Boardwalk Empire, el imperio de la expectación. SERGIO RUIZ ANTORÁN

Boardwalk Empire, el imperio de la expectación
SERGIO RUIZ. PUBLICADO EN http://puertabierta.wordpress.com/

Cuando juntas en un mismo proyecto de la HBO, la meca de las series de ficción americanas, al director Martin Scorsese (Taxi Driver, El Cabo del Miedo, Casino…), a los guionistas y productores Tim Van Patten y Terence Winter (Los Soprano) y a los actores Michael Pitt (Soñadores) o Steve Buscemi (Fargo, Reservoir Dogs…) solo puedes pensar en el día que vas a poder sentarte en el sofá de tu casa, encender la tele y disfrutar de la maravilla que seguro han creado. ‘Boardwalk Empire‘ logró unir a este elenco de estrellas de la pequeña y de la gran pantalla y, por lo tanto, aglutinar unas expectativas a la altura de los nombre mencionados.

Si además leemos por encima el guión, las manos empiezan a frotarse automáticamente y ni la Sinde es capaz de parar la descarga de excitación. La serie se emplaza en la Atlantic City de los ‘Locos Años 20′, en los tiempos de la Ley Seca y cuenta la historia de Enoch ‘Nucky’ Thompson (Buscemi), tesorero y ‘propietario’ de la ciudad, y del ambiente de corrupción y doble moral que se cuece en un entorno donde la Mafia campa a sus anchas y se confunde entre la cúspide política y policial. El ahijado de Nucky es Jimmy Darmody (Pitt), que al volver de la Primera Guerra Mundial no consigue escapar de su nueva condición: frío asesino. La trama toma como punto de partido el libro de Nelson Johnson, ‘Boardwalk Empire: The Birth, High Times, and Corruption of Atlantic City’ y en ella van apareciendo personajes del Hampa tan reconocibles como un ‘principiante’ Al Capone o ‘Padrinos’ como Lucky Luciano o Arnold Rothstein.

Un dato más permite a la imaginación volar hasta insuperables límites de la excitación previa al visionado. Boardwalk Empire batió el récord con un presupuesto de 20 millones de dólares para el primer capítulo (65 millones totales en los doce capítulos), firmado por el propio Scorsese, y, poco después de su debut en Estados Unidos (en el pasado mes de septiembre, en España los derechos los ha comprado Antena 3), la HBO firmó una segunda temporada. La grandiosidad de la serie queda patentada en el hecho de que se creara un estudio completo para su filmación, incluyendo un paseo marítimo ficticio, o por los efectos digitales que recrean los fondos de la Atlantic City de la época o todos los pequeños o grandes detalles (vestuario, los coches, las casas, los interiores…) que no faltan para dar veracidad de pasado a la mirada del presente. Por no comentar, otro detalle freak, como la presencia del actor afroamericano Michael K. Williams, el imborrable ‘Omar’ de ‘The Wire’. Todo tan goloso…

Pues con todos estos ingredientes de grandeza y con los Globos acumulados en su última edición (mejor serie dramática, mejor actor y mejor actriz de reparto), a mí Boardwalk Empire me ha dejado algo frío. No digo que me haya decepcionado, pero sí que me ha dejado con el freno echado. Quizá porque es una obra incompleta, porque me faltaron capítulos, quizá porque aglutina demasiadas tramas, quizá porque hay personajes que no termino de identificar u otros me piden un mayor desarrollo o más protagonismo, quizá porque a mi mente venían imágenes de películas de la misma temática como El Padrino o Scarface que baten cualquier comparación, quizá porque las expectativas eran tantas que esperaba que me dejaran sin aliento, no sé muy bien por qué, pero no me terminó de cautivar. Esperaremos a la segunda temporada a ver si Scorsese y su troupé me terminan de convencer de lo contrario. Eso sí, me apetece seguir viéndola.

Como suelo acostumbrar, se merecen un aparte las bellas señoritas que salen en la serie. La belleza, muy natural, sin grandes curvas, de actrices, por citar dos del exquisito casting, como la seductora mamá Gretchen Mol o la tigresa amante de ‘Nucky’, Paz de la Huerta queda recreada en escenas de sexo muy explícito y donde poco se deja a la imaginación. La modelo Paz de la Huerta (ver la foto de abajo), en un papel secundario pero caliente como pocos, es muy poco conocida en nuestro país pese a que su padre es español y vive en Extremadura. Su hija, nacida en Nueva York, es modelo y actriz y famosa por ser ex novia de Jack Nicholson o Orlando Bloom y por protagonizar, en los últimos Globos, una etílica escena en la cena con ‘desnudo’ incluido. Está que quita el hipo.

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