayoritarios: 24.000.000 € -PP- (4.000.000.000 de las antiguas pesetas), igualmente que sea financiados a través de sus afiliados.
ELIMINEN los traductores en el senado. Cada minuto de traducción nos cuesta 168 €. ESTO ES EL COLMO, todos nos entendemos en la lengua de Cervantes.
HAGAN que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero equivalente a los perjuicios que han causado al erario público con su mala gestión o/y sus fechorías, y endurezcan el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para ellos.
... Y POR ÚLTIMO Más necesario es un REFERÉNDUM cuando pretendan privatizar algo que ES DE TODOS LOS ESPAÑOLES. ¿quién les ha dado permiso? ¿Nos han preguntado? Telefónica, Repsol, Endesa, Seat y ahora, la joya de la corona: AENA.
Y la solución es bajar el sueldo a los funcionarios..... ¡tiene cojones!
Doña Leire Pajín, ha tomado posesión de su puesto como senadora, en virtud del acuerdo al que han llegado Psoe y Pp (para que te fies de los políticos). A partir de dicho momento la Sra. Pajín , pasará a disfrutar lo que comúnmente se denomina economía -más que- sostenible y así a hacer los primeros ensayos de futura ley.
Pero vayamos por partes. Pajín, cada mes, cobrará
• su sueldo como senadora................................................. 5.500 €/mes
• su sueldo como secretaria de organización del Psoe........................................................ 6.500 €/mes
• su ¡¡¡ Indemnización !!!! como ex-secretaria de Estado de cooperación *.......................................................... 7.000 €/mes
• dietas ................................................ 1.800 €/mes
• TOTAL ............................................. 20.800 €/mes
• TOTAL ANUAL...................................... 291.000 €/año
* este cargo lo abandonó en julio, pero mantendrá esta indemnización durante 2 años (como cualquier trabajador, vamos).
Y esto en plena CRISIS en España con 5 Millones de PARADOS.
Donde cientos de miles de trabajadores cobran el SALARIO MÍNIMO de 624 €/mes (8.736 €/año) Y donde más de 8 millones de personas están bajo el umbral de la POBREZA.
¿Esta es la política del servicio público y del bien común?
¿O la España del pelotazo y la corrupción legal?
ESTO REVENTARÁ POR ALGÚN LADO
ESTO TIENE QUE REVENTAR POR ALGÚN LADO
Esto tiene que reventar por algún lado. ES UNA VERGÜENZA. Con esta frase acabó la conversación que tuve ayer con una conocida: se celebra en Lérida una feria de entidades solidarias, de nombre, "Solidárium". Allí me encontré ayer con una conocida, en un stand de una "ONG", local dedicada a la atención de inmigrantes.
Esta persona me confesó que está un poco quemada con el tema porque hay muchísimo fraude y muchísima picaresca por parte de muchos inmigrantes a la hora de abusar y saquear los servicios sociales públicos y, sobre todo, muchísima irresponsabilidad por parte de los responsables de esos servicios sociales públicos a la hora de controlar la entrega de subsidios y pagos.
Me lo explicó con un ejemplo reciente de un caso que ella lleva personalmente: "Mi ONG se dedica a formar laboralmente a mujeres inmigrantes, a asesorar, acompañar a los inmigrantes a los servicios sociales públicos para recabar recursos y subsidios. Llevo el caso de una familia marroquí, un matrimonio con tres niños de seis, siete y ocho años. El hombre lleva tres años sin trabajar. Ella no trabaja, salvo esporádicas y "negros" trabajos domiciliarios. Todo lo que vas a oír, está comprobado personalmente por mí.
Hace unos días le ofrecemos a ella un trabajo legal, asegurada en la Seguridad Social, 1000 euros limpios al mes por cinco horas por las tardes para acompañar a una mujer anciana y sola adinerada. El trabajo sólo consiste en hacerle compañía y acompañarla a pasear. La respuesta de la morita fue ésta: “no”, no lo quiero, porque ya tengo la seguridad social y los medicamentos gratis, y porque perderíamos ayudas y subsidios de la Generalidad de Cataluña y del ayuntamiento; si es en "negro", sí que lo quiero, pero en "blanco", no.
Mi indignación subió a límites desconocidos porque, primero, ¿cómo es posible qué cinco personas sin trabajo y sin cotizar tengan los medicamentos gratis si eso sólo lo tienen los jubilados españoles? Además, te voy a relatar qué es lo que recibe esta familia: -Cobra él 500 euros de la Generalidad de paga "social" mensual desde hace año y medio (cuando dejó de cobrar el paro y el subsidio de los 420 euros del INEM)
-Cobran 750 euros mensuales a cambio de escolarizar a los niños, los niños tienen la plaza escolar gratis (lógico, pues es un colegio público, pero no hay que olvidar que eso cuesta una pasta a la Administración) y ¡comen los tres niños en el colegio! pudiendo ir a comer a casa porque sus papás no trabajan y porque el colegio está a 100 metros de su hogar; el coste mensual para la Generalidad de las tres plazas de comedor son 900 euros mensuales, 300 euros por niño.
- El ayuntamiento les paga 450 euros mensuales para el alquiler del piso. Por cierto, el matrimonio tiene coche propio y ordenador e internet en casa (el ayuntamiento paga mensualmente la factura de internet de esa familia).- El ayuntamiento les da 400 euros mensuales para ser canjeados por comida en los supermercados Plus.
- El ayuntamiento les paga las facturas mensuales de calefacción (gas, 150 euros mensuales de media), luz y agua. - Los niños han gozado de gratuidad total en plaza y comedor en los parvularios municipales mientras eran infantes.- Los niños han tenido gratis todos los enseres y alimentos infantiles hasta los 3 años (papillas, pañales, carrito-bebé...).
- Además, esta familia acude con regularidad a entrega de alimentos (banco de alimentos) del ayuntamiento y diversas parroquias, además de las entregas de nuestra propia ONG. Y, por cierto, uno de los niños se ha lesionado hoscamente en el colegio, pues en vez de llevar al niño cada día al servicio público de rehabilitación -como hacemos todos-, pues los padres están sin trabajo y, lógicamente, tendrían tiempo (y coche) para ello, pues no, la Generalidad les manda cada día a casa un rehabilitador (una empresa subcontratada, que le debe costar una pasta a la Generalidad).
-Esos niños van a un cursillo extraescolar de fútbol por las tardes que se lo paga, también, la Generalidad, 350 euros mensuales por los 3 niños. Esa actividad extraescolar la pagan de su bolsillo la mayoría de padres ("indígenas") del colegio citado.
- El padre de esa familia se lesionó cuando trabajaba en la construcción (¡lleva 3 años en paro!) y se le prescribió una faja lumbar ortopédica a medida, su coste: 450 euros. La Seguridad Social paga 350 euros de esa faja a todo españolito, pero el resto lo tiene que poner el enfermo. Pues el morito se fue al ayuntamiento y consiguió los 100 euros restantes para ser pagados en la ortopedia. Le acompañé yo, como intermediaria.
Amigo, saca la calculadora y suma lo que reciben estas gentes en dinero, en especie y lo que cuestan cada mes en gasto público. La ruina.
Todo lo que te he narrado lo sé a ciencia cierta porque yo llevo, en parte, la atención a esta familia (y a muchas otras, demasiadas). Sólo te digo una cosa, para acabar: esto tiene que reventar, esto es insostenible. Entiendo perfectamente que la Generalidad y el ayuntamiento estén en la bancarrota, aunque nos lo ocultan.
¿Te has enterado que han cerrados UVIs en el Hospital Arnau y han cerrado plantas de hospitalización como la de Nefrología porque no hay dinero?...
PUNTUALIZANDO AL BORBÓN. CARLOS TENA
Puntualizando al Borbón. Publicado en Rebelión
Ni he visto, ni oído el latazo borbónico de Nochebuena, pero sí leído parte de los solemnes y reales despropósitos que el monarca acostumbra a soltar por las fauces, cada vez que el calendario de la programación de las cadenas de radio y tv señalan el 24 de diciembre.
No me hacen falta más datos que los comentarios de decenas de diarios o las reacciones de algunos miembros de partidos políticos de ámbito autonómico o estatal, para saber qué dijo el sucesor y ahijado de aquel genocida llamado Francisco Franco. Cada año, Juan Carlos se supera a sí mismo, como encerrado en un delirio donde zumban como avispas cabreadas frases que solo un enemigo de la cordura podría pergeñar.
Una de las alusiones que dejó caer como si fuera una felicitación navideña pintada de falsa firmeza, fue aquella en la que exhortaba a los ciudadanos a desterrar el desánimo y levantar la cabeza ante la crisis, como si él o los miembros de su familia corriesen la misma suerte que los currantes de UPS, la Sanidad pública, los pensionistas o los funcionarios de la comunidad murciana. La desfachatez sin límite de este multimillonario al que le llegan de nuestro bolsillo, cada año, nueve millones de euros, para que se los gaste en trajes, regalos y buen champagne, es de las que claman al firmamento por inoportuna y desvergonzada.
Pero también destacan las ausencias voluntarias, tan necesarias como la de alentar a los vascos a que apuesten por el proceso de paz que inició la izquierda abertzale, y que apoyan no sólo cientos de miles de ciudadanos que no viven o trabajan en Euskadi, sino decenas de partidos políticos, asociaciones civiles, sindicatos y ayuntamientos. Para el momio, acabar con el terrorismo es una coletilla tan burda como estúpida; lo que no dijo es si se refería al que proclama, jalea y anima Felipe González, como cuando su Mister Hyde salía de las sombras como Señor X, junto a sus Galindos, Barrionuevos, Corcueras y demás carroña, afirmando que de haber podido habría hecho volar a todos los etarras. Tamaño disparate le hacen al sevillano candidato idóneo al Premio Nobel de la Insensatez. Apología del terrorismo de estado, aplaudida en las sedes de Fuerza Nueva y la Fundación Francisco Franco, en el redil de Federico Jiménez Losantos, Rosa Díez y Fernando Savater.
El Rey de esta España neo franquista ha preferido darse una ducha de estulticia, bañarse en la piscina de la sandez en sesión continua y balbucear, como es habitual en este palabrero remendón, toda suerte de tópicos sin tacha ni freno. Ha demostrado ser todo un Borbón, especie que debería extinguirse de la faz de la tierra sin que la naturaleza hiciera otra cosa que alegrarse.
Creo que estoy utilizando un lenguaje poco edulcorado, así que doy paso a algunas de las declaraciones habidas en estas fechas para con el personaje en cuestión, no sea que Conde Pumpido decida mi procesamiento por injurias, desacato, improperios, denuestos, blasfemias y lujuria republicana. Y es que hay veces que uno no encuentra freno…
El coordinador de IU, Cayo Lara, bastante más suave que quien firma estas líneas, asegura que el latazo estaba vacío de contenido y ha asegurado que con sus palabras, el monarca se ha posicionado frente al pueblo y a favor de los poderosos y responsables de las crisis.
El neoliberal Josu Erkoreka, portavoz del PNV en Las Cortes, puntualizaba la omisión clamorosa sobre la sentencia del Tribunal Constitucional en el tema del estatuto catalán y ha destacado la referencia inédita al Príncipe, hecha en clave inequívocamente sucesoria. O sea, mirando el dedo del que señala el cielo y silbando Desde Santurce a Bilbao con cara de Patxi López.
Por su parte, merece la pena denunciar la tibieza del secretario general de ERC, Joan Ridao quien, en la mejor línea monárquica y contemplativa, se limitó a decir que la unidad que pide el Rey es muy difícil de lograr. Los militantes del partido catalán deberían, ya mismo, pedir la dimisión del tal Ridao y de toda la cúpula del otrora partido republicano y de izquierdas. Algo parecido podríamos sugerir a los amigos y socios del gallego BNG, cuyo portavoz nacional, Guillerme Vázquez, no hizo otra cosa que subirse a la escalera de la charlatanería, se detuvo, no subió, pero tampoco descendió.
Un poco más de coraje, una miaja tan solo, demostraba Aralar, a través de su vicecoordinador Jon Abril, quien definió el coñazo real como una retahíla de palabras vacías, señalando que el gasto anual de la casa borbónica es una auténtica burrada. Opinión corroborada por el portavoz de la Presidencia de Ezker Batua, Serafín Llamas. Ni corto ni perezoso aseguró que él no tiene interés alguno en el mensaje, hasta que se anuncie la disolución de la Monarquía y quede inaugurada la Tercera República Española, o que resulta muy cínico solidarizarse con las personas a las que más afecta la crisis sentado cómodamente en su trono, mientras a la familia real no le afecta absolutamente nada ni la coyuntura económica ni cualquier otra contingencia relacionada con el mercado.
El secretario general del PCE, José Luis Centella, critica que el Rey obvie medidas para que los débiles no paguen la crisis. A través de un comunicado, el dirigente comunista consideró que la alusión del monarca a la necesidad de alcanzar acuerdos, hacer reformas y contener el déficit, supone olvidarse de la necesidad de que se apliquen medidas que eviten que la crisis la sigan pagando los trabajadores.
Y un detalle final, digno de Cantiflas, se produjo cuando el Borbón pedía más sacrificios para dejar a nuestros hijos y nietos un país cada vez mejor... Naturalmente se refería a los suyos. Y se le notó hasta en el énfasis.
El mensaje real fue pues todo un ejemplo de cómo debe rebuznar un monarca, pegadito al Belén, a la Banca privada, al buey, la mula y a sus colegas los Reyes Magos y sus Camellos. Sobre todo junto a estos últimos
LA VERGÜENZA DE OCCIDENTE. JESÚS MARTÍN OSTIOS
LA VERGÜENZA DE OCCIDENTE
Una oleada de revoluciones ha estallado por todo el Norte de África y se extiende hacia los países del Próximo Oriente. El foco fue Túnez. A ella le siguieron Egipto, Bahrein, Argelia, Yemen… y amenazan con extenderse a otros lugares.
¿Qué hace la Unión Europea ante la masacre que está llevando a cabo Gadafi en Libia? Lamentablemente no hace nada. Por qué? Intereses económicos, España, Italia y Holanda son algunos de los países con importantes acuerdos económicos y comerciales con Libia. A todo esto Gadafi, Mubarak y otros visitaban los países europeos con todos los honores de Estado. En nuestro caso concreto, regalaba a Aznar dos caballos, mientras que Zapatero lo recibía en la Moncloa donde el líder libio montaba su haifa y, mientras, el rey llama a Hassam II de Marruecos su hermano del alma.
Mientras los países de la Unión Europea se reúnen hoy 23 de Febrero para solucionar el problema, perdón, para solucionar su problema, y ¿cuál es su problema? Su problema es la llegada masiva de inmigrantes. No las muertes que se están produciendo en Libia ante lo que lo único que hemos encontrado son declaraciones de condena muy débiles.
¿Qué hace EEUU? Recular y esperar a ver si la cosa se calma. Lo mismo que Europa. ¿Qué hizo EEUU cuando descubrió que Sadan Husseim tenía supuestamente armas de “destrucción masiva”. Invadió Iraq con la excusa de acabar con la Dictadura. Curioso que lo descubriera tan tarde. En nombre de la libertad, los derechos humanos y toda esa parafernalia que tan bien queda decir, Estados Unidos intervino en Iraq para acabar con la dictadura. Pero, ¿qué son los regímenes del norte de África? Dictaduras. ¿Por qué ahí no hay intervención? No interesa económicamente. ¿Por qué en Iraq si? Porque Saddan Hussein se negó a acatar las órdenes de la Casa Blanca. El propio Gadafi sufrió un bombardeo en su propio palacio por parte de Estados Unidos y desde entonces las relaciones entre ambos mejoraron, no así los derechos sociales de la población libia.
¿Qué vamos a hacer? Vamos a hacer como les pasó a los españoles hace 60 años cuando tuvieron que cruzar la frontera de los Pirineos y fueron asentados por el gobierno francés en campos de concentración como el de Arlés donde la situación no era precisamente beneficiosa. O vamos hacer como hicimos con los judíos cuando todos los países europeos sabían lo que estaba haciendo Hitler con el pueblo judío y no intervino hasta última hora y cuando lo hizo fue para crear un nuevo estado judío y crear un nuevo problema al ubicar este territorio en zona árabe. Esas son las soluciones que ofrece el mundo occidental. Y las que no. Y mientras tanto, Gadafi señala que si hace falta irá casa por casa aniquilando a los insurgentes. Para Europa eso será bueno pues supondrá venta de armas y más dinero y sobre todo, que Gadafi respete nuestros contratos comerciales.
A Europa no le conviene un cambio, ¿por qué no? Hay miedo de que los pueblos que se han levantado pidiendo derechos elijan algo diferente a lo que le interesa a Europa y por lo tanto las relaciones comerciales tan beneficiosas para Europa deban ser renegociadas. Esa es la gran realidad de lo que está pasando y de la indiferencia de Europa.
Yo rezo, a pesar de mi ateísmo, porque algún día ese levantamiento del pueblo magrebí se extienda a Europa y a lo mejor así cambiamos el mundo que tenemos. Aunque me temo que aquí la protesta la tenemos para el café de mediodía.
Una oleada de revoluciones ha estallado por todo el Norte de África y se extiende hacia los países del Próximo Oriente. El foco fue Túnez. A ella le siguieron Egipto, Bahrein, Argelia, Yemen… y amenazan con extenderse a otros lugares.
¿Qué hace la Unión Europea ante la masacre que está llevando a cabo Gadafi en Libia? Lamentablemente no hace nada. Por qué? Intereses económicos, España, Italia y Holanda son algunos de los países con importantes acuerdos económicos y comerciales con Libia. A todo esto Gadafi, Mubarak y otros visitaban los países europeos con todos los honores de Estado. En nuestro caso concreto, regalaba a Aznar dos caballos, mientras que Zapatero lo recibía en la Moncloa donde el líder libio montaba su haifa y, mientras, el rey llama a Hassam II de Marruecos su hermano del alma.
