BALONCESTO-HOMOSEXUALIDAD, UNA EXTRAÑA Y DIFÍCIL RELACIÓN: EL CASO DE JOHN AMAECHI.
PUBLICADO EN WWW.SOLOBASKET.COM
Los deportes también son un reflejo de la sociedad en la que vivimos. El caso del primer jugador de la NBA en declararse gay sigue siendo un caso aislado ¿Quién se posicionó a favor? ¿Quién en contra? Aquello pasó en el 2003 ¿Qué más reacciones ha habido? Hace algún tiempo, curioseando para escribir mis artículos sobre películas, me topé con algo que me llamó poderosamente la atención: una serie sobre un equipo de baloncesto en el que sus componentes son exclusivamente gays. La serie en cuestión es una especie de reality show llamado Shirts and Skins (Camisetas y Pieles, en referencia a los partidos en los que un equipo juega con camiseta y otro sin ella) y se emitió en el canal Logo (de San Francisco, USA) el 15 de septiembre del 2008.
La serie cuenta la historia del equipo San Francisco Rockdogs que tras ganar el campeonato nacional e internacional de baloncesto gay en 2006 se separan por no tener muy buen feeling. En el reality, que consta de 6 capítulos, el nuevo equipo se reúne con la intención de preparar el campeonato nacional de Chicago que se celebró en el 2008. Obviamente habrá malos rollos, tensión y demás historias diversas entre los 6 integrantes que forman este reality show.
Asimismo, podemos ver a John Amaechi (exjugador NBA y gay) y Sheryl Swoopes (tildada como la Michael Jordan femenina, jugadora de las Tulsa Shocks y lesbiana confesa) en la serie, y al leer estos nombres me puse a recordar, investigar y reflexionar sobre estos personajes.
Empecé a pensar en los jugadores de baloncesto homosexuales que conozco y me di cuenta que sólo recordaba vagamente la historia de un jugador de la NBA al que muchos pusieron a caer de un burro cuando destapo su particular caja de Pandora: John Amaechi. Pese a las muchas pesquisas realizadas por la red, también me he dado cuenta que el baloncesto, al igual que el futbol, es un deporte bastante cerrado en este tema de la homosexualidad. Está claro que a nadie con un mínimo de cordura nos debería importar la condición sexual de un jugador de un equipo de baloncesto, pero tristemente y el deporte profesional es nuevamente prueba de ello, hoy en día no es así. Y ello nos lleva a indagar en la curiosa historia del británico exNBA John Amaechi.
Efectivamente, John Ekwugha Amaechi (de padre nigeriano, nacido en Boston en 1970 y criado en Inglaterra. Sus medidas cuando estaba en activo eran de 122 kilos y 2.08) es el único jugador profesional que ha hablado de su condición homosexual hasta la fecha, pero con el matiz de que cuando lo hizo, ya estaba retirado.
El historial de Amaechi es de los de tener en cuenta: Cleveland Cavaliers, Cholet, Limoges, Virtus de Bolonia, Panathinaikos, Sheffield Sharks, Orlando Magic, Utah Jazz y Houston Rockets. Vamos que no fue ningún mindundi precisamente en el mundo del baloncesto.Actualmente sus trabajos se centran en el terreno de la psicología y motivación, aunque no hace ascos a trabajar como comentarista deportivo.
En 2007 hablaba en el programa de la televisión Outside The Lines (ESPN) y editaba el libro 'Man in the Middle' en el que declaraba abiertamente de su homosexualidad. Además descubría los problemas que le creo su tendencia sexual en la NBA, no dejando muy bien parados a varios integrantes de los Utah Jazz (el equipo del estado mormón y conservador por excelencia). Calificó al dueño Larry Miller de intolerante (de hecho es conocido por prohibir que en sus cines proyectasen la oscarizada película de temática gay Brokeback Mountain), a Karl Malone de xenófobo y aseguraba que Jerry Sloan lo odiaba. En el polo opuesto estaban el grandullón Greg Oostertag que fue el único que le preguntó si era gay directamente, o Malinka (pequeño en ruso) que todo el mundo supone que es Andrei Kirilenko, quien lo invitó a su casa en Año Nuevo con una tarjeta en la que decía no importarle su condición y que era bienvenido con la persona que quisiese.
Lo sorprendente es la reacción que tuvieron algunos de “sus compañeros” de deporte cuando hablo abiertamente de su homosexualidad: Salvo Grant Hill: “El hecho de que John haya hecho esto, puede quede a otros la posibilidad o la confianza para salir del armario también, tanto si están jugando como si están retirados”, las declaraciones de jugadores como Steven Hunter o Shavlik Randolph resultaron de dudoso gusto, aunque otros, como Pat Garrity o el entrenador Sam Mitchell se mostraban más coherentes.
Ni que decir las de Tim Hardaway: “Primero, no lo querría en mi equipo. Segundo, si estuviera en mi equipo me distanciaría de él porque no creo que eso sea correcto y no creo que debiera estar en el vestuario cuando nosotros estuviéramos en el vestuario. Una de las partes tiene que ceder, si tienes doce otros jugadores en el vestuario que están incómodos y no pueden concentrarse y siempre están preocupados de que él esté en el vestuario o en la pista o lo que sea, será difícil ganar y aceptarlo como un compañero en equipo”-o más subiditas de tono- “No me gustan las personas homosexuales ni estar cerca de ellos. Soy homófobo. No me gustan y no podrían estar en el mundo ni en Estados Unidos”, declaraciones estas que le costaron no jugar el All Star de ese mismo año en las Vegas (2007).
Lebron James, un recién llegado por esa época, lo simplificaba en un problema de confianza: “Con tus compañeros de equipo tienes que tener confianza y si eres gay y no lo admites, entonces no estás demostrando que tienes confianza en el equipo. Esa es la regla número uno dentro de un vestuario, debes confiar en los demás. Es una razón de confianza, de honestidad”.
Amaechi sin embargo parecía reírse de las críticas señalando cosas como esta: “Los tipos coquetean frente al espejo con sus cuerpos perfectos. Fanfarronean sobre sus aventuras sexuales. Se quedan frente al espejo echándose perfume y gel para pelo por galones. Se intercambian y probaban sus trajes de $10 mil, se alaban sus joyas, sus anillos, sus cadenas de oro. La camaradería es muy intensa y a ellos les parece muy normal. Viendo el vestuario, no pude aguantar la risa mientras pensaba: ‘Y yo soy el gay’”.
Por el contrario, otras anécdotas no son tan agradables y dejan al descubierto la hipocresía que encierra el mundo del deporte y nuestra sociedad en general:
“Una noche, mientras el autobús del equipo se asomaba en una ciudad de la costa del oeste, vi un cartