El movimiento 15 M y las posteriores elecciones del 22 Mayo de 2011 que han dado una victoria rotunda al Partido Popular centran muchos de los artículos de nuestra revista. Mucho se ha escrito y se escribirá sobre el 15 M. Escuchaba Miguel Ángel Aguilar en la Cadena Ser hacer una crítica al movimiento de “Democracia Real Ya” que ha llenado las calles de España desde el 15 de Mayo. Decía el citado locutor que este movimiento no le decía nada, señalando literalmente “que no le había interesado nada de lo que había escuchado… No he visto nada diferente, nada original…”. Pues a nosotros, a Utopía, este movimiento ciudadano nos dice muchas cosas.
Hemos leído con atención el panfleto de de “Indignaos”, “Delito de Silencio” de Federico Mayor Zaragoza y “Reacciona” dirigido por Rosa María Artal. También somos oyente asiduo de diferentes debates radiofónicos. Tanto en los citados autores como en los mencionados debates he escuchado hablar de la crisis, de la indiferencia de la sociedad española, de la juventud… y ahora que hay un movimiento que pasa de las palabras a los hechos, nos quedamos de piedra al escuchar las palabras de Miguel Ángel Aguilar y otros contertulios.
Creemos que se hace mucho saliendo a la calle a protestar, ya es algo más que hacerlo sentado en un cómodo sofá o tomando un café con los amigos. Los libros que citamos, así como los tertulianos que escuchamos en radio, no dicen nada nuevo que solucionen la crisis. Analizan con bastante acierto la situación que vive nuestro país, pero no escuchamos soluciones.
En Utopía llevamos ya mucho tiempo pidiendo un gesto de la ciudadanía española. Ese gesto ha llegado con el 15 M, el gesto de la indignación. El salir a la calle ya es un paso que debería ser valorado. Por eso nos sorprende esa actitud y esa crítica a tal movimiento. Porque yo soy profesor, estoy en contacto con ese alumnado y porque yo me quedé sorprendido de la repuesta ciudadana que hubo en Málaga, mi ciudad, en tal convocatoria. Gente de todas las edades, como en los conciertos de Sabina, llenaron las calles de Málaga exigiendo una reforma real del sistema y dieron un paso, un pequeño paso, a lo mejor insignificante, pero un paso al fin y al cabo.
Ya era hora que el pueblo se levantara y expresara su descontento!! Apoyo el movimiento 15M.
ResponderEliminarMe gusta tu revista! La conozco por una tarjeta que me encontré en Luces.
Nos alegra saber que hay gente que sigue la revista. Si alguna vez quieres participar en ella ponte en contacto con nosotros a través del correo electrónico martinostios@hotmail.com. Un saludo y gracias.
ResponderEliminarUff!! He perdido el comentario,
ResponderEliminarÉste, me parece más fuera del tiesto que Miguel Angel Aguilar,
http://www.jorgetriassagnier.com/index.php/2011/05/27/%c2%bfjovenes-o-indignados
abc.es publica también su primor de artículo
Él profe que escribe la carta, seguramente será joven. Quizás no tenga recuerdos del franquismo. Málaga siempre se portó y fue solidaria. A la Pl. de la Constitución y la Alameda, siempre las llamamos Pl. de la Constitución y Alameda, aunque en el cartel pusiera Pl. de José Antonio Primo de Rivera y Alameda del Generalísimo. Nuestros padres, no se adaptaron nunca a las nuevas maneras. Quien tuvo retuvo. La esencia de Málaga capital y el interior, no son pueblos fáciles de manipular.
ResponderEliminarEl profe que escribe esto soy yo, jeje. Cuando hablo de la indiferencia me refiero a la de los últimos años, la del pasotismo generalizado ante lo que pasa. JESÚS MARTÍN OSTIOS. Un saludo
ResponderEliminarPor cierto el enlace que recomiendas, el autor está un poco chiflado
ResponderEliminarHola Jesús, discrepo. No creo que Javier Trías esté chiflado sino que es fruto de una derecha forjada en el franquismo que tiene claro que la iglesia debe ser el principal valor de referencia ya que es un instrumento muy útil para manipular a la vez que sus directrices marcan siempre el camino que "conviene", aunque no tengan nada que ver con el evangelio que pregonan.
ResponderEliminarY sí, es cierto, había y pese al 15M, sigue habiendo mucho pasotismo (quizás en las ciudades más grandes se note más que en Málaga). Lo traduzco como falta de solidaridad y poca fe en que algo mejore. Y a decir verdad ¿qué puede mejorar mientras los dirigentes políticos sean los mismos?. Algo de maquillaje quizás.
Como profesor de Historia creo que dice muchas tonterías. Respecto a lo otro que comentas, la poca fe, solidaridad y empatía son continuos en todas las ciudades, evidentemente en ciudades como Valencia, Madrid o Barcelona será mayor. El cambiar los políticos depende de nosotros y a lo mejor 15M es un paso, aunque sea pequeño.
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