Mientras los países de la Unión Europea se reúnen hoy 23 de Febrero para solucionar el problema, perdón, para solucionar su problema, y ¿cuál es su problema? Su problema es la llegada masiva de inmigrantes. No las muertes que se están produciendo en Libia ante lo que lo único que hemos encontrado son declaraciones de condena muy débiles.
¿Qué hace EEUU? Recular y esperar a ver si la cosa se calma. Lo mismo que Europa. ¿Qué hizo EEUU cuando descubrió que Sadan Husseim tenía supuestamente armas de “destrucción masiva”. Invadió Iraq con la excusa de acabar con la Dictadura. Curioso que lo descubriera tan tarde. En nombre de la libertad, los derechos humanos y toda esa parafernalia que tan bien queda decir, Estados Unidos intervino en Iraq para acabar con la dictadura. Pero, ¿qué son los regímenes del norte de África? Dictaduras. ¿Por qué ahí no hay intervención? No interesa económicamente. ¿Por qué en Iraq si? Porque Saddan Hussein se negó a acatar las órdenes de la Casa Blanca. El propio Gadafi sufrió un bombardeo en su propio palacio por parte de Estados Unidos y desde entonces las relaciones entre ambos mejoraron, no así los derechos sociales de la población libia.
¿Qué vamos a hacer? Vamos a hacer como les pasó a los españoles hace 60 años cuando tuvieron que cruzar la frontera de los Pirineos y fueron asentados por el gobierno francés en campos de concentración como el de Arlés donde la situación no era precisamente beneficiosa. O vamos hacer como hicimos con los judíos cuando todos los países europeos sabían lo que estaba haciendo Hitler con el pueblo judío y no intervino hasta última hora y cuando lo hizo fue para crear un nuevo estado judío y crear un nuevo problema al ubicar este territorio en zona árabe. Esas son las soluciones que ofrece el mundo occidental. Y las que no. Y mientras tanto, Gadafi señala que si hace falta irá casa por casa aniquilando a los insurgentes. Para Europa eso será bueno pues supondrá venta de armas y más dinero y sobre todo, que Gadafi respete nuestros contratos comerciales.
A Europa no le conviene un cambio, ¿por qué no? Hay miedo de que los pueblos que se han levantado pidiendo derechos elijan algo diferente a lo que le interesa a Europa y por lo tanto las relaciones comerciales tan beneficiosas para Europa deban ser renegociadas. Esa es la gran realidad de lo que está pasando y de la indiferencia de Europa.
Yo rezo, a pesar de mi ateísmo, porque algún día ese levantamiento del pueblo magrebí se extienda a Europa y a lo mejor así cambiamos el mundo que tenemos. Aunque me temo que aquí la protesta la tenemos para el café de mediodía.
MATRIA, PATRIA Y FRATRÍA. TOMÁS MORALES CAÑEDO.
MATRIA, PATRIA Y FRATRÍA
Sócrates se sentía orgulloso de ser hijo de un escultor (Sofronisco) y de una partera o comadrona (Fenaretes). Solía decir que él había heredado, seguido, continuado con el oficio de sus padres, con una pequeña (o grande diferencia). Mientras su padre esculpía en piedra el cuerpo, en sus estatuas, de varones, él (Sócrates) esculpía el alma de los jóvenes, unos adolescentes con la mente aún moldeable, con la mollera todavía no muy dura, y que estaban en situación de ser así o de otra manera. Moldear, darle forma al alma, hacer que fueran justos, honrados, inteligentes, solidarios,… ya que, sólo así, si querían ser gobernantes de la ciudad, pudieran conducir a ésta a la prosperidad, haciendo de ella una sociedad justa.
Igualmente decía haber seguido el oficio de su madre, partera o comadrona, pero, igualmente, con una pequeña (o grande diferencia). Mientras su madre asistía sólo a mujeres, parturientas, él, Sócrates, asistía a varones; y en vez de ayudarle a que saliera el niño del vientre materno, como hacía su madre, él ayudaba a que saliera la verdad de la mente de los varones. Su madre no metía al niño en el vientre de la madre, ya estaba allí, sólo ayuda a que salga.
Igualmente yo, Sócrates, no enseño la verdad a los jóvenes, no se la meto en sus mentes (“yo no soy un sofista”). La verdad ya está allí, “la verdad es innata”, pero está cubierta, tapada, enterrada, y yo, Sócrates sólo les ayudo a que la descubran, la destapen, la desentierren. Si la vía de salida del niño es el canal uterino, la vía de que se muestre la verdad, es el método socrático, llamado, precisamente, “mayéutica” (el arte de dar a luz, de alumbrar).
Si su madre es “partera”, porque es la que “parte”, la que “corta” el cordón umbilical con el que estaba el niño unido a ella o “comadrona”, la que coopera para que la parturienta para bien y sea madre. La comadrona es como una madre en segundo plano porque, aunque ella no pare, sin ella, quizá, la parturienta no pariera y no podría ser madre. Igualmente yo, Sócrates, ayudo a que los jóvenes “paran”, alumbren, la verdad.
Si la comadrona es “el paso obligado” para que el niño salga, felizmente, “de”… e ingrese “en”… Igualmente el “filósofo” es el ayudante que pone al joven en el camino de su autonomía. Todos nosotros deberíamos saber quién fue la partera de nuestra madre, porque ella es nuestra “matrona”.
¿Por qué todos sabemos quién fue nuestra “madrina” (versión cristiana) y no sabemos quién fue nuestra “matrona” (versión laica, biológica, vital? ¿No es más importante “vivir” que “asegurarse de que vas a vivir cristianamente”?. Si mi madre -dice Sócrates- ayuda a que la criatura salga del “claustro materno”, le corte el lazo de unión, se independice, biológicamente, de la madre e ingrese en el “claustro social”, yo, Sócrates, ayudo a que los jóvenes salgan de la tutela paterna, se independicen de la autoridad, dejen de considerar verdad lo que los superiores han dicho que es verdad y que ellos comiencen, siendo libres, quedando liberados de la tutela de la autoridad, comiencen a pensar por sí mismos, porque la verdad está dentro de ellos, pero a las autoridades les interesa la sumisión, la obediencia, la dependencia.
Sócrates es un Kant, 2.200 años antes que Kant, que también les está gritando a los jóvenes “Sapere Aude”, “atrévete a pensar por ti mismo”, “libérate de los tutores, tanto religiosos como intelectuales”, muestra, saca, esa verdad que llevas dentro.
LA MATRIA, PATRIA Y FRATRÍA
¡Qué nueve meses en la matriz, en la MATRIA. Es más y mucho mejor que el Edén. La madre le proporciona a su niño más que Dios a nuestros primeros padres. Si, en el Paraíso, Adán y Eva lo tenían todo y no tenían más que cogerlo, en la matria no tiene ni que cogerlo, la madre se lo da incluso antes de que surja la necesidad. Se lo da todo y por anticipado.
Ni hambre, ni sed, ni cansancio, ni frío, ni calor, ni esfuerzo. Nadando en ese líquido amniótico que lo envuelve, en posición fetal, la posición a la que. ya de mayores, solemos acudir cuando nos acurrucamos en la cama y sentimos frío, como si inconsciente y freudianamente, añorásemos la matria.
¿Quién no ha visto la imagen del feto, nadando y con el dedo metido en la boca, “chupándose el dedo”?. Ese gesto debe ser la prueba del algodón de la felicidad. Es lo que solemos echar en cara a quien nada hace y vive sin preocupación, “Tú no puedes seguir así, mano sobre mano, chupándote el dedo”.
Eso es lo que todos hicimos en la matria y eso es lo que no te dejan hacer en la patria. Y tras la Matria interna, esa otra primera Matria externa, la niñez. ¿Tendremos que darle la razón a Rilke cuando dice que “la verdadera patria del ser humano es la infancia”? La matria es el canon del desprendimiento, es la muestra absoluta de la donación total, sin correspondencia, no la necesita, ella no pide nada a cambio.
Durante los nueve meses que van desde el depósito de la simiente hasta el nacimiento, pasando por todo el desarrollo tanto embrionario como fetal, la madre es donación absoluta sin dejar de ser ella. Cuando, sin verlo, lo siente y cuando, ya fuera, lo ve tan indefenso, tan expuesto.
La PATRIA, en cambio, sería el útero social. Nada más nacer la partera (actualmente bien la matrona o el ginecólogo) te recogen de la salida y te depositan en la Sociedad.
No es igual “nación” que “patria”. La “nación” es el lugar o el país en que se ha nacido. Todos los vivientes, quieran o no quieran, tienen una nación, porque todos tienen que haber nacido en algún lugar. Otra cosa es que te sientas ligado a esa “nación” por vínculos fundamentalmente afectivos.
En la “nación” se nace, a la “patria” se la ama. No coinciden necesariamente. A uno lo pueden haber nacido en el lugar no deseado. Un viaje al extranjero y la parturienta se pone de parto, y pare.
Nadie puede renunciar a su nación, a su nacimiento, pero sí puede uno imaginarse a alguien que no ame ese lugar, o que no sienta afecto por ninguno, por ejemplo, el apátrida. La patria también puede ser de adopción. Yo suelo decir que soy “castellano de nacimiento, andaluz de adopción y malagueño de vocación”.
El contenido que yo le doy al término FRATRÍA, no es el que le da el diccionario.
Dice el D. de la R.A.E. que “fratría” es:
1.- Entre los antiguos griegos, subdivisión de una tribu que tenía sacrificios y ritos propios.
2.- (bio), Conjunto de hijos de una pareja.
(“Frater-is”, en latín, es “hermano”, por lo que la fratría sería el conjunto de los fratres, de los hermanos, la “hermandad”).
3.- Sociedad íntima, hermandad, cofradía.
Entiendo por “FRATRÍA” a la especie humana, a la humanidad entera, sin discriminación de tipo alguno, ya que todos somos/debemos ser hermanos desde el momento en que “todos los hombres somos esencialmente iguales (no desiguales) aunque seamos distintos (no idénticos)”.
Si los Derechos Humanos son universales es porque todos pertenecemos a la especie humana, aquello en lo que todos coincidimos. (Me opongo, pues, a los derechos fundamentados en la distinción, derechos humanos por ser distintos (por ser homosexuales, por ser negros, por ser cristianos, por ser mujer, por ser vasco…).
Con “FRATRÍA” quiere decir lo mismo que algunos filósofos griegos cuando afirmaban “ser ciudadanos del mundo”, no ciudadanos de una ciudad concreta, sino que la única ciudad fuera la tierra.
Si la Matria es el origen y ella nos da la vida, la Patria (entendida como Sociedad) es la que cuida de nuestro desarrollo, de nuestro crecimiento adecuado, mientras que la Fratría sería la Meta a la que llegar.
“La MATRIA nos nace, la PATRIA nos hace, la FRATRIA nos ennoblece, nos perfecciona, nos eleva a una categoría superior de hombre.
Si apenas éramos un apéndice de la Matria, dependientes de ella por una cadena umbilical, nos hicimos independientes en la Patria para, finalmente, estar pendientes de todos los hombres.
Algo que suelo repetir “nos nacen hombres, nos hacen humanos, nos hacemos personas”
Desde (1) el “no puedo”, desde la dependencia total, desde el ámbito de la necesidad, desde el no ver, al (2) ámbito de la libertad, de la independencia, del “sí puedo”, del ver el presente, del atender al aquí y al ahora, para desembocar en (3) “debo”, el ámbito de la moral, del compromiso, del mirar al futuro y ver realizada la utopía de la unificación de la especie humano.
Desde el “yo” al “nosotros” y, desde aquí, al “todos”.
La cuarta pregunta kantiana:“qué me está permitido esperar” ha sido interpretada, por muchos filósofos, en clave religiosa, como perteneciente al ámbito de la religión y que tiene que ver con “el más allá” de esta vida.
Creo que esta pregunta podría entenderse adecuadamente si introdujésemos el término-concepto “racional” y la cuarta pregunta quedaría así: “qué me está permitido, racionalmente, esperar” y ya no quedaría encadenada a la religión sino a la historia, al futuro, al más allá del ahora, pero aquí.
Esto conllevaría el tener que justificar las acciones, si me dirigen o me desvían de la meta a la que llegar. Estamos hablando ya no sólo de acciones individuales (mías) sino también, y sobre todo, de acciones sociales (nuestras), para poder ser calificadas de morales o inmorales.
Desde el “agradecimiento” a la Matria y la “cooperación” con la Patria a la “solidaridad” de la Fratría.
Necesitamos, ya, ser personas que vean más allá del momento y piensen más allá de la época en que estamos instalados. Necesitamos borrar las separaciones que hasta ahora nos han caracterizado. Barreras geográficas, políticas, ideológicas, raciales, nacionalistas, sexuales,…y reunificar a la especie humana, como una, respirando el mismo aire, el de la solidaridad, el de la Fraternidad.
Si ha existido y existe el “amor fraterno”, el amor entre hermanos, procedentes de una misma pareja, ¿por qué no el “amor fraternal” entre todos los que formamos la misma especie, la “especie humana”?.
Dice Ortega que “amar una cosa es estar empeñado en que exista”. ¿Por qué no amar esa “u-topía” para que deje de ser “u-topía” y se convierta en “tópica”, en una realidad existente?
Quizá haya llegado la hora de realizar esa gran Utopía: que GAIA sea la gran MATRIA, desde la PATRIA de las naciones, reinando la FRATRÍA.
El nuevo paraíso terrenal pero, esta vez, no donado, no dado gratuitamente, sino paso a paso, codo con codo, entre todos conquistado.
Sócrates se sentía orgulloso de ser hijo de un escultor (Sofronisco) y de una partera o comadrona (Fenaretes). Solía decir que él había heredado, seguido, continuado con el oficio de sus padres, con una pequeña (o grande diferencia). Mientras su padre esculpía en piedra el cuerpo, en sus estatuas, de varones, él (Sócrates) esculpía el alma de los jóvenes, unos adolescentes con la mente aún moldeable, con la mollera todavía no muy dura, y que estaban en situación de ser así o de otra manera. Moldear, darle forma al alma, hacer que fueran justos, honrados, inteligentes, solidarios,… ya que, sólo así, si querían ser gobernantes de la ciudad, pudieran conducir a ésta a la prosperidad, haciendo de ella una sociedad justa.
Igualmente decía haber seguido el oficio de su madre, partera o comadrona, pero, igualmente, con una pequeña (o grande diferencia). Mientras su madre asistía sólo a mujeres, parturientas, él, Sócrates, asistía a varones; y en vez de ayudarle a que saliera el niño del vientre materno, como hacía su madre, él ayudaba a que saliera la verdad de la mente de los varones. Su madre no metía al niño en el vientre de la madre, ya estaba allí, sólo ayuda a que salga.
Igualmente yo, Sócrates, no enseño la verdad a los jóvenes, no se la meto en sus mentes (“yo no soy un sofista”). La verdad ya está allí, “la verdad es innata”, pero está cubierta, tapada, enterrada, y yo, Sócrates sólo les ayudo a que la descubran, la destapen, la desentierren. Si la vía de salida del niño es el canal uterino, la vía de que se muestre la verdad, es el método socrático, llamado, precisamente, “mayéutica” (el arte de dar a luz, de alumbrar).
Si su madre es “partera”, porque es la que “parte”, la que “corta” el cordón umbilical con el que estaba el niño unido a ella o “comadrona”, la que coopera para que la parturienta para bien y sea madre. La comadrona es como una madre en segundo plano porque, aunque ella no pare, sin ella, quizá, la parturienta no pariera y no podría ser madre. Igualmente yo, Sócrates, ayudo a que los jóvenes “paran”, alumbren, la verdad.
Si la comadrona es “el paso obligado” para que el niño salga, felizmente, “de”… e ingrese “en”… Igualmente el “filósofo” es el ayudante que pone al joven en el camino de su autonomía. Todos nosotros deberíamos saber quién fue la partera de nuestra madre, porque ella es nuestra “matrona”.
¿Por qué todos sabemos quién fue nuestra “madrina” (versión cristiana) y no sabemos quién fue nuestra “matrona” (versión laica, biológica, vital? ¿No es más importante “vivir” que “asegurarse de que vas a vivir cristianamente”?. Si mi madre -dice Sócrates- ayuda a que la criatura salga del “claustro materno”, le corte el lazo de unión, se independice, biológicamente, de la madre e ingrese en el “claustro social”, yo, Sócrates, ayudo a que los jóvenes salgan de la tutela paterna, se independicen de la autoridad, dejen de considerar verdad lo que los superiores han dicho que es verdad y que ellos comiencen, siendo libres, quedando liberados de la tutela de la autoridad, comiencen a pensar por sí mismos, porque la verdad está dentro de ellos, pero a las autoridades les interesa la sumisión, la obediencia, la dependencia.
Sócrates es un Kant, 2.200 años antes que Kant, que también les está gritando a los jóvenes “Sapere Aude”, “atrévete a pensar por ti mismo”, “libérate de los tutores, tanto religiosos como intelectuales”, muestra, saca, esa verdad que llevas dentro.
LA MATRIA, PATRIA Y FRATRÍA
¡Qué nueve meses en la matriz, en la MATRIA. Es más y mucho mejor que el Edén. La madre le proporciona a su niño más que Dios a nuestros primeros padres. Si, en el Paraíso, Adán y Eva lo tenían todo y no tenían más que cogerlo, en la matria no tiene ni que cogerlo, la madre se lo da incluso antes de que surja la necesidad. Se lo da todo y por anticipado.
Ni hambre, ni sed, ni cansancio, ni frío, ni calor, ni esfuerzo. Nadando en ese líquido amniótico que lo envuelve, en posición fetal, la posición a la que. ya de mayores, solemos acudir cuando nos acurrucamos en la cama y sentimos frío, como si inconsciente y freudianamente, añorásemos la matria.
¿Quién no ha visto la imagen del feto, nadando y con el dedo metido en la boca, “chupándose el dedo”?. Ese gesto debe ser la prueba del algodón de la felicidad. Es lo que solemos echar en cara a quien nada hace y vive sin preocupación, “Tú no puedes seguir así, mano sobre mano, chupándote el dedo”.
Eso es lo que todos hicimos en la matria y eso es lo que no te dejan hacer en la patria. Y tras la Matria interna, esa otra primera Matria externa, la niñez. ¿Tendremos que darle la razón a Rilke cuando dice que “la verdadera patria del ser humano es la infancia”? La matria es el canon del desprendimiento, es la muestra absoluta de la donación total, sin correspondencia, no la necesita, ella no pide nada a cambio.
Durante los nueve meses que van desde el depósito de la simiente hasta el nacimiento, pasando por todo el desarrollo tanto embrionario como fetal, la madre es donación absoluta sin dejar de ser ella. Cuando, sin verlo, lo siente y cuando, ya fuera, lo ve tan indefenso, tan expuesto.
La PATRIA, en cambio, sería el útero social. Nada más nacer la partera (actualmente bien la matrona o el ginecólogo) te recogen de la salida y te depositan en la Sociedad.
No es igual “nación” que “patria”. La “nación” es el lugar o el país en que se ha nacido. Todos los vivientes, quieran o no quieran, tienen una nación, porque todos tienen que haber nacido en algún lugar. Otra cosa es que te sientas ligado a esa “nación” por vínculos fundamentalmente afectivos.
En la “nación” se nace, a la “patria” se la ama. No coinciden necesariamente. A uno lo pueden haber nacido en el lugar no deseado. Un viaje al extranjero y la parturienta se pone de parto, y pare.
Nadie puede renunciar a su nación, a su nacimiento, pero sí puede uno imaginarse a alguien que no ame ese lugar, o que no sienta afecto por ninguno, por ejemplo, el apátrida. La patria también puede ser de adopción. Yo suelo decir que soy “castellano de nacimiento, andaluz de adopción y malagueño de vocación”.
El contenido que yo le doy al término FRATRÍA, no es el que le da el diccionario.
Dice el D. de la R.A.E. que “fratría” es:
1.- Entre los antiguos griegos, subdivisión de una tribu que tenía sacrificios y ritos propios.
2.- (bio), Conjunto de hijos de una pareja.
(“Frater-is”, en latín, es “hermano”, por lo que la fratría sería el conjunto de los fratres, de los hermanos, la “hermandad”).
3.- Sociedad íntima, hermandad, cofradía.
Entiendo por “FRATRÍA” a la especie humana, a la humanidad entera, sin discriminación de tipo alguno, ya que todos somos/debemos ser hermanos desde el momento en que “todos los hombres somos esencialmente iguales (no desiguales) aunque seamos distintos (no idénticos)”.
Si los Derechos Humanos son universales es porque todos pertenecemos a la especie humana, aquello en lo que todos coincidimos. (Me opongo, pues, a los derechos fundamentados en la distinción, derechos humanos por ser distintos (por ser homosexuales, por ser negros, por ser cristianos, por ser mujer, por ser vasco…).
Con “FRATRÍA” quiere decir lo mismo que algunos filósofos griegos cuando afirmaban “ser ciudadanos del mundo”, no ciudadanos de una ciudad concreta, sino que la única ciudad fuera la tierra.
Si la Matria es el origen y ella nos da la vida, la Patria (entendida como Sociedad) es la que cuida de nuestro desarrollo, de nuestro crecimiento adecuado, mientras que la Fratría sería la Meta a la que llegar.
“La MATRIA nos nace, la PATRIA nos hace, la FRATRIA nos ennoblece, nos perfecciona, nos eleva a una categoría superior de hombre.
Si apenas éramos un apéndice de la Matria, dependientes de ella por una cadena umbilical, nos hicimos independientes en la Patria para, finalmente, estar pendientes de todos los hombres.
Algo que suelo repetir “nos nacen hombres, nos hacen humanos, nos hacemos personas”
Desde (1) el “no puedo”, desde la dependencia total, desde el ámbito de la necesidad, desde el no ver, al (2) ámbito de la libertad, de la independencia, del “sí puedo”, del ver el presente, del atender al aquí y al ahora, para desembocar en (3) “debo”, el ámbito de la moral, del compromiso, del mirar al futuro y ver realizada la utopía de la unificación de la especie humano.
Desde el “yo” al “nosotros” y, desde aquí, al “todos”.
La cuarta pregunta kantiana:“qué me está permitido esperar” ha sido interpretada, por muchos filósofos, en clave religiosa, como perteneciente al ámbito de la religión y que tiene que ver con “el más allá” de esta vida.
Creo que esta pregunta podría entenderse adecuadamente si introdujésemos el término-concepto “racional” y la cuarta pregunta quedaría así: “qué me está permitido, racionalmente, esperar” y ya no quedaría encadenada a la religión sino a la historia, al futuro, al más allá del ahora, pero aquí.
Esto conllevaría el tener que justificar las acciones, si me dirigen o me desvían de la meta a la que llegar. Estamos hablando ya no sólo de acciones individuales (mías) sino también, y sobre todo, de acciones sociales (nuestras), para poder ser calificadas de morales o inmorales.
Desde el “agradecimiento” a la Matria y la “cooperación” con la Patria a la “solidaridad” de la Fratría.
Necesitamos, ya, ser personas que vean más allá del momento y piensen más allá de la época en que estamos instalados. Necesitamos borrar las separaciones que hasta ahora nos han caracterizado. Barreras geográficas, políticas, ideológicas, raciales, nacionalistas, sexuales,…y reunificar a la especie humana, como una, respirando el mismo aire, el de la solidaridad, el de la Fraternidad.
Si ha existido y existe el “amor fraterno”, el amor entre hermanos, procedentes de una misma pareja, ¿por qué no el “amor fraternal” entre todos los que formamos la misma especie, la “especie humana”?.
Dice Ortega que “amar una cosa es estar empeñado en que exista”. ¿Por qué no amar esa “u-topía” para que deje de ser “u-topía” y se convierta en “tópica”, en una realidad existente?
Quizá haya llegado la hora de realizar esa gran Utopía: que GAIA sea la gran MATRIA, desde la PATRIA de las naciones, reinando la FRATRÍA.
El nuevo paraíso terrenal pero, esta vez, no donado, no dado gratuitamente, sino paso a paso, codo con codo, entre todos conquistado.
AZNAR SABÍA SALIR DE LA CRISIS. JESÚS CACHO
PUBLICADO EN EL CONFIDENCIAL
http://www.elconfidencial.com
En abril de 2009, José María Aznar (JMA) publicó sus recetas (España puede salir de la crisis, Ed. Planeta) para superar el trauma que nos aflige. Una revista dominical de gran tirada le entrevistó el 12 de abril de dicho año: “XLSemanal ha acompañado a Aznar a EE.UU. durante sus cursos de política internacional en Harvard y contó con su colaboración para una exclusiva sesión de fotos en la que posó con su nuevo perro, un labrador llamado Sam, nombre que, según explica, eligieron sus nietos. Aznar se mostró especialmente distendido y satisfecho tanto con su actual vida como con la que tuvo en Moncloa.
El ex presidente no sólo ofrece recetas para acabar con la recesión. También habla de Bush, Obama, Rato y hasta de la actividad política de su mujer, Ana Botella. De aquella etapa, y dadas las actuales circunstancias, destaca la labor de sus excelentes asesores económicos”. Don José María tuvo a bien complacer a Planeta sometiéndose a un incómodo road show por media España para promocionar el libro. Ruedas de prensa por doquier. En ninguna, sin embargo, quiso revelar su secreto. Había que comprar el libro: “Yo sé cómo salir de la crisis”.
Y a fe que lo sabía. Los españoles lo supimos el martes, cuando El Confidencial, en rigurosa exclusiva, desveló que el ex presidente del Gobierno había sido contratado por la empresa pública italiana Enel, propietaria de Endesa, para asesorar en España a su presidente, Borja Prado Eulate, a cambio de 200.000 euros anuales, que serán 300.000 si le añadimos el bonus, o 50 millones de las antiguas pesetas. En realidad hace tiempo que sospechábamos que JMA sabía cómo sacar de la crisis a su familia.
En junio de 2006, News Corporation, el holding propiedad del australiano Rupert Murdoch, dueño de diarios como The Wall Street Journal y The Times, además de cadenas de TV como CNBC y Fox News, anunció la entrada del líder del PP en su Consejo, empleo por el que en 2009 recibió unos 220.000 dólares (100.000 en efectivo y 120.000 en acciones). Un año antes había sido contratado como asesor por el prívate equity Centaurus Capital. En realidad, la actividad de Aznar como conseguidor ha sido febril desde su salida del Gobierno. La consultora Faznartella (familia Aznar-Botella) ganó en su último ejercicio fiscal 445.417 euros, un 8% más que en 2008. Las cuentas de la empresa, que en 2009 facturó 620.732 euros, muestran que disponía de 310.772 euros en caja; 917.000 en inversiones financieras a largo plazo, y otros 458.000 a corto.
Endesa asegura haber contratado a Aznar para que “le oriente en su estrategia Latinoamérica”, una zona donde lo que básicamente tiene el bigotes son enemigos. Tan mostrencas razones han merecido el visto bueno de gran parte de los medios de comunicación hispanos. La verdad, sin embargo, es muy otra. Borja Prado es, además de capo de Endesa por voluntad de Enel, presidente en España de Mediobanca, primer grupo financiero e industrial italiano que aquí se dedica, entre otras cosas, a asesorar a la constructora ACS en su asalto a Iberdrola. Prado y Florentino Pérez, su íntimo amigo, son cabeza del que se ha convertido ya en el gran grupo de presión español de la segunda década del siglo XXI, un eje en torno al cual giran, entre otros, la familia March, los cajeros Isidro Fainé (La Caixa) y Rodrigo Rato (Caja Madrid), el inefable Del Rivero (Sacyr) y el financiador de casi todos ellos, Emilio Botín.
La columna vertebral de ese grupo, la formada por el dúo Pérez-Prado, ha logrado pingües ventajas del Gobierno socialista de Zapatero. En la perspectiva, más que plausible, de un cambio de poder en Moncloa, el grupo necesita protegerse ante la eventualidad de un Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Esa es la tarea que los Pérez-Prado han encomendado a Aznar: protección. Tráfico de influencias a gran escala. Corrupción al por mayor.
Esa protección incluye la defensa ante el futuro Gobierno de la cuenta de resultados de Endesa. Nada habría que objetar si el susodicho hubiera sido contratado por un fabricante de máquina herramienta de Llodio, una cadena de tiendas de moda de Arteixo, o un exportador de productos cárnicos de Aracena. Lo que no es aceptable es que el aludido ponga su red de influencias al servicio de empresas (todas las utilities -gas, electricidad, teléfono, autopistas y concesionarias en general-) cuyos ingresos dependen de decisiones administrativas, cuya cuenta de resultados vive de la tarifa que fija el Gobierno de turno, por no hablar del chollo de las subvenciones a las energías renovables. Ahí está la corrupción. Ese es el escándalo.
El Partido Popular como rehén de Aznar
En realidad hace tiempo que en la calle Génova tildan la actividad profesional de JMA como de “simple comisionista”. Como tal se comportó con motivo de la llamada “enmienda Florentino”, escandalosa decisión del Gobierno Zapatero que, de la noche a la mañana, acabó con los blindajes societarios que limitaban el derecho de voto al 10% del capital para favorecer el asalto de ACS a Iberdrola. En tan señalada ocasión, el popular se dedicó, como empleado de Pérez, a llamar personalmente a diputados del PP para que apoyaran la enmienda del Gobierno. Nadie sabe si JMA sigue o no en nómina de ACS. El presidente del Real Madrid le ofreció no hace mucho entrar en la directiva del Club, honor que rechazó el aludido, pero cada día es más frecuente verle en el palco del Bernabéu, antesala de todas las vergüenzas patrias.
Para mantener su estatus -60.000 euros por conferencia al dejar el Gobierno, cifra ahora reducida a la mitad-, el ex presidente necesita mantener al PP como una especie de rehén. Como presidente de la Fundación FAES, JMA es el perro que ha mordido presa y no está dispuesto a soltarla, porque del control, real o supuesto, del partido de la derecha española depende algo tan elemental como su caché presente y futuro, sus emolumentos. Un caso de corrupción integral basado en la inextricable mezcla de política y negocios que distingue la vida pública española desde la muerte de Franco. Así, este fin de semana ha participado en León en la I Cumbre del PP en el Exterior, abriendo, en su calidad de presidente de honor, el turno de intervenciones. El sujeto acaba de presidir el II Congreso del partido en Estados Unidos y la Convención de Colombia. Nadie se acuerda de llamarle desde la calle Génova para invitarle a este tipo de eventos. Más aún: si se enteran de que él estará de cuerpo presente, unos y otros procuran escurrir el bulto y salir de estampida.
No importa. JMA se sobra y se basta para no dejar pasar una. Su tarjeta de visita, su calidad como door opener en un futuro Gobierno Rajoy radica precisamente en hacer bien visible su patronazgo dentro del PP y en recordar que fue su delicado índice quien colocó a Rajoy donde está, de modo que malo será que este adusto Rajoy, en apariencia tan poco bizcochable, se atreva a negarme cualquier favor que me ocurra pedirle. Malo será que se oponga incluso a una eventual fusión futura entre Endesa e Iberdrola, una vez el señor Pérez haya conseguido desalojar a Sánchez Galán de la presidencia de la eléctrica, con lo cual el sector eléctrico español pasaría a estar controlado por el Estado italiano. Tan equívoco comportamiento no es obstáculo para que nuestro Franquito, convertido en un factor de permanente desestabilización –caso reciente de Álvarez Cascos- para el PP y el propio Rajoy, se suba un día sí y otro también al púlpito de FAES para, con su voz aflautada, repartir entre la feligresía de derechas lecciones gratis de ética privada y moral pública, clases magistrales que suelen incluir arengas como la que el viernes formuló en León: “Tenemos que pedir a los españoles un mandato para cambiar las cosas, no sólo para estar en el Gobierno”. ¿Cambiar qué, Josemari…?
La “calidad de nuestra democracia” según María Emilia Casas
Los mismos argumentos valen para el caso del ex presidente peneuvista Josu Jon Imaz, colocado por Repsol al frente de su filial vasca Petronor, y naturalmente para Felipe González y su reciente fichaje por Gas Natural. Un puesto de consejo de la gasista conlleva una remuneración de 168.000 euros anuales, que pueden sobrepasar los 250.000 si se forma parte de alguna comisión, lo que sin duda ocurrirá con FG. ¿Explicación? Ninguna. “Felipe no tiene nada que hacer en Argelia, porque todas sus amistades están en Marruecos”, aseguran fuentes del sector energético. “Tras la sentencia del Tribunal de París, a GN no le queda más alternativa con Sonatrach que pagar o pagar”.
Las malas lenguas dentro del PSOE sugieren que el sevillano, con nueva compañera a la que gusta visitar las tiendas de Ortega y Gasset, no tiene suficiente con los emolumentos que recibe del mexicano Carlos Slim. Al menos que se sepa, ni González ni Aznar han tenido el gesto de decencia personal de renunciar a la percepción de los 80.000 euros anuales que como ex presidentes reciben del erario público. Semejante comportamiento explica que nuestros parlamentarios, ante la grave crisis de futuro que amenaza las pensiones de los españoles, hayan decidido blindar las suyas haciendo que sean suficientes siete años de cotización para percibir la pensión máxima. ¿Qué interés puede tener esta casta en regenerar nuestra democracia y acabar con el Sistema de Corrupción en que vivimos, cuando todo son ventajas para ella? Mientras tanto, el país, sumido en la mayor crisis económica de su historia, asiste en silencio al espectáculo.
Me escribe mi amigo JP, titulado por la Comercial de Deusto: “Harto estoy de tanto comportamiento indecente. Me da pena reconocerlo, pero los españoles sólo nos hemos molestado (lo que el Gobierno ha aprovechado para sacar a pasear a los militares) por la huelga de los controladores durante el puente de la Constitución. Nos pueden tocar las pensiones, los sueldos, los impuestos directos e indirectos; nos pueden subir los precios y freír a multas y tasas varias… hasta pueden tocarnos los cojones. Pero, eso sí, que no nos jodan el puente de diciembre, porque hay que conocer mundo. No sé por qué, pero me huelo que, tras años de tragar y tragar mansamente, esto pueda estallar de repente de esa forma tan española que tienen las cosas de estallar de repente, como han estallado, por cierto, en Grecia o en Túnez…”
La presidenta del Constitucional, María Emilia Casas, se despidió el miércoles de su cargo con un discurso en el que criticó a la clase política por “el notorio retraso de más de tres años en la renovación del Tribunal”. Para Casas, el desprecio de los plazos por el Parlamento supone “un incumplimiento grave de la Constitución, que perjudica la calidad de nuestra democracia”. La calidad de nuestra pobre democracia quedó seriamente perjudicada cuando usted, señora, aguantó a pie firme el chorreo que en plena tribuna y a pie de calle le echó la entonces vicepresidenta Fernández de la Vega. La calidad de nuestra doliente democracia queda masacrada por la conducta de unos ex presidentes que se dedican a hacer dinero con el tráfico de influencias a favor de empresas que contratan con el Estado. El TC se dispone a elegir esta semana nuevo presidente, siquiera provisional.
Y puede que como los dos candidatos favoritos, los magistrados Manuel Aragón y Pascual Sala, están enfrentados, triunfe la opción de un tercero en discordia, el abogado Eugeni Gay, un hombre que tuvo papel estelar en la sombra en el célebre episodio por el cual el TC, intervención del Rey Juan Carlos mediante, concedió el amparo a los famosos Albertos, evitando así que fueran a la cárcel a pesar de haber quedado probado que habían estafado a sus socios de Urbanor. Gay sería, por eso, la guinda que coronaría el pastel de la degradación del Tribunal Constitucional y de nuestra mancillada democracia.
http://www.elconfidencial.com
En abril de 2009, José María Aznar (JMA) publicó sus recetas (España puede salir de la crisis, Ed. Planeta) para superar el trauma que nos aflige. Una revista dominical de gran tirada le entrevistó el 12 de abril de dicho año: “XLSemanal ha acompañado a Aznar a EE.UU. durante sus cursos de política internacional en Harvard y contó con su colaboración para una exclusiva sesión de fotos en la que posó con su nuevo perro, un labrador llamado Sam, nombre que, según explica, eligieron sus nietos. Aznar se mostró especialmente distendido y satisfecho tanto con su actual vida como con la que tuvo en Moncloa.
El ex presidente no sólo ofrece recetas para acabar con la recesión. También habla de Bush, Obama, Rato y hasta de la actividad política de su mujer, Ana Botella. De aquella etapa, y dadas las actuales circunstancias, destaca la labor de sus excelentes asesores económicos”. Don José María tuvo a bien complacer a Planeta sometiéndose a un incómodo road show por media España para promocionar el libro. Ruedas de prensa por doquier. En ninguna, sin embargo, quiso revelar su secreto. Había que comprar el libro: “Yo sé cómo salir de la crisis”.
Y a fe que lo sabía. Los españoles lo supimos el martes, cuando El Confidencial, en rigurosa exclusiva, desveló que el ex presidente del Gobierno había sido contratado por la empresa pública italiana Enel, propietaria de Endesa, para asesorar en España a su presidente, Borja Prado Eulate, a cambio de 200.000 euros anuales, que serán 300.000 si le añadimos el bonus, o 50 millones de las antiguas pesetas. En realidad hace tiempo que sospechábamos que JMA sabía cómo sacar de la crisis a su familia.
En junio de 2006, News Corporation, el holding propiedad del australiano Rupert Murdoch, dueño de diarios como The Wall Street Journal y The Times, además de cadenas de TV como CNBC y Fox News, anunció la entrada del líder del PP en su Consejo, empleo por el que en 2009 recibió unos 220.000 dólares (100.000 en efectivo y 120.000 en acciones). Un año antes había sido contratado como asesor por el prívate equity Centaurus Capital. En realidad, la actividad de Aznar como conseguidor ha sido febril desde su salida del Gobierno. La consultora Faznartella (familia Aznar-Botella) ganó en su último ejercicio fiscal 445.417 euros, un 8% más que en 2008. Las cuentas de la empresa, que en 2009 facturó 620.732 euros, muestran que disponía de 310.772 euros en caja; 917.000 en inversiones financieras a largo plazo, y otros 458.000 a corto.
Endesa asegura haber contratado a Aznar para que “le oriente en su estrategia Latinoamérica”, una zona donde lo que básicamente tiene el bigotes son enemigos. Tan mostrencas razones han merecido el visto bueno de gran parte de los medios de comunicación hispanos. La verdad, sin embargo, es muy otra. Borja Prado es, además de capo de Endesa por voluntad de Enel, presidente en España de Mediobanca, primer grupo financiero e industrial italiano que aquí se dedica, entre otras cosas, a asesorar a la constructora ACS en su asalto a Iberdrola. Prado y Florentino Pérez, su íntimo amigo, son cabeza del que se ha convertido ya en el gran grupo de presión español de la segunda década del siglo XXI, un eje en torno al cual giran, entre otros, la familia March, los cajeros Isidro Fainé (La Caixa) y Rodrigo Rato (Caja Madrid), el inefable Del Rivero (Sacyr) y el financiador de casi todos ellos, Emilio Botín.
La columna vertebral de ese grupo, la formada por el dúo Pérez-Prado, ha logrado pingües ventajas del Gobierno socialista de Zapatero. En la perspectiva, más que plausible, de un cambio de poder en Moncloa, el grupo necesita protegerse ante la eventualidad de un Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Esa es la tarea que los Pérez-Prado han encomendado a Aznar: protección. Tráfico de influencias a gran escala. Corrupción al por mayor.
Esa protección incluye la defensa ante el futuro Gobierno de la cuenta de resultados de Endesa. Nada habría que objetar si el susodicho hubiera sido contratado por un fabricante de máquina herramienta de Llodio, una cadena de tiendas de moda de Arteixo, o un exportador de productos cárnicos de Aracena. Lo que no es aceptable es que el aludido ponga su red de influencias al servicio de empresas (todas las utilities -gas, electricidad, teléfono, autopistas y concesionarias en general-) cuyos ingresos dependen de decisiones administrativas, cuya cuenta de resultados vive de la tarifa que fija el Gobierno de turno, por no hablar del chollo de las subvenciones a las energías renovables. Ahí está la corrupción. Ese es el escándalo.
El Partido Popular como rehén de Aznar
En realidad hace tiempo que en la calle Génova tildan la actividad profesional de JMA como de “simple comisionista”. Como tal se comportó con motivo de la llamada “enmienda Florentino”, escandalosa decisión del Gobierno Zapatero que, de la noche a la mañana, acabó con los blindajes societarios que limitaban el derecho de voto al 10% del capital para favorecer el asalto de ACS a Iberdrola. En tan señalada ocasión, el popular se dedicó, como empleado de Pérez, a llamar personalmente a diputados del PP para que apoyaran la enmienda del Gobierno. Nadie sabe si JMA sigue o no en nómina de ACS. El presidente del Real Madrid le ofreció no hace mucho entrar en la directiva del Club, honor que rechazó el aludido, pero cada día es más frecuente verle en el palco del Bernabéu, antesala de todas las vergüenzas patrias.
Para mantener su estatus -60.000 euros por conferencia al dejar el Gobierno, cifra ahora reducida a la mitad-, el ex presidente necesita mantener al PP como una especie de rehén. Como presidente de la Fundación FAES, JMA es el perro que ha mordido presa y no está dispuesto a soltarla, porque del control, real o supuesto, del partido de la derecha española depende algo tan elemental como su caché presente y futuro, sus emolumentos. Un caso de corrupción integral basado en la inextricable mezcla de política y negocios que distingue la vida pública española desde la muerte de Franco. Así, este fin de semana ha participado en León en la I Cumbre del PP en el Exterior, abriendo, en su calidad de presidente de honor, el turno de intervenciones. El sujeto acaba de presidir el II Congreso del partido en Estados Unidos y la Convención de Colombia. Nadie se acuerda de llamarle desde la calle Génova para invitarle a este tipo de eventos. Más aún: si se enteran de que él estará de cuerpo presente, unos y otros procuran escurrir el bulto y salir de estampida.
No importa. JMA se sobra y se basta para no dejar pasar una. Su tarjeta de visita, su calidad como door opener en un futuro Gobierno Rajoy radica precisamente en hacer bien visible su patronazgo dentro del PP y en recordar que fue su delicado índice quien colocó a Rajoy donde está, de modo que malo será que este adusto Rajoy, en apariencia tan poco bizcochable, se atreva a negarme cualquier favor que me ocurra pedirle. Malo será que se oponga incluso a una eventual fusión futura entre Endesa e Iberdrola, una vez el señor Pérez haya conseguido desalojar a Sánchez Galán de la presidencia de la eléctrica, con lo cual el sector eléctrico español pasaría a estar controlado por el Estado italiano. Tan equívoco comportamiento no es obstáculo para que nuestro Franquito, convertido en un factor de permanente desestabilización –caso reciente de Álvarez Cascos- para el PP y el propio Rajoy, se suba un día sí y otro también al púlpito de FAES para, con su voz aflautada, repartir entre la feligresía de derechas lecciones gratis de ética privada y moral pública, clases magistrales que suelen incluir arengas como la que el viernes formuló en León: “Tenemos que pedir a los españoles un mandato para cambiar las cosas, no sólo para estar en el Gobierno”. ¿Cambiar qué, Josemari…?
La “calidad de nuestra democracia” según María Emilia Casas
Los mismos argumentos valen para el caso del ex presidente peneuvista Josu Jon Imaz, colocado por Repsol al frente de su filial vasca Petronor, y naturalmente para Felipe González y su reciente fichaje por Gas Natural. Un puesto de consejo de la gasista conlleva una remuneración de 168.000 euros anuales, que pueden sobrepasar los 250.000 si se forma parte de alguna comisión, lo que sin duda ocurrirá con FG. ¿Explicación? Ninguna. “Felipe no tiene nada que hacer en Argelia, porque todas sus amistades están en Marruecos”, aseguran fuentes del sector energético. “Tras la sentencia del Tribunal de París, a GN no le queda más alternativa con Sonatrach que pagar o pagar”.
Las malas lenguas dentro del PSOE sugieren que el sevillano, con nueva compañera a la que gusta visitar las tiendas de Ortega y Gasset, no tiene suficiente con los emolumentos que recibe del mexicano Carlos Slim. Al menos que se sepa, ni González ni Aznar han tenido el gesto de decencia personal de renunciar a la percepción de los 80.000 euros anuales que como ex presidentes reciben del erario público. Semejante comportamiento explica que nuestros parlamentarios, ante la grave crisis de futuro que amenaza las pensiones de los españoles, hayan decidido blindar las suyas haciendo que sean suficientes siete años de cotización para percibir la pensión máxima. ¿Qué interés puede tener esta casta en regenerar nuestra democracia y acabar con el Sistema de Corrupción en que vivimos, cuando todo son ventajas para ella? Mientras tanto, el país, sumido en la mayor crisis económica de su historia, asiste en silencio al espectáculo.
Me escribe mi amigo JP, titulado por la Comercial de Deusto: “Harto estoy de tanto comportamiento indecente. Me da pena reconocerlo, pero los españoles sólo nos hemos molestado (lo que el Gobierno ha aprovechado para sacar a pasear a los militares) por la huelga de los controladores durante el puente de la Constitución. Nos pueden tocar las pensiones, los sueldos, los impuestos directos e indirectos; nos pueden subir los precios y freír a multas y tasas varias… hasta pueden tocarnos los cojones. Pero, eso sí, que no nos jodan el puente de diciembre, porque hay que conocer mundo. No sé por qué, pero me huelo que, tras años de tragar y tragar mansamente, esto pueda estallar de repente de esa forma tan española que tienen las cosas de estallar de repente, como han estallado, por cierto, en Grecia o en Túnez…”
La presidenta del Constitucional, María Emilia Casas, se despidió el miércoles de su cargo con un discurso en el que criticó a la clase política por “el notorio retraso de más de tres años en la renovación del Tribunal”. Para Casas, el desprecio de los plazos por el Parlamento supone “un incumplimiento grave de la Constitución, que perjudica la calidad de nuestra democracia”. La calidad de nuestra pobre democracia quedó seriamente perjudicada cuando usted, señora, aguantó a pie firme el chorreo que en plena tribuna y a pie de calle le echó la entonces vicepresidenta Fernández de la Vega. La calidad de nuestra doliente democracia queda masacrada por la conducta de unos ex presidentes que se dedican a hacer dinero con el tráfico de influencias a favor de empresas que contratan con el Estado. El TC se dispone a elegir esta semana nuevo presidente, siquiera provisional.
Y puede que como los dos candidatos favoritos, los magistrados Manuel Aragón y Pascual Sala, están enfrentados, triunfe la opción de un tercero en discordia, el abogado Eugeni Gay, un hombre que tuvo papel estelar en la sombra en el célebre episodio por el cual el TC, intervención del Rey Juan Carlos mediante, concedió el amparo a los famosos Albertos, evitando así que fueran a la cárcel a pesar de haber quedado probado que habían estafado a sus socios de Urbanor. Gay sería, por eso, la guinda que coronaría el pastel de la degradación del Tribunal Constitucional y de nuestra mancillada democracia.
TALENTOS DORMIDOS. JUANA GODOY AGUILERA
VALORES EN CRISIS, TALENTOS DORMIDOS.
Mi nombre es Juana, tengo cuarenta y ocho años y quinientos euros en el bolsillo. En mil novecientos sesenta y ocho tenía cinco años y, no lo recuerdo pero, me han contado que en aquella prodigiosa década las personas se movilizaban si alguna circunstancia injusta, ilegal, denunciable de verdad golpeaba sus sentidos. Fue en mayo de ese año cuando se difundió una consigna entre los estudiantes universitarios parisinos: “debajo de los adoquines está la playa”.
En 1968 aún no existían los teléfonos móviles, pero bastó esa consigna para que al día siguiente decenas de miles de habitantes de París (más de nueve millones de personas según wikipedia) se lanzaran a la calle a arrancar los adoquines del suelo para arrojarlos a la policía represora. Había un motivo que justificaba tamaño acto vandálico… Aún hoy, algún político español presume de haber participado activamente en el mayo francés.
Una década después, muerto el general Franco, presencié como espectadora la movilización de una multitud de personas celebrando, como pocos habitantes del planeta saben hacerlo, la legalización del partido comunista. Quedó en mi retina una imagen: Un hombre conduciendo una mobilette y, de paquete, una mujer que alzaba con sus manos, sobre su cabeza La Hoz y el Martillo al tiempo que gritaba: “¡Viva el partido comunista!”. Hace tiempo que no veo estos símbolos exhibidos con tanto orgullo como aquella mujer los exhibía.
Y una década después de ésta, en los ochenta, asistí al estreno de la película de Pedro Almodóvar: La ley del Deseo. La proyectaron en el América multicines de la estación de trenes de Málaga y escuché con estupor como un hombre se levantaba de su butaca y se iba de la sala gritándole a Antonio Banderas: “maricón”.
Ya en los años noventa noté cierta crisis de valores y el adormecimiento de valiosos talentos. Empezaba el adocenamiento con la tele a todas horas, más cadenas de las que podíamos desear(¡cómo echo de menos la UHF!) y el regusto por la difamación y la aplicación más ruín y mezquina de la frase: “Es mejor pedir perdón que permiso”.
En la década última comprendida entre la hecatombe digital del año dos mil y el crítico año dos mil diez, he empezado a sentir alarma cuando en mi trabajo como orientadora he dado rienda suelta a mi creatividad y algún director me ha llamado a capítulo por mis rarezas…
Y ahora, en el inicio del año dos mil once, estoy asustada porque varios de mis compañeros y compañeras de instituto me han diagnosticado desequilibrio emocional que es una eufemística manera de llamarme loca, como hicieron en otras épocas de penumbra histórica con un par de mujeres singulares de homónimo nombre. ¿Tendré yo la suficiente categoría como para ser encerrada en el castillo medieval de Tordesillas o quemada en la hoguera por orden de la Santa Inquisición ?
Juana Godoy Aguilera
Mi nombre es Juana, tengo cuarenta y ocho años y quinientos euros en el bolsillo. En mil novecientos sesenta y ocho tenía cinco años y, no lo recuerdo pero, me han contado que en aquella prodigiosa década las personas se movilizaban si alguna circunstancia injusta, ilegal, denunciable de verdad golpeaba sus sentidos. Fue en mayo de ese año cuando se difundió una consigna entre los estudiantes universitarios parisinos: “debajo de los adoquines está la playa”.
En 1968 aún no existían los teléfonos móviles, pero bastó esa consigna para que al día siguiente decenas de miles de habitantes de París (más de nueve millones de personas según wikipedia) se lanzaran a la calle a arrancar los adoquines del suelo para arrojarlos a la policía represora. Había un motivo que justificaba tamaño acto vandálico… Aún hoy, algún político español presume de haber participado activamente en el mayo francés.
Una década después, muerto el general Franco, presencié como espectadora la movilización de una multitud de personas celebrando, como pocos habitantes del planeta saben hacerlo, la legalización del partido comunista. Quedó en mi retina una imagen: Un hombre conduciendo una mobilette y, de paquete, una mujer que alzaba con sus manos, sobre su cabeza La Hoz y el Martillo al tiempo que gritaba: “¡Viva el partido comunista!”. Hace tiempo que no veo estos símbolos exhibidos con tanto orgullo como aquella mujer los exhibía.
Y una década después de ésta, en los ochenta, asistí al estreno de la película de Pedro Almodóvar: La ley del Deseo. La proyectaron en el América multicines de la estación de trenes de Málaga y escuché con estupor como un hombre se levantaba de su butaca y se iba de la sala gritándole a Antonio Banderas: “maricón”.
Ya en los años noventa noté cierta crisis de valores y el adormecimiento de valiosos talentos. Empezaba el adocenamiento con la tele a todas horas, más cadenas de las que podíamos desear(¡cómo echo de menos la UHF!) y el regusto por la difamación y la aplicación más ruín y mezquina de la frase: “Es mejor pedir perdón que permiso”.
En la década última comprendida entre la hecatombe digital del año dos mil y el crítico año dos mil diez, he empezado a sentir alarma cuando en mi trabajo como orientadora he dado rienda suelta a mi creatividad y algún director me ha llamado a capítulo por mis rarezas…
Y ahora, en el inicio del año dos mil once, estoy asustada porque varios de mis compañeros y compañeras de instituto me han diagnosticado desequilibrio emocional que es una eufemística manera de llamarme loca, como hicieron en otras épocas de penumbra histórica con un par de mujeres singulares de homónimo nombre. ¿Tendré yo la suficiente categoría como para ser encerrada en el castillo medieval de Tordesillas o quemada en la hoguera por orden de la Santa Inquisición ?
Juana Godoy Aguilera
WE ARE ANONYMOUS
Joseba Elola. El País.16/01/2011
Este es su lema: “Somos una legión, no perdonamos, no olvidamos, espéranos. Anonymous”. Así es como cierra sus .anuncios y comunicados este movimiento sin líderes y sin portavoces, con voz, pero sin cara. O más bien con máscara: la máscara del anarquista revolucionario de V de Vendetta, la novela gráfica de Alan Moore, la que inspiró la película protagonizada por Natalie Portman y Hugo Weaving en 2006. La máscara se ha convertido en símbolo de un movimiento ciberactivista que no se anda con chiquitas. La semana pasada colapsaron las webs oficiales de Túnez , tras la inmolación de un joven de 26 años. El lunes pasado la tomaron con la web del partido irlandés Fine Gael. Atacaron a la SGAE y a los partidos políticos españoles al hilo de la ley antidescargas. Y hace un mes le metieron mano a Visa, Mastercard, PayPal y Amazon, las empresas que dieron la espalda a Wikileaks.
Woolwich, a 45 minutos del centro de Londres, exteriores de la Real Corte de Justicia. Acaba de comparecer Julian Assange, fundador de Wikileaks; es martes 11 de enero y una treintena de activistas se manifiestan en apoyo de su gran inspirador, de su nuevo héroe. Entre ellos, Magnonymous, joven de 22 años que oculta su cara tras la máscara de V de Vendetta. “Nos opondremos a cualquier violación de derechos humanos. Nos opondremos a cualquier ataque del Gobierno. Si esto sigue así, la revolución será la única opción”.
Magnonymous es uno más, no es portavoz de nadie, y menos de un movimiento que no quiere portavoces, como se apresuran a decir todos los miembros de Anonymous apenas empiezan a hablar con un periodista. Le pidió el día libre a su jefe para venir a manifestarse a este lejano juzgado, la corte a la que traen casos en que es preciso mantener a la prensa y al público a raya, el lugar donde fueron juzgados los terroristas de los atentados de Londres de 2005. “No somos miembros de ningún grupo político, no somos políticos, somos activistas. Me ofendería si me adscribieran a cualquier corriente política”.
Entender el universo Anonymous no es cosa fácil, el fenómeno es el perfecto reflejo del nuevo mundo en el que vivimos, de la nueva sociedad que está naciendo a raíz de la revolución digital. Todo apunta a que sus miembros consideran más que superada la vieja dialéctica izquierda-derecha. Total, qué más da que gobiernen el centro-izquierda o el centro-derecha, todos van a hacer lo mismo, todos están al servicio de los grandes bancos y las grandes empresas, todos van a seguir intentando controlar el chiringuito.
Pues bien, aquí hay una legión de jóvenes que no quieren que se oculte que las cañerías del chiringuito no desaguan bien; no quieren que se oculte que hay varios en el chiringuito que meten la mano en la caja; no quieren que se oculte que a un disidente de la gestión del chiringuito le quisieron tapar la boca. No quieren que se oculte nada. La nueva dialéctica: estar a favor del ocultamiento o de la transparencia. Una de dos.
Este movimiento global, transnacional, transversal, también es difícil de entender porque se gestó en la Red, con las inercias propias de Internet. Es producto del momento, de la interacción, de la necesidad de movilizarse en un mundo cínico, corrupto e injusto. Se ha tejido de forma orgánica, conversación sobre conversación, idea sobre idea, propuesta sobre propuesta. Cualquiera puede formar parte de Anonymous, cualquiera puede entrar cuando quiera y sumarse a la conversación en webs como whyweprotest.net. Entrará en un mundo en el que la gente se va poniendo progresivamente de acuerdo sobre una idea hasta que una suerte de consenso espontáneo indica cuál es el siguiente objetivo, contra quién hay que lanzar el próximo ataque. Algún diario, como The Guardian, ha sostenido que están más coordinados de lo que ellos mismo creen.
No todos los miembros de Anonymous son hackers, no. Los hackers son una gran minoría del colectivo. La mayoría son ciberactivistas que participan en la conversación online y, ocasionalmente, en la protesta en la calle. En torno a unos 1.000 integrantes, según la experta Gabriella Coleman, son los que ponen sus ordenadores al servicio de los ataques contra webs, los que se descargan el dispositivo que permite que su ordenador, cautivo, pueda ser parte de los llamados DDoS, ataques distribuidos de denegación de servicio.
Los DDoS son el arma que los ciberactivistas tienen más a mano. Permiten realizar operaciones que consiguen un considerable eco mediático y que afectan a la imagen de la marca contra la que se dirigen. Consisten en mandar simultáneamente, orquestadamente, miles de peticiones a un servidor para que se colapse. Así ocurrió el pasado 8 de diciembre.
Mastercard decidió cortar en esa fecha el grifo a Wikileaks. Cualquiera que quisiera hacer una donación a la plataforma de Assange no podría hacerlo a través de una tarjeta de esta compañía. La decisión desencadenó el ataque. “Registramos lo que llamamos un super heavy traffic “, declara en conversación telefónica Cristina Feliú, portavoz de Mastercard para España y Portugal. “Eso significa que quien entró en nuestra página notó que funcionaba con mayor lentitud”. Pero no se produjo, según dice, ningún problema en las operaciones de sus clientes con tarjetas, ni ningún tipo de fraude. “Al día siguiente ya habíamos recuperado el ritmo”. Desde Visa declinan hacer comentario alguno y se remiten a los comunicados que afirmaban que los ataques no afectaron a sus operaciones.
Evidentemente, en ese gran colectivo cuya cifra de miembros y simpatizantes es difícil de estimar (los miembros consultados hablan de decenas de miles) hay hackers. Y, de hecho, el FBI está tras sus pasos. Un joven holandés de 16 años fue arrestado poco después de los ataques en su casa, en La Haya. Admitió que había participado en ellos y fue puesto a disposición judicial. “Admitir que participaste no es muy inteligente”, explica Philter, estudiante de 19 años y miembro de Anonymous. “El chico tenía 16 años y se asustó, era bastante inexperto, no tomó las suficientes precauciones”.
Hablar con la gente de Anonymous no es fácil. Desconfían de los periodistas, de que sus comunicaciones estén intervenidas. No ven con muy buenos ojos a los medios de comunicación tradicionales: desde su punto de vista, ayudan a que se mantenga el statu quo. El hecho de que un diario como EL PAÍS o The Guardian hayan participado en la difusión de los cables de Wikileaks ha supuesto, explica Hamster, informático londinense de 26 años, un plus de credibilidad para medios hasta ahora poco apreciados.
La semana pasada nos pusimos en contacto con miembros de Anonymous en España. Aclarando, como siempre, que no respondían en calidad de portavoces de nadie, ya que el movimiento no tiene portavoces, declinaron realizar una entrevista telefónica o en persona. Cualquiera que intente destacar un poco entre los anonymous es automáticamente rechazado por el resto de la comunidad. Así ocurrió en Londres en diciembre con Coldblood, un anonymous que dio la cara ante los medios en los días del proceso a Assange. “Coldblood ha sido condenado al ostracismo”, confirma Hamster, miembro de Anonymous desde 2008.
No obstante, los miembros de Anonymous Spain, que desde hace varias semanas envían comunicados a ciertos medios de comunicación actualizando la información en torno a las distintas operaciones de ataque, ofrecieron la posibilidad de que les enviáramos un cuestionario, al que responderían de modo consensuado.
Respondieron tres administradores del canal #hispano, encuadrados en edades entre los 17 y 32 años, según dijeron. Sus respuestas, desde luego, encajan perfectamente con el discurso que mantienen los miembros de este movimiento de conciencia online consultados hasta la fecha y con el tono de las webs en que participan. Resulta interesante reproducir aquí las respuestas de esta célula de Anonymous a las preguntas que les enviamos para aclarar ciertas dudas. No son portavoces de nada. Pero sus palabras sirven para reflejar el sentir de esa comunidad.
Pregunta. ¿Se puede dar alguna cifra de cuánta gente en España pertenece a Anonymous? ¿Y cuánta a nivel internacional?
Respuesta. Sería imposible dar cifras, y esa es la gracia de Anonymous. Para empezar, hay que recordar que es una organización que no existe y que por definición es una (des)organización. Anonymous no es nadie y puede ser cualquiera. Salvando las distancias, es como una organización insurgente basada en células, compartimos una marca, Anonymous, pero somos gente independiente, que responde a una ideología común y que participa de cada acción particular de acuerdo con si coincide o no con sus convicciones.
Teniendo lo anterior en cuenta, y específicamente en España, si tuviera que dar una cifra, creo que estaríamos hablando de entre 1.000 y 2.000 personas, que van en diversos niveles de compromiso, desde una mayoría que serían los que apoyan nuestras iniciativas en Twitter, Facebook, etcétera, hasta los más comprometidos, que serían algo más de un centenar, los que participan saliendo a la calle con acciones reales como, por ejemplo, la Operación Paperstorm [distribución de folletos, flyers, pintadas] o las concentraciones de la Operación Demostración [concentraciones en España a favor de Wikileaks y contra la ley Sinde] A nivel internacional, extrapolando, hablaríamos posiblemente de decenas de miles.
P. De ellos, ¿cuántos participan en los ataques DDoS?
R. Aquí sí podemos dar cifras más exactas. En los ataques del 20 de diciembre contra la ley Sinde contábamos con casi 500 usuarios conectados en la Colmena, que es el sistema de comando y control de la herramienta de DDoS LOIC que permite que todos los anonymous ataquen a un mismo tiempo a un mismo objetivo. Este número, no obstante, podría ser más alto, pues habría que añadir la gente que atacaba manualmente o desde Linux.
P. ¿Alguna iniciativa en las acciones de Anonymous tuvo su origen en conversaciones de Anonymous España?
R. Realmente no se puede diferenciar entre Anonymous de tal o cual país. Cuando se plantea una operación, si esta es secundada, recibe apoyos de todo el planeta; hubo apoyos a nuestra lucha contra la ley Sinde en diciembre y aún esperamos más en el futuro. Prueba de ello es esta convocatoria redactada en más de 15 idiomas, en la que han participado anonymous de todo el mundo, en la que se hace un llamamiento a todos los anonymous a apoyar las protestas virtuales contra la ley Sinde.
P. ¿En qué foros o webs os movéis?
R. Nuestro principal punto de unión no es una web o un foro, sino una red de chat conocida como IRC, nosotros lo llamamos el IRC Anonops. Aquí nos reunimos en diversos canales de discusión como #operationpayback o #hispano, este último, el que aglutina a los anonymous españoles; desde ahí se pone en común y se plantean estrategias. Las que son secundadas luego se van distribuyendo a la red por blogs y webs anonymous, hasta llegar a los Twitter y Facebook de anonymous individuales. Es una estructura perfectamente organizada en la que, sin embargo, no existen líderes ni ninguna fuente inicial.
P. ¿Qué diríais a la gente que dice que sois hackers?
R. La mayor parte de los anonymous no son hackers en el sentido clásico de la palabra, son usuarios de Internet como cualquiera, solo que con una motivación para el activismo digital. Lo que sí es cierto es que contamos con hackers entre nuestras filas, por ejemplo, la gente que administra los servidores de IRC y el resto de las redes de comunicaciones encriptadas, o los que programan LOIC [Low Orbit Ion Cannon, aplicación para realizar pruebas de resistencia a una red informática] y las herramientas de ataques.
He aquí la grandeza de Anonymous, solo hace falta un genio informático para programar la herramienta, y cuando esta herramienta pasa a ser usada por miles de personas anónimas, aunque no sean expertos a efectos prácticos, es como contar con un ciberejército de miles de hackers que pueden inutilizar cualquier red o sistema informático si se lo proponen.
P. ¿Cuáles son los principios básicos de vuestro ideario?
R. Son pocos y terriblemente simples, lo que permite unificar a la mayor cantidad de gente posible. Anonimato absoluto, que supone, entre otras cosas, la ausencia total de líderes y cabezas visibles en nuestro movimiento; la lucha contra la corrupción en los Gobiernos o en cualquier estructura de poder. La defensa incondicional de la libertad en Internet.
P. ¿Existe peligro de que alguien intente manipular vuestras operaciones desde dentro?
R. Sería imposible, cada anonymous actúa de forma individual, él mismo decide si forma o no parte de una operación de forma totalmente independiente del resto. Si piensas en organizaciones reivindicativas del siglo XX, siempre han corrido el riesgo de que un topo se infiltrara y con el tiempo llegara a formar parte de la cúpula para desbaratar la organización desde dentro; eso sería imposible con anonymous, pues no existen líderes, ni se sigue una jerarquía formal. No obstante, sí sabemos que existen agresiones externas contra Anonymous, como la investigación del FBI abierta a raíz de los ataques DDoS a Mastercard y PayPal, o sofisticados ataques informáticos que hemos sufrido y sospechamos provienen de servicios de inteligencia occidentales; afortunadamente, en estos casos la naturaleza descentralizada de Anonymous también hace imposible cualquier injerencia externa.
P. ¿Cuáles son las preocupaciones actuales de Anonymous?
R. Lo importante, la verdadera preocupación, es seguir luchando por los principios de nuestro ideario, y en función de eso estamos trabajando en varias operaciones. Está en marcha la publicidad de fase 2 de la Operación Sinde, que consistirá en diversas acciones de protesta en torno al día 18 de enero, en que termina el plazo de presentación de enmiendas a dicha ley. A nivel mundial está en marcha la Operación Tunisia, en apoyo a los manifestantes en contra del régimen tunecino: se han realizado ataques DDoS contra diversos sitios oficiales y también se ha elaborado un kit de ayuda informático con programas de cifrado y comunicaciones para los disidentes tunecinos. En relación con el futuro estamos preparando la Operación Quicksilver, que, si tiene éxito, va a conmover Internet, pero los detalles, por su propia naturaleza, son secretos por el momento.
El movimiento Anonymous va camino de trascender el caso Assange y el episodio Wikileaks. La persecución del fundador de la web de las filtraciones, que recientemente puso al desnudo a la diplomacia norteamericana y destapó maniobras, tejemanejes y corrupción en las cuatro esquinas del planeta, ha sido un detonante. Wikileaks representa como pocas organizaciones los valores en los que creen los anonymous: transparencia, derechos humanos, libertad de expresión. La web destapa secretos: si algo le pone a un anonymous es destapar secretos de organizaciones poderosas y ponerlos a disposición de público. Así, Assange se ha convertido en todo un símbolo para los integrantes de esta comunidad.
Wikileaks ha negado en todo momento estar detrás de las operaciones de Anonymous. Su número dos, Kristinn Hranfsson, lo contaba hace un mes en el centro de la organización en Londres. “Ni hemos animado a que se haga, ni tenemos contacto con la gente que lo está haciendo, pero tampoco lo condenamos”, contaba, cigarrillo en boca, este periodista de investigación islandés enrolado en las filas de Assange.
Una buena parte de los anonymous se aglutina en torno a la web whyweprotest.net. Hamster se conecta con su iPad a este espacio en que los miembros de la comunidad intercambian ideas e iniciativas. Este joven informático cuenta que el canal 4chan estuvo en el origen del movimiento, pero que la acción se sitúa ahora en whyweprotest. “Cualquiera puede entrar y preservar su anonimato. Eso es lo bueno. La gente se centra en lo que dicen los demás, y no en quién lo dice”.
Hamster sorbe su café con caramelo en un céntrico café de Oxford Street. Su iPad está desplegado en la mesa, está continuamente chequeándolo, responde a las preguntas, pero su mirada se va constantemente hacia la pantalla. Muestra una foto de la habitación de su casa: un ordenador, cuatro pantallas. “Así puedes estar atento a varias cosas a la vez”, dice, y suelta una entrecortada sonrisa.
Cuenta que hay cerca de 33.000 personas registradas en whyweprotest. La gran mayoría, miembros de Anonymous o simpatizantes de la causa. “Los más agresivos son la gente de Anonops, yo soy menos agresivo”. Dentro de Anonymous hay detractores de los ataques DDoS. “Creo que esos ataques nos desacreditan”, afirma Magnonymous. “Van a utilizarlos para criminalizarnos y para generar propaganda negativa sobre nosotros”. Magnonymous lo tiene claro: “No debemos utilizar la violencia en ningún caso. Cualquier miembro que propusiera utilizar la violencia sería rechazado por el grupo”. Hay otro espacio en el que también se mueven los miembros del colectivo: whywefight.net, el blog informativo de los “soldados de la ciberguerra”.
Hamster se unió a Anonymous a principios de 2008. Cuenta que lo hizo al poco de abandonar la Iglesia de la Cienciología. “Me di cuenta de que no me ayudaban para nada. Lo único que hacen es convertirte en un idiota y manipularte”. Afirma que abandonó la cienciología internamente, pero no de hecho: cuenta que sigue yendo dos veces por semana y que intenta sacar documentación para ponerla a disposición de Anonymous. “Honestamente, a veces me da un miedo horrible. Si me descubrieran, convertirían mi vida en un infierno”.
La Iglesia de la Cienciología es uno de los grandes enemigos de Anonymous. La lucha contra esta secta fue lo primero que unió a todos estos ciberactivistas en 2008, y siguen en las mismas. Una lucha que en realidad arrancó a mediados de los noventa, pero que tomó cuerpo en 2008. A los anonymous no les gusta la seudociencia, ni, por lo general, las religiones. Sostienen que la tecnología debe servir para expandir el conocimiento, no para controlar las mentes. Como explica la profesora Gabriella Coleman, antropóloga de la Universidad de Nueva York especializada en el mundo hacker y estudiosa del fenómeno Anonymous, la Iglesia de la Cienciología es la perfecta antítesis de Anonymous, el fenómeno inverso: oscurantismo, ocultamiento, censura. Destapar los secretos de una organización secretista, de una organización religiosa con marca registrada, sostiene, se convirtió en el primer gran desafío de Anonymous. En febrero de 2008, los miembros que se reunían en la Red desde sus casas trasladaron sus protestas a la calle, a la “vida real”. Hubo manifestaciones en Londres, Ámsterdam, Berlín, Sidney.
“Fue cuando más gente de Anonymous he visto en la calle”, reconoce Hamster. PayPal. Visa. Mastercad. Amazon. PostFinance. La web de la fiscalía sueca, la del partido irlandés Fine Gael, las del régimen tunecino. No hay fronteras para Anonymous. La lucha contra la cienciología les unió. La lucha pro Wikileaks les ha reunido de nuevo. Cualquier ataque a los derechos humanos, cualquier intento de censurar, se produzca donde se produzca, será castigado por ellos con las armas que tienen a su alcance. “Si hubiera una revolución”, dice Hamster, “Internet nos proporcionaría la tecnología”.
Operaciones recientes
6 y 7 de diciembre de 2010. Operación Payback (Venganza): Ataques DDoS contra Paypal, Mastercard, PostFinance, Amazon y Visa. Las webs de la fiscalía sueca y del abogado de las dos mujeres que presentaron cargos contra Assange también fueron atacadas.
18 de diciembre de 2010. Operación Paperstorm. Flyers y pintadas para dar a conocer a Anonymous y su lucha por la libertad de Assange.
Mediados de diciembre: Operación Leakspin, para dar a conocer el contenido de cables de la diplomacia norteamericana que pasaron desapercibidos.
20 de diciembre: Operación Sinde: Ataques DDoS contra las webs de PSOE, CiU y del Congreso de los Diputados.
2 de enero de 2011. Anonymous anuncia la Operación Tunisia y colapsa las webs del régimen tras la inmolación de un joven tunecino.
8 de enero de 2011. Operación contra la página del partido irlandés Fine Gael.
webs
www.whyweprotest.net
www.4chan.org
http://www.whywefight.net/
Este es su lema: “Somos una legión, no perdonamos, no olvidamos, espéranos. Anonymous”. Así es como cierra sus .anuncios y comunicados este movimiento sin líderes y sin portavoces, con voz, pero sin cara. O más bien con máscara: la máscara del anarquista revolucionario de V de Vendetta, la novela gráfica de Alan Moore, la que inspiró la película protagonizada por Natalie Portman y Hugo Weaving en 2006. La máscara se ha convertido en símbolo de un movimiento ciberactivista que no se anda con chiquitas. La semana pasada colapsaron las webs oficiales de Túnez , tras la inmolación de un joven de 26 años. El lunes pasado la tomaron con la web del partido irlandés Fine Gael. Atacaron a la SGAE y a los partidos políticos españoles al hilo de la ley antidescargas. Y hace un mes le metieron mano a Visa, Mastercard, PayPal y Amazon, las empresas que dieron la espalda a Wikileaks.
Woolwich, a 45 minutos del centro de Londres, exteriores de la Real Corte de Justicia. Acaba de comparecer Julian Assange, fundador de Wikileaks; es martes 11 de enero y una treintena de activistas se manifiestan en apoyo de su gran inspirador, de su nuevo héroe. Entre ellos, Magnonymous, joven de 22 años que oculta su cara tras la máscara de V de Vendetta. “Nos opondremos a cualquier violación de derechos humanos. Nos opondremos a cualquier ataque del Gobierno. Si esto sigue así, la revolución será la única opción”.
Magnonymous es uno más, no es portavoz de nadie, y menos de un movimiento que no quiere portavoces, como se apresuran a decir todos los miembros de Anonymous apenas empiezan a hablar con un periodista. Le pidió el día libre a su jefe para venir a manifestarse a este lejano juzgado, la corte a la que traen casos en que es preciso mantener a la prensa y al público a raya, el lugar donde fueron juzgados los terroristas de los atentados de Londres de 2005. “No somos miembros de ningún grupo político, no somos políticos, somos activistas. Me ofendería si me adscribieran a cualquier corriente política”.
Entender el universo Anonymous no es cosa fácil, el fenómeno es el perfecto reflejo del nuevo mundo en el que vivimos, de la nueva sociedad que está naciendo a raíz de la revolución digital. Todo apunta a que sus miembros consideran más que superada la vieja dialéctica izquierda-derecha. Total, qué más da que gobiernen el centro-izquierda o el centro-derecha, todos van a hacer lo mismo, todos están al servicio de los grandes bancos y las grandes empresas, todos van a seguir intentando controlar el chiringuito.
Pues bien, aquí hay una legión de jóvenes que no quieren que se oculte que las cañerías del chiringuito no desaguan bien; no quieren que se oculte que hay varios en el chiringuito que meten la mano en la caja; no quieren que se oculte que a un disidente de la gestión del chiringuito le quisieron tapar la boca. No quieren que se oculte nada. La nueva dialéctica: estar a favor del ocultamiento o de la transparencia. Una de dos.
Este movimiento global, transnacional, transversal, también es difícil de entender porque se gestó en la Red, con las inercias propias de Internet. Es producto del momento, de la interacción, de la necesidad de movilizarse en un mundo cínico, corrupto e injusto. Se ha tejido de forma orgánica, conversación sobre conversación, idea sobre idea, propuesta sobre propuesta. Cualquiera puede formar parte de Anonymous, cualquiera puede entrar cuando quiera y sumarse a la conversación en webs como whyweprotest.net. Entrará en un mundo en el que la gente se va poniendo progresivamente de acuerdo sobre una idea hasta que una suerte de consenso espontáneo indica cuál es el siguiente objetivo, contra quién hay que lanzar el próximo ataque. Algún diario, como The Guardian, ha sostenido que están más coordinados de lo que ellos mismo creen.
No todos los miembros de Anonymous son hackers, no. Los hackers son una gran minoría del colectivo. La mayoría son ciberactivistas que participan en la conversación online y, ocasionalmente, en la protesta en la calle. En torno a unos 1.000 integrantes, según la experta Gabriella Coleman, son los que ponen sus ordenadores al servicio de los ataques contra webs, los que se descargan el dispositivo que permite que su ordenador, cautivo, pueda ser parte de los llamados DDoS, ataques distribuidos de denegación de servicio.
Los DDoS son el arma que los ciberactivistas tienen más a mano. Permiten realizar operaciones que consiguen un considerable eco mediático y que afectan a la imagen de la marca contra la que se dirigen. Consisten en mandar simultáneamente, orquestadamente, miles de peticiones a un servidor para que se colapse. Así ocurrió el pasado 8 de diciembre.
Mastercard decidió cortar en esa fecha el grifo a Wikileaks. Cualquiera que quisiera hacer una donación a la plataforma de Assange no podría hacerlo a través de una tarjeta de esta compañía. La decisión desencadenó el ataque. “Registramos lo que llamamos un super heavy traffic “, declara en conversación telefónica Cristina Feliú, portavoz de Mastercard para España y Portugal. “Eso significa que quien entró en nuestra página notó que funcionaba con mayor lentitud”. Pero no se produjo, según dice, ningún problema en las operaciones de sus clientes con tarjetas, ni ningún tipo de fraude. “Al día siguiente ya habíamos recuperado el ritmo”. Desde Visa declinan hacer comentario alguno y se remiten a los comunicados que afirmaban que los ataques no afectaron a sus operaciones.
Evidentemente, en ese gran colectivo cuya cifra de miembros y simpatizantes es difícil de estimar (los miembros consultados hablan de decenas de miles) hay hackers. Y, de hecho, el FBI está tras sus pasos. Un joven holandés de 16 años fue arrestado poco después de los ataques en su casa, en La Haya. Admitió que había participado en ellos y fue puesto a disposición judicial. “Admitir que participaste no es muy inteligente”, explica Philter, estudiante de 19 años y miembro de Anonymous. “El chico tenía 16 años y se asustó, era bastante inexperto, no tomó las suficientes precauciones”.
Hablar con la gente de Anonymous no es fácil. Desconfían de los periodistas, de que sus comunicaciones estén intervenidas. No ven con muy buenos ojos a los medios de comunicación tradicionales: desde su punto de vista, ayudan a que se mantenga el statu quo. El hecho de que un diario como EL PAÍS o The Guardian hayan participado en la difusión de los cables de Wikileaks ha supuesto, explica Hamster, informático londinense de 26 años, un plus de credibilidad para medios hasta ahora poco apreciados.
La semana pasada nos pusimos en contacto con miembros de Anonymous en España. Aclarando, como siempre, que no respondían en calidad de portavoces de nadie, ya que el movimiento no tiene portavoces, declinaron realizar una entrevista telefónica o en persona. Cualquiera que intente destacar un poco entre los anonymous es automáticamente rechazado por el resto de la comunidad. Así ocurrió en Londres en diciembre con Coldblood, un anonymous que dio la cara ante los medios en los días del proceso a Assange. “Coldblood ha sido condenado al ostracismo”, confirma Hamster, miembro de Anonymous desde 2008.
No obstante, los miembros de Anonymous Spain, que desde hace varias semanas envían comunicados a ciertos medios de comunicación actualizando la información en torno a las distintas operaciones de ataque, ofrecieron la posibilidad de que les enviáramos un cuestionario, al que responderían de modo consensuado.
Respondieron tres administradores del canal #hispano, encuadrados en edades entre los 17 y 32 años, según dijeron. Sus respuestas, desde luego, encajan perfectamente con el discurso que mantienen los miembros de este movimiento de conciencia online consultados hasta la fecha y con el tono de las webs en que participan. Resulta interesante reproducir aquí las respuestas de esta célula de Anonymous a las preguntas que les enviamos para aclarar ciertas dudas. No son portavoces de nada. Pero sus palabras sirven para reflejar el sentir de esa comunidad.
Pregunta. ¿Se puede dar alguna cifra de cuánta gente en España pertenece a Anonymous? ¿Y cuánta a nivel internacional?
Respuesta. Sería imposible dar cifras, y esa es la gracia de Anonymous. Para empezar, hay que recordar que es una organización que no existe y que por definición es una (des)organización. Anonymous no es nadie y puede ser cualquiera. Salvando las distancias, es como una organización insurgente basada en células, compartimos una marca, Anonymous, pero somos gente independiente, que responde a una ideología común y que participa de cada acción particular de acuerdo con si coincide o no con sus convicciones.
Teniendo lo anterior en cuenta, y específicamente en España, si tuviera que dar una cifra, creo que estaríamos hablando de entre 1.000 y 2.000 personas, que van en diversos niveles de compromiso, desde una mayoría que serían los que apoyan nuestras iniciativas en Twitter, Facebook, etcétera, hasta los más comprometidos, que serían algo más de un centenar, los que participan saliendo a la calle con acciones reales como, por ejemplo, la Operación Paperstorm [distribución de folletos, flyers, pintadas] o las concentraciones de la Operación Demostración [concentraciones en España a favor de Wikileaks y contra la ley Sinde] A nivel internacional, extrapolando, hablaríamos posiblemente de decenas de miles.
P. De ellos, ¿cuántos participan en los ataques DDoS?
R. Aquí sí podemos dar cifras más exactas. En los ataques del 20 de diciembre contra la ley Sinde contábamos con casi 500 usuarios conectados en la Colmena, que es el sistema de comando y control de la herramienta de DDoS LOIC que permite que todos los anonymous ataquen a un mismo tiempo a un mismo objetivo. Este número, no obstante, podría ser más alto, pues habría que añadir la gente que atacaba manualmente o desde Linux.
P. ¿Alguna iniciativa en las acciones de Anonymous tuvo su origen en conversaciones de Anonymous España?
R. Realmente no se puede diferenciar entre Anonymous de tal o cual país. Cuando se plantea una operación, si esta es secundada, recibe apoyos de todo el planeta; hubo apoyos a nuestra lucha contra la ley Sinde en diciembre y aún esperamos más en el futuro. Prueba de ello es esta convocatoria redactada en más de 15 idiomas, en la que han participado anonymous de todo el mundo, en la que se hace un llamamiento a todos los anonymous a apoyar las protestas virtuales contra la ley Sinde.
P. ¿En qué foros o webs os movéis?
R. Nuestro principal punto de unión no es una web o un foro, sino una red de chat conocida como IRC, nosotros lo llamamos el IRC Anonops. Aquí nos reunimos en diversos canales de discusión como #operationpayback o #hispano, este último, el que aglutina a los anonymous españoles; desde ahí se pone en común y se plantean estrategias. Las que son secundadas luego se van distribuyendo a la red por blogs y webs anonymous, hasta llegar a los Twitter y Facebook de anonymous individuales. Es una estructura perfectamente organizada en la que, sin embargo, no existen líderes ni ninguna fuente inicial.
P. ¿Qué diríais a la gente que dice que sois hackers?
R. La mayor parte de los anonymous no son hackers en el sentido clásico de la palabra, son usuarios de Internet como cualquiera, solo que con una motivación para el activismo digital. Lo que sí es cierto es que contamos con hackers entre nuestras filas, por ejemplo, la gente que administra los servidores de IRC y el resto de las redes de comunicaciones encriptadas, o los que programan LOIC [Low Orbit Ion Cannon, aplicación para realizar pruebas de resistencia a una red informática] y las herramientas de ataques.
He aquí la grandeza de Anonymous, solo hace falta un genio informático para programar la herramienta, y cuando esta herramienta pasa a ser usada por miles de personas anónimas, aunque no sean expertos a efectos prácticos, es como contar con un ciberejército de miles de hackers que pueden inutilizar cualquier red o sistema informático si se lo proponen.
P. ¿Cuáles son los principios básicos de vuestro ideario?
R. Son pocos y terriblemente simples, lo que permite unificar a la mayor cantidad de gente posible. Anonimato absoluto, que supone, entre otras cosas, la ausencia total de líderes y cabezas visibles en nuestro movimiento; la lucha contra la corrupción en los Gobiernos o en cualquier estructura de poder. La defensa incondicional de la libertad en Internet.
P. ¿Existe peligro de que alguien intente manipular vuestras operaciones desde dentro?
R. Sería imposible, cada anonymous actúa de forma individual, él mismo decide si forma o no parte de una operación de forma totalmente independiente del resto. Si piensas en organizaciones reivindicativas del siglo XX, siempre han corrido el riesgo de que un topo se infiltrara y con el tiempo llegara a formar parte de la cúpula para desbaratar la organización desde dentro; eso sería imposible con anonymous, pues no existen líderes, ni se sigue una jerarquía formal. No obstante, sí sabemos que existen agresiones externas contra Anonymous, como la investigación del FBI abierta a raíz de los ataques DDoS a Mastercard y PayPal, o sofisticados ataques informáticos que hemos sufrido y sospechamos provienen de servicios de inteligencia occidentales; afortunadamente, en estos casos la naturaleza descentralizada de Anonymous también hace imposible cualquier injerencia externa.
P. ¿Cuáles son las preocupaciones actuales de Anonymous?
R. Lo importante, la verdadera preocupación, es seguir luchando por los principios de nuestro ideario, y en función de eso estamos trabajando en varias operaciones. Está en marcha la publicidad de fase 2 de la Operación Sinde, que consistirá en diversas acciones de protesta en torno al día 18 de enero, en que termina el plazo de presentación de enmiendas a dicha ley. A nivel mundial está en marcha la Operación Tunisia, en apoyo a los manifestantes en contra del régimen tunecino: se han realizado ataques DDoS contra diversos sitios oficiales y también se ha elaborado un kit de ayuda informático con programas de cifrado y comunicaciones para los disidentes tunecinos. En relación con el futuro estamos preparando la Operación Quicksilver, que, si tiene éxito, va a conmover Internet, pero los detalles, por su propia naturaleza, son secretos por el momento.
El movimiento Anonymous va camino de trascender el caso Assange y el episodio Wikileaks. La persecución del fundador de la web de las filtraciones, que recientemente puso al desnudo a la diplomacia norteamericana y destapó maniobras, tejemanejes y corrupción en las cuatro esquinas del planeta, ha sido un detonante. Wikileaks representa como pocas organizaciones los valores en los que creen los anonymous: transparencia, derechos humanos, libertad de expresión. La web destapa secretos: si algo le pone a un anonymous es destapar secretos de organizaciones poderosas y ponerlos a disposición de público. Así, Assange se ha convertido en todo un símbolo para los integrantes de esta comunidad.
Wikileaks ha negado en todo momento estar detrás de las operaciones de Anonymous. Su número dos, Kristinn Hranfsson, lo contaba hace un mes en el centro de la organización en Londres. “Ni hemos animado a que se haga, ni tenemos contacto con la gente que lo está haciendo, pero tampoco lo condenamos”, contaba, cigarrillo en boca, este periodista de investigación islandés enrolado en las filas de Assange.
Una buena parte de los anonymous se aglutina en torno a la web whyweprotest.net. Hamster se conecta con su iPad a este espacio en que los miembros de la comunidad intercambian ideas e iniciativas. Este joven informático cuenta que el canal 4chan estuvo en el origen del movimiento, pero que la acción se sitúa ahora en whyweprotest. “Cualquiera puede entrar y preservar su anonimato. Eso es lo bueno. La gente se centra en lo que dicen los demás, y no en quién lo dice”.
Hamster sorbe su café con caramelo en un céntrico café de Oxford Street. Su iPad está desplegado en la mesa, está continuamente chequeándolo, responde a las preguntas, pero su mirada se va constantemente hacia la pantalla. Muestra una foto de la habitación de su casa: un ordenador, cuatro pantallas. “Así puedes estar atento a varias cosas a la vez”, dice, y suelta una entrecortada sonrisa.
Cuenta que hay cerca de 33.000 personas registradas en whyweprotest. La gran mayoría, miembros de Anonymous o simpatizantes de la causa. “Los más agresivos son la gente de Anonops, yo soy menos agresivo”. Dentro de Anonymous hay detractores de los ataques DDoS. “Creo que esos ataques nos desacreditan”, afirma Magnonymous. “Van a utilizarlos para criminalizarnos y para generar propaganda negativa sobre nosotros”. Magnonymous lo tiene claro: “No debemos utilizar la violencia en ningún caso. Cualquier miembro que propusiera utilizar la violencia sería rechazado por el grupo”. Hay otro espacio en el que también se mueven los miembros del colectivo: whywefight.net, el blog informativo de los “soldados de la ciberguerra”.
Hamster se unió a Anonymous a principios de 2008. Cuenta que lo hizo al poco de abandonar la Iglesia de la Cienciología. “Me di cuenta de que no me ayudaban para nada. Lo único que hacen es convertirte en un idiota y manipularte”. Afirma que abandonó la cienciología internamente, pero no de hecho: cuenta que sigue yendo dos veces por semana y que intenta sacar documentación para ponerla a disposición de Anonymous. “Honestamente, a veces me da un miedo horrible. Si me descubrieran, convertirían mi vida en un infierno”.
La Iglesia de la Cienciología es uno de los grandes enemigos de Anonymous. La lucha contra esta secta fue lo primero que unió a todos estos ciberactivistas en 2008, y siguen en las mismas. Una lucha que en realidad arrancó a mediados de los noventa, pero que tomó cuerpo en 2008. A los anonymous no les gusta la seudociencia, ni, por lo general, las religiones. Sostienen que la tecnología debe servir para expandir el conocimiento, no para controlar las mentes. Como explica la profesora Gabriella Coleman, antropóloga de la Universidad de Nueva York especializada en el mundo hacker y estudiosa del fenómeno Anonymous, la Iglesia de la Cienciología es la perfecta antítesis de Anonymous, el fenómeno inverso: oscurantismo, ocultamiento, censura. Destapar los secretos de una organización secretista, de una organización religiosa con marca registrada, sostiene, se convirtió en el primer gran desafío de Anonymous. En febrero de 2008, los miembros que se reunían en la Red desde sus casas trasladaron sus protestas a la calle, a la “vida real”. Hubo manifestaciones en Londres, Ámsterdam, Berlín, Sidney.
“Fue cuando más gente de Anonymous he visto en la calle”, reconoce Hamster. PayPal. Visa. Mastercad. Amazon. PostFinance. La web de la fiscalía sueca, la del partido irlandés Fine Gael, las del régimen tunecino. No hay fronteras para Anonymous. La lucha contra la cienciología les unió. La lucha pro Wikileaks les ha reunido de nuevo. Cualquier ataque a los derechos humanos, cualquier intento de censurar, se produzca donde se produzca, será castigado por ellos con las armas que tienen a su alcance. “Si hubiera una revolución”, dice Hamster, “Internet nos proporcionaría la tecnología”.
Operaciones recientes
6 y 7 de diciembre de 2010. Operación Payback (Venganza): Ataques DDoS contra Paypal, Mastercard, PostFinance, Amazon y Visa. Las webs de la fiscalía sueca y del abogado de las dos mujeres que presentaron cargos contra Assange también fueron atacadas.
18 de diciembre de 2010. Operación Paperstorm. Flyers y pintadas para dar a conocer a Anonymous y su lucha por la libertad de Assange.
Mediados de diciembre: Operación Leakspin, para dar a conocer el contenido de cables de la diplomacia norteamericana que pasaron desapercibidos.
20 de diciembre: Operación Sinde: Ataques DDoS contra las webs de PSOE, CiU y del Congreso de los Diputados.
2 de enero de 2011. Anonymous anuncia la Operación Tunisia y colapsa las webs del régimen tras la inmolación de un joven tunecino.
8 de enero de 2011. Operación contra la página del partido irlandés Fine Gael.
webs
www.whyweprotest.net
www.4chan.org
http://www.whywefight.net/
LENGUAJE MACHISTA. JESÚS MARTÍN OSTIOS
YA TENEMOS BASTANTE
Ya tenemos bastante con la que nos está cayendo para que ahora encima nos inventemos otros. Leía el otro día en la prensa la crítica una lectora la introducción a una entrevista realizada a Iciar Bollaín el pasado 26 de diciembre. Criticaba la introducción que se hacía de la directora cuando señalaba el artículo “Tiene cara de niña traviesa; el pelo, rojo; la sonrisa, amplia; el cuerpo, menudo,… a simple vista no da la impresión de la ser la Jefa…”.
A dicha lectora le pido que cambie los términos y que imagine que la entrevista fuese a Alejandro Amenábar y se dijese “Tiene cara de niño travieso, el pelo, negro; la sonrisa amplia; el cuerpo, menudo,… a simple vista no da la impresión de ser el jefe”. Ese juego de palabras del que usted habla está muy rebuscado. No niego que muchas mujeres padezcan este tipo de problemas y que los medios de comunicación vayan en esa línea en muchas ocasiones, pero no busquemos problemas donde no los hay.
JESÚS MARTÍN OSTIOS
Ya tenemos bastante con la que nos está cayendo para que ahora encima nos inventemos otros. Leía el otro día en la prensa la crítica una lectora la introducción a una entrevista realizada a Iciar Bollaín el pasado 26 de diciembre. Criticaba la introducción que se hacía de la directora cuando señalaba el artículo “Tiene cara de niña traviesa; el pelo, rojo; la sonrisa, amplia; el cuerpo, menudo,… a simple vista no da la impresión de la ser la Jefa…”.
A dicha lectora le pido que cambie los términos y que imagine que la entrevista fuese a Alejandro Amenábar y se dijese “Tiene cara de niño travieso, el pelo, negro; la sonrisa amplia; el cuerpo, menudo,… a simple vista no da la impresión de ser el jefe”. Ese juego de palabras del que usted habla está muy rebuscado. No niego que muchas mujeres padezcan este tipo de problemas y que los medios de comunicación vayan en esa línea en muchas ocasiones, pero no busquemos problemas donde no los hay.
JESÚS MARTÍN OSTIOS
EL RESCATE DE ESPAÑA. JUAN TORRES LÓPEZ
¿A quién interesa y cómo sería el "rescate" de España?
No sé si eso va a ser inevitable o no, o si las autoridades europeas ayudarán a evitar o a que se produzca el "rescate". Pero tengo la impresión de que un gobierno solo dispuesto a cumplir con las demandas constantes de los acreedores y especuladores para tratar de generarles confianza, como hizo precisamente el irlandés, lejos de ahuyentar el peligro, lo va a atraer sin remisión. Y también la seguridad de que si la ciudadanía no influye en el proceso será la que finalmente pague, en cualquier escenario que se produzca, sus consecuencias.
Cuando se está hablando tanto de la necesidad, de la inminencia o de la posibilidad de un "rescate" de la economía española conviene reflexionar y poner algunas cosas en claro.
Se dice que un grupo de países o instituciones, como podrían ser la Unión Europea o el Fondo Monetario Internacional,"rescatan" a un país cuando le conceden un crédito a pagar en un determinado plazo que le permite cubrir los "agujeros" que por diversas razones (generalmente por acumulación de déficit y deudas) hayan podido producir su insolvencia.
Se dice que un grupo de países o instituciones, como podrían ser la Unión Europea o el Fondo Monetario Internacional,"rescatan" a un país cuando le conceden un crédito a pagar en un determinado plazo que le permite cubrir los "agujeros" que por diversas razones (generalmente por acumulación de déficit y deudas) hayan podido producir su insolvencia.
Pero hay que tener en cuenta que esos agujeros pueden ser de naturaleza muy variada. Así, muchas dictaduras y gobiernos militares de los años setenta y ochenta endeudaron a sus países, con la connivencia de los grandes bancos internacionales, con préstamos que en ocasiones ni siquiera llegaron a ellos sino que se utilizaron fuera del país para negocios corruptos. Otras veces los utilizaron en obras completamente inútiles o directamente para enriquecer a los grandes empresarios y banqueros.
En el reciente caso de Irlanda, la necesidad perentoria de "ayuda" se debe a que hay que cubrir las pérdidas multimillonarias del sector bancario. Y una parte importante de la deuda pública griega que ha sido "rescatada" recientemente se originó para comprar armamento a Francia o Alemania.
Cuando la acumulación de deuda a la que no se puede hacer frente es muy grande, los acreedores son los primeros interesados en que se produzca el "rescate" del país pues de esa manera se aseguran su reintegro. Y suelen ser ellos los que lo promueven. El dinero que llega con el "rescate" se dedica a saldar sus deudas y la nueva que se origina con las instituciones que rescatan la pagan los ciudadanos en su conjunto a lo largo del tiempo. Los "rescates" consisten, pues, en convertir deuda privada, que por lo general han generado y disfrutado los sectores más ricos, en deuda pública que pagarán principalmente las clases de rentas más bajas.
Pero la cosa no queda ahí. El "rescate" no se produce nunca como una dádiva sino a condición de que el país "rescatado" cumpla una serie de condiciones. La primera, que esta nueva deuda tenga siempre carácter preferente y, además, que se tomen las medidas de política económica y cambio estructural que convengan a quien "rescata".
Gracias a ese procedimiento, la deuda externa que se originó en muchos países a lo largo de los años setenta y ochenta fue la antesala de la aplicación de las políticas neoliberales que promueven el Fondo Monetario Internacional y los grupos más poderosos del mundo que, para cerrar el círculo, son además los que se benefician del saldo de la deuda.
Pues bien en relación con la situación española habría que preguntarse si el "rescate" es necesario, es decir, si es que España es insolvente y no puede o no va a poder pagar su deuda, y qué efectos tendría. La deuda española tiene dos componentes, la deuda pública y la privada. La primera es de unos 600.000 millones de euros pero en relación con el PIB es casi veinte puntos menor que la media europea. Se puede afirmar que es sostenible y que a poco que la economía crezca incluso moderadamente se puede ir amortizando sin problemas. Además, como todo el mundo sabe, ha crecido extraordinariamente en los últimos meses pero como consecuencia del impacto también extraordinario de la crisis. Si bien es un problema al que siempre hay que hacer frente, no tendría por qué generar una situación de insolvencia ni muchísimo menos.
Los problemas que está provocando actualmente podrían aliviarse casi por completo si se recuperase la actividad económica aplicando las políticas adecuadas para ello, si se frenara la actividad de los especuladores y, con más seguridad aún, si hubiera una estrategia de apoyo por parte del Banco Central Europeo como expliqué en otro texto (El Banco Central Europeo frente a la deuda: se necesita algo más que comprar bonos).
Sin embargo, es cierto que podría plantear una grave problema si la actividad económica se sigue deteriorando como consecuencia de la aplicación de las políticas equivocadas que se vienen adoptando y si no se cambia de rumbo pronto hacia otra base de generación de actividad pues el modelo anterior es justamente el que provocó los problemas que sufrimos, si no encuentra financiadores a pesar de ser limitada en su cuantía o si se encarece en demasía, lo que suele ser el resultado de que se recurra al mercado en lugar de a los bancos centrales y de que se permita que los especuladores que lo controlan aprovechen la situación para provocar alzas en los tipos o para extorsionar a los gobiernos. Y también si alguna o varias de estas circunstancias, aunque se dieran en pequeña medida, coinciden al mismo tiempo en momentos en los que se concentre una cantidad más importante de ventas de títulos de la deuda (como va a ocurrir en los primeros meses de 2011).
La deuda privada española es mucho mayor que la pública. Las familias españolas deben aproximadamente un billón de euros a los bancos y las empresas algo más de 1,3 billones. Y, por otro lado, los bancos españoles tienen deudas, por su parte, tanto con el Banco Central Europeo (aunque fluctúa mucho, algo más de 60.000 millones de euros en estos momentos) como con otros bancos del resto del mundo, en una cantidad global muy difícil de cuantificar pero de cuya magnitud da idea el que tengan que amortizar unos 200.000 millones de euros en 2011 y 2012.
El problema se plantea lógicamente cuando toda esa deuda empieza a fallar, cuando la economía no genera suficientes ingresos y aumenta la morosidad como viene ocurriendo como consecuencia de la crisis, y es especialmente grave cuando el incumplimiento afecta a extranjeros y cuando, además, está concentrada en pocos acreedores, como en gran medida está ocurriendo con España.
Según el último informe del Banco Internacional de Pagos, España tiene una deuda de alrededor de un billón de dólares con bancos extranjeros, de la cual un 11% procede del sector público, un 25,7% de los bancos españoles, un 36% de empresas y el resto (26,6%) de operaciones con derivados que implican principalmente a la banca.
La cuestión, pues, está en dilucidar, por un lado, si los bancos españoles podrían absorber sin problemas la morosidad al alza y las pérdidas patrimoniales derivadas del estallido de la burbuja inmobiliaria porque estos bancos, a su vez, han financiado esa deuda con préstamos que han recibido de bancos extranjeros. Y, por otro lado, si los bancos extranjeros, y principalmente europeos, van a esperar a que todo vaya solucionándose o si van a tratar de garantizarse el pago de deuda mediante un "rescate".
Aquí, precisamente, radica el quid de la cuestión.
El incremento de la deuda privada española es el resultado de dos circunstancias coincidentes. Por un lado, los bancos de países con exceso de ahorro como los alemanes tuvieron un excedente muy grande en los últimos años y en lugar de dedicarlo a impulsar el desarrollo económico alemán y a favorecer el incremento de las rentas en aquel país, lo dedicaron a financiar a bancos de otros países, entre ellos los españoles. Por otro, para obtener esa financiación lo que hicieron los bancos españoles fue vender a los alemanes activos financieros vinculados al negocio inmobiliario (cédulas hipotecarias por ejemplo).
Cuando estalla la crisis eso produjo un hecho singular que a grandes rasgos es el siguiente. Gracias a las normas contables existentes, los bancos españoles podían seguir valorando los activos relativos al negocio inmobiliario al precio de adquisición (y no al más bajo que tienen cuando estalla la burbuja). Pero los bancos alemanes tienen su inversión en títulos secundarios (no la hipoteca original que tiene el banco español, sino el derivado de ella que han comprado para financiarlo) que han de valorar al precio actual de mercado.
Así, los bancos españoles han podido ocultar sus pérdidas verdaderas porque siguen contabilizando activos descapitalizados al valor anterior pero los alemanes sí las registran. Y la cuestión radica, por tanto, en saber si los bancos alemanes (en la mayor parte, aunque también el resto de los grandes acreedores de España) van a confiar en que se irá saliendo bien de la situación actual y así cobrando poco a poco si, por el contrario, prefieren asegurarse el cobro de su deuda "rescatando" a España antes de que ésta, si no mejora la situación económica o si se ve acosada por los especuladores y se ve obligada finalmente a declarar que no puede hacer frente a compromisos.
Si esto último ocurriera sería fatal, porque el “default” de España arrastraría con él a los bancos europeos y quizá a otras economía. De ahí que muchos acreedores piensen que es mejor forzar el "rescate".
Pero un "rescate" de España tiene graves inconvenientes. El mayor, que el dinero que habría que poner para llevarlo a cabo es mucho: se ha llegado a decir que incluso alrededor de 500.000 millones de euros, o incluso más, una cantidad que desestabilizaría a toda la zona euro no solo desde el punto de vista financiero o monetario, entre otras cosas, porque daría pie a que otros acreedores quisieran hacer lo mismo con la deuda de otros países…
Pero, por otro lado, la operación de "rescate" tendría para los grandes grupos de poder otras ventajas no solo financieras. Daría un extraordinario impulso a los bancos y justificaría un replanteamiento general de la estrategia europea en la líneas que al parecer desea, yo creo que muy equivocadamente, el gobierno y los grandes centros del poder económico alemanes. Además, el "rescate" iría acompañado de un programa de reformas de liberalización en España en la línea neoliberal que lógicamente sería proporcional al shock que provocaría la situación y a la inmensa cuantía del rescate, lo que daría satisfacción a los sectores que lo vienen reclamando desde hace tiempo.
De todo lo anterior se podrían deducir tres conclusiones fundamentales.
En primer lugar, que el "rescate" de España sería en realidad y como en otras ocasiones, el de sus acreedores y, en este caso, principalmente de los bancos alemanes y europeos, lo que da a entender que efectivamente éstos pueden estar altamente interesados en que se lleve a cabo. Y dado que el "rescate" justificaría la aplicación de medidas de liberalización excepcionales, podría aventurarse también que en él pueden estar igualmente interesados sectores nacionales que quieren "transformar" España en esta línea ya expresada al Rey por grandes empresarios y líderes de opinión.
En segundo lugar, que la economía española no es en estos momentos insolvente ni hay razones estructurales que aventuren que tenga que estar en esa situación (salvo que se sigan aplicando durante mucho más tiempo las equivocadas políticas de austeridad actuales y que se tarde en modificar las bases de nuestro modelo de crecimiento), de modo que su "rescate" solo podría ser consecuencia de un proceso provocado o inducido.
Tercero, que esa inducción del rescate podría venir por dos posibles vías. Una, la presión especulativa muy fuerte concentrada en algún momento, posiblemente a finales de enero o en febrero de 2011 cuando se negocie el gran volumen de emisiones de deuda inmediatamente posteriores. Otra, por una presión externa que fuerce a reconocer la situación patrimonial real de los bancos españoles hasta mostrarla como explosiva y de ahí se obligue a intervenir para actuar con ellos como con los irlandeses.
En el reciente caso de Irlanda, la necesidad perentoria de "ayuda" se debe a que hay que cubrir las pérdidas multimillonarias del sector bancario. Y una parte importante de la deuda pública griega que ha sido "rescatada" recientemente se originó para comprar armamento a Francia o Alemania.
Cuando la acumulación de deuda a la que no se puede hacer frente es muy grande, los acreedores son los primeros interesados en que se produzca el "rescate" del país pues de esa manera se aseguran su reintegro. Y suelen ser ellos los que lo promueven. El dinero que llega con el "rescate" se dedica a saldar sus deudas y la nueva que se origina con las instituciones que rescatan la pagan los ciudadanos en su conjunto a lo largo del tiempo. Los "rescates" consisten, pues, en convertir deuda privada, que por lo general han generado y disfrutado los sectores más ricos, en deuda pública que pagarán principalmente las clases de rentas más bajas.
Pero la cosa no queda ahí. El "rescate" no se produce nunca como una dádiva sino a condición de que el país "rescatado" cumpla una serie de condiciones. La primera, que esta nueva deuda tenga siempre carácter preferente y, además, que se tomen las medidas de política económica y cambio estructural que convengan a quien "rescata".
Gracias a ese procedimiento, la deuda externa que se originó en muchos países a lo largo de los años setenta y ochenta fue la antesala de la aplicación de las políticas neoliberales que promueven el Fondo Monetario Internacional y los grupos más poderosos del mundo que, para cerrar el círculo, son además los que se benefician del saldo de la deuda.
Pues bien en relación con la situación española habría que preguntarse si el "rescate" es necesario, es decir, si es que España es insolvente y no puede o no va a poder pagar su deuda, y qué efectos tendría. La deuda española tiene dos componentes, la deuda pública y la privada. La primera es de unos 600.000 millones de euros pero en relación con el PIB es casi veinte puntos menor que la media europea. Se puede afirmar que es sostenible y que a poco que la economía crezca incluso moderadamente se puede ir amortizando sin problemas. Además, como todo el mundo sabe, ha crecido extraordinariamente en los últimos meses pero como consecuencia del impacto también extraordinario de la crisis. Si bien es un problema al que siempre hay que hacer frente, no tendría por qué generar una situación de insolvencia ni muchísimo menos.
Los problemas que está provocando actualmente podrían aliviarse casi por completo si se recuperase la actividad económica aplicando las políticas adecuadas para ello, si se frenara la actividad de los especuladores y, con más seguridad aún, si hubiera una estrategia de apoyo por parte del Banco Central Europeo como expliqué en otro texto (El Banco Central Europeo frente a la deuda: se necesita algo más que comprar bonos).
Sin embargo, es cierto que podría plantear una grave problema si la actividad económica se sigue deteriorando como consecuencia de la aplicación de las políticas equivocadas que se vienen adoptando y si no se cambia de rumbo pronto hacia otra base de generación de actividad pues el modelo anterior es justamente el que provocó los problemas que sufrimos, si no encuentra financiadores a pesar de ser limitada en su cuantía o si se encarece en demasía, lo que suele ser el resultado de que se recurra al mercado en lugar de a los bancos centrales y de que se permita que los especuladores que lo controlan aprovechen la situación para provocar alzas en los tipos o para extorsionar a los gobiernos. Y también si alguna o varias de estas circunstancias, aunque se dieran en pequeña medida, coinciden al mismo tiempo en momentos en los que se concentre una cantidad más importante de ventas de títulos de la deuda (como va a ocurrir en los primeros meses de 2011).
La deuda privada española es mucho mayor que la pública. Las familias españolas deben aproximadamente un billón de euros a los bancos y las empresas algo más de 1,3 billones. Y, por otro lado, los bancos españoles tienen deudas, por su parte, tanto con el Banco Central Europeo (aunque fluctúa mucho, algo más de 60.000 millones de euros en estos momentos) como con otros bancos del resto del mundo, en una cantidad global muy difícil de cuantificar pero de cuya magnitud da idea el que tengan que amortizar unos 200.000 millones de euros en 2011 y 2012.
El problema se plantea lógicamente cuando toda esa deuda empieza a fallar, cuando la economía no genera suficientes ingresos y aumenta la morosidad como viene ocurriendo como consecuencia de la crisis, y es especialmente grave cuando el incumplimiento afecta a extranjeros y cuando, además, está concentrada en pocos acreedores, como en gran medida está ocurriendo con España.
Según el último informe del Banco Internacional de Pagos, España tiene una deuda de alrededor de un billón de dólares con bancos extranjeros, de la cual un 11% procede del sector público, un 25,7% de los bancos españoles, un 36% de empresas y el resto (26,6%) de operaciones con derivados que implican principalmente a la banca.
La cuestión, pues, está en dilucidar, por un lado, si los bancos españoles podrían absorber sin problemas la morosidad al alza y las pérdidas patrimoniales derivadas del estallido de la burbuja inmobiliaria porque estos bancos, a su vez, han financiado esa deuda con préstamos que han recibido de bancos extranjeros. Y, por otro lado, si los bancos extranjeros, y principalmente europeos, van a esperar a que todo vaya solucionándose o si van a tratar de garantizarse el pago de deuda mediante un "rescate".
Aquí, precisamente, radica el quid de la cuestión.
El incremento de la deuda privada española es el resultado de dos circunstancias coincidentes. Por un lado, los bancos de países con exceso de ahorro como los alemanes tuvieron un excedente muy grande en los últimos años y en lugar de dedicarlo a impulsar el desarrollo económico alemán y a favorecer el incremento de las rentas en aquel país, lo dedicaron a financiar a bancos de otros países, entre ellos los españoles. Por otro, para obtener esa financiación lo que hicieron los bancos españoles fue vender a los alemanes activos financieros vinculados al negocio inmobiliario (cédulas hipotecarias por ejemplo).
Cuando estalla la crisis eso produjo un hecho singular que a grandes rasgos es el siguiente. Gracias a las normas contables existentes, los bancos españoles podían seguir valorando los activos relativos al negocio inmobiliario al precio de adquisición (y no al más bajo que tienen cuando estalla la burbuja). Pero los bancos alemanes tienen su inversión en títulos secundarios (no la hipoteca original que tiene el banco español, sino el derivado de ella que han comprado para financiarlo) que han de valorar al precio actual de mercado.
Así, los bancos españoles han podido ocultar sus pérdidas verdaderas porque siguen contabilizando activos descapitalizados al valor anterior pero los alemanes sí las registran. Y la cuestión radica, por tanto, en saber si los bancos alemanes (en la mayor parte, aunque también el resto de los grandes acreedores de España) van a confiar en que se irá saliendo bien de la situación actual y así cobrando poco a poco si, por el contrario, prefieren asegurarse el cobro de su deuda "rescatando" a España antes de que ésta, si no mejora la situación económica o si se ve acosada por los especuladores y se ve obligada finalmente a declarar que no puede hacer frente a compromisos.
Si esto último ocurriera sería fatal, porque el “default” de España arrastraría con él a los bancos europeos y quizá a otras economía. De ahí que muchos acreedores piensen que es mejor forzar el "rescate".
Pero un "rescate" de España tiene graves inconvenientes. El mayor, que el dinero que habría que poner para llevarlo a cabo es mucho: se ha llegado a decir que incluso alrededor de 500.000 millones de euros, o incluso más, una cantidad que desestabilizaría a toda la zona euro no solo desde el punto de vista financiero o monetario, entre otras cosas, porque daría pie a que otros acreedores quisieran hacer lo mismo con la deuda de otros países…
Pero, por otro lado, la operación de "rescate" tendría para los grandes grupos de poder otras ventajas no solo financieras. Daría un extraordinario impulso a los bancos y justificaría un replanteamiento general de la estrategia europea en la líneas que al parecer desea, yo creo que muy equivocadamente, el gobierno y los grandes centros del poder económico alemanes. Además, el "rescate" iría acompañado de un programa de reformas de liberalización en España en la línea neoliberal que lógicamente sería proporcional al shock que provocaría la situación y a la inmensa cuantía del rescate, lo que daría satisfacción a los sectores que lo vienen reclamando desde hace tiempo.
De todo lo anterior se podrían deducir tres conclusiones fundamentales.
En primer lugar, que el "rescate" de España sería en realidad y como en otras ocasiones, el de sus acreedores y, en este caso, principalmente de los bancos alemanes y europeos, lo que da a entender que efectivamente éstos pueden estar altamente interesados en que se lleve a cabo. Y dado que el "rescate" justificaría la aplicación de medidas de liberalización excepcionales, podría aventurarse también que en él pueden estar igualmente interesados sectores nacionales que quieren "transformar" España en esta línea ya expresada al Rey por grandes empresarios y líderes de opinión.
En segundo lugar, que la economía española no es en estos momentos insolvente ni hay razones estructurales que aventuren que tenga que estar en esa situación (salvo que se sigan aplicando durante mucho más tiempo las equivocadas políticas de austeridad actuales y que se tarde en modificar las bases de nuestro modelo de crecimiento), de modo que su "rescate" solo podría ser consecuencia de un proceso provocado o inducido.
Tercero, que esa inducción del rescate podría venir por dos posibles vías. Una, la presión especulativa muy fuerte concentrada en algún momento, posiblemente a finales de enero o en febrero de 2011 cuando se negocie el gran volumen de emisiones de deuda inmediatamente posteriores. Otra, por una presión externa que fuerce a reconocer la situación patrimonial real de los bancos españoles hasta mostrarla como explosiva y de ahí se obligue a intervenir para actuar con ellos como con los irlandeses.
No sé si eso va a ser inevitable o no, o si las autoridades europeas ayudarán a evitar o a que se produzca el "rescate". Pero tengo la impresión de que un gobierno solo dispuesto a cumplir con las demandas constantes de los acreedores y especuladores para tratar de generarles confianza, como hizo precisamente el irlandés, lejos de ahuyentar el peligro, lo va a atraer sin remisión. Y también la seguridad de que si la ciudadanía no influye en el proceso será la que finalmente pague, en cualquier escenario que se produzca, sus consecuencias.
LAS ILUSIONES PERDIDAS. CONCHA CABALLERO
LAS ILUSIONES PERDIDAS. ARTÍCULO PUBLICADO EN EL PAÍS
No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel. Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. "Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo... Regresarán en pocos meses".
Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.
No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.
Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.
No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.
En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.
No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.
No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.
No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel. Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. "Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo... Regresarán en pocos meses".
Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.
No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.
Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.
No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.
En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.
No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.
No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.
VIOLACIONES Y FASCISTAS. ARTURO PÉREZ REVERTE
SOBRE VIOLACIONES Y FASCISTAS
ARTÍCULO PUBLICADO EN XL SEMANAL
Si algo desvirtúa y ahueca las palabras, vaciándolas de significado, es la estupidez de quienes abusan de ellas. Me refiero a ésos que entran a saco en el diccionario -que encima no consultan jamás- y, con la ausencia de complejos del analfabeto o el capullo en flor, machacan un término al que convierten en perejil de todas las salsas, retorciendo su sentido original hasta que no puede reconocerlo ni la madre que lo parió.
Y al cabo, cuando la gente seria necesita esa palabra para usarla en su sentido exacto, se encuentra con que la infeliz comparece tan ajada y maltrecha que no sirve para nada. Los que cada día trabajamos dándole a la tecla, eso lo notamos mucho. Como también lo aprecia cualquiera que tenga sentido común y se fije. Puesto en verso, es lo que le ocurre al pobre Luis Mejías con doña Ana de Pantoja, en el Tenorio, cuando dice aquello de: «Don Juan, yo la amaba, sí. / Mas con lo que hais osado / imposible la hais dejado / para vos y para mí».
Un ejemplo, entre muchos, es la palabra fascista; que, de aludir al movimiento nacionalista surgido en Italia después de la Primera Guerra Mundial, con su encarnación hispana en el falangismo y otras tendencias hermanas, pasó a definir durante la Guerra Civil, en boca de la izquierda radical, al bando nacional e incluso a los republicanos moderados. Heredada por el franquismo, la palabra fue patrimonio de la ultraderecha durante la Transición, antes de verse felizmente olvidada durante veinte años. Pero en los últimos tiempos ha vuelto a ponerse de moda. La necesidad, a falta de coherencia ideológica propia, de poner etiquetas al adversario, hace que ahora se aplique a cualquier persona o situación que se aparte, no ya de una posición de izquierda, sino de lo social y políticamente correcto, e incluso de la más fresca tontería de moda.
Así, alguien que se peine con fijador o vista con corrección puede ser calificado de fascista, igual que el aficionado a los toros, quien enciende un cigarrillo o el que ejerce violencia doméstica. Todo se presenta en el mismo paquete, el de fascistas o fachas, como si fuera improbable que alguien de izquierdas se peine con raya, fume, le guste ir a los toros o le pegue a una mujer. Por supuesto, quien más jugo saca al término es la clase política: ni los del Pepé de Murcia se cortaron llamando fascistas -en vez de animales miserables y cobardes, que es lo adecuado- a quienes apalearon hace unos días a su consejero de Cultura, ni un consejero de la junta andaluza llamado Pizarro se privó de llamar fascistas a los funcionarios, algunos afiliados a su mismo partido, o votantes de él, que boicotean los actos del Pesoe.
La cosa no se limita a España, claro. Con los tiempos que corren y los que van a correr, la tontería es internacional. Pensaba en eso leyendo las manifestaciones de unas ecologistas inglesas que aseguraban «sentirse violadas» porque el compañero de lucha con el que se dieron muchos, repetidos y voluntarios homenajes carnales, resultó ser un policía infiltrado. Y claro. La diferencia entre irse a la cama con un ecologista o con un policía es que el txakurra te viola. Tú puede que no te percates; pero él, en su fuero interno, sabe que te viola. El fascista. Frente a eso, ya me dirán ustedes qué palabra reservamos al violador de verdad; al que fuerza sexualmente a una mujer -o a un hombre, que siempre olvidamos ese detalle- abusando de su vigor físico, de la amenaza, del estatus económico o social. Al auténtico hijo de puta de toda la vida.
Pues, si de violar en serio hablamos, les aseguro que ni idea tienen ciertos gilipollas y ciertas gilipollos. Pregúntenle a Márquez y a los colegas con los que andábamos por los Balcanes qué es violar de verdad, y a lo mejor los pillan relajados y se lo cuentan. Mujeres entre los escombros de sus casas, degolladas después de pasarles por encima docenas de serbios o croatas. Hoteles llenos de jóvenes apresadas para disfrute de la tropa, a las que se pegaba un tiro cuando quedaban preñadas. O aquella ciudad de Eritrea, abril de 1977, cuando un jovencísimo reportero que ustedes conocen tuvo el amargo privilegio de asistir, impotente, a la caza de cuanta mujer de nacionalidad etíope quedaba a mano.
Igual un día les cuento con detalle cómo gritan, primero, y luego, al quinto o sexto golpe, se callan y aguantan resignadas, gimiendo como animales. Supongo que para individuas como Pilar Rahola, María Antonia Iglesias y otras joyas de la telemierda, que tras vivir de la política viven ahora de la demagogia pseudofeminista imbécil, el arriba firmante tendría que haber evitado aquello: persuadir a mil quinientos tíos con escopetas de que lo que hacían estaba feo. Seguro que las antedichas y otros cantamañanas de ambos sexos lo habrían evitado, con dos cojones. Interponiéndose. Así que seguramente me llamarán violador pasivo, por defecto.
Y fascista.
ARTÍCULO PUBLICADO EN XL SEMANAL
Si algo desvirtúa y ahueca las palabras, vaciándolas de significado, es la estupidez de quienes abusan de ellas. Me refiero a ésos que entran a saco en el diccionario -que encima no consultan jamás- y, con la ausencia de complejos del analfabeto o el capullo en flor, machacan un término al que convierten en perejil de todas las salsas, retorciendo su sentido original hasta que no puede reconocerlo ni la madre que lo parió.
Y al cabo, cuando la gente seria necesita esa palabra para usarla en su sentido exacto, se encuentra con que la infeliz comparece tan ajada y maltrecha que no sirve para nada. Los que cada día trabajamos dándole a la tecla, eso lo notamos mucho. Como también lo aprecia cualquiera que tenga sentido común y se fije. Puesto en verso, es lo que le ocurre al pobre Luis Mejías con doña Ana de Pantoja, en el Tenorio, cuando dice aquello de: «Don Juan, yo la amaba, sí. / Mas con lo que hais osado / imposible la hais dejado / para vos y para mí».
Un ejemplo, entre muchos, es la palabra fascista; que, de aludir al movimiento nacionalista surgido en Italia después de la Primera Guerra Mundial, con su encarnación hispana en el falangismo y otras tendencias hermanas, pasó a definir durante la Guerra Civil, en boca de la izquierda radical, al bando nacional e incluso a los republicanos moderados. Heredada por el franquismo, la palabra fue patrimonio de la ultraderecha durante la Transición, antes de verse felizmente olvidada durante veinte años. Pero en los últimos tiempos ha vuelto a ponerse de moda. La necesidad, a falta de coherencia ideológica propia, de poner etiquetas al adversario, hace que ahora se aplique a cualquier persona o situación que se aparte, no ya de una posición de izquierda, sino de lo social y políticamente correcto, e incluso de la más fresca tontería de moda.
Así, alguien que se peine con fijador o vista con corrección puede ser calificado de fascista, igual que el aficionado a los toros, quien enciende un cigarrillo o el que ejerce violencia doméstica. Todo se presenta en el mismo paquete, el de fascistas o fachas, como si fuera improbable que alguien de izquierdas se peine con raya, fume, le guste ir a los toros o le pegue a una mujer. Por supuesto, quien más jugo saca al término es la clase política: ni los del Pepé de Murcia se cortaron llamando fascistas -en vez de animales miserables y cobardes, que es lo adecuado- a quienes apalearon hace unos días a su consejero de Cultura, ni un consejero de la junta andaluza llamado Pizarro se privó de llamar fascistas a los funcionarios, algunos afiliados a su mismo partido, o votantes de él, que boicotean los actos del Pesoe.
La cosa no se limita a España, claro. Con los tiempos que corren y los que van a correr, la tontería es internacional. Pensaba en eso leyendo las manifestaciones de unas ecologistas inglesas que aseguraban «sentirse violadas» porque el compañero de lucha con el que se dieron muchos, repetidos y voluntarios homenajes carnales, resultó ser un policía infiltrado. Y claro. La diferencia entre irse a la cama con un ecologista o con un policía es que el txakurra te viola. Tú puede que no te percates; pero él, en su fuero interno, sabe que te viola. El fascista. Frente a eso, ya me dirán ustedes qué palabra reservamos al violador de verdad; al que fuerza sexualmente a una mujer -o a un hombre, que siempre olvidamos ese detalle- abusando de su vigor físico, de la amenaza, del estatus económico o social. Al auténtico hijo de puta de toda la vida.
Pues, si de violar en serio hablamos, les aseguro que ni idea tienen ciertos gilipollas y ciertas gilipollos. Pregúntenle a Márquez y a los colegas con los que andábamos por los Balcanes qué es violar de verdad, y a lo mejor los pillan relajados y se lo cuentan. Mujeres entre los escombros de sus casas, degolladas después de pasarles por encima docenas de serbios o croatas. Hoteles llenos de jóvenes apresadas para disfrute de la tropa, a las que se pegaba un tiro cuando quedaban preñadas. O aquella ciudad de Eritrea, abril de 1977, cuando un jovencísimo reportero que ustedes conocen tuvo el amargo privilegio de asistir, impotente, a la caza de cuanta mujer de nacionalidad etíope quedaba a mano.
Igual un día les cuento con detalle cómo gritan, primero, y luego, al quinto o sexto golpe, se callan y aguantan resignadas, gimiendo como animales. Supongo que para individuas como Pilar Rahola, María Antonia Iglesias y otras joyas de la telemierda, que tras vivir de la política viven ahora de la demagogia pseudofeminista imbécil, el arriba firmante tendría que haber evitado aquello: persuadir a mil quinientos tíos con escopetas de que lo que hacían estaba feo. Seguro que las antedichas y otros cantamañanas de ambos sexos lo habrían evitado, con dos cojones. Interponiéndose. Así que seguramente me llamarán violador pasivo, por defecto.
Y fascista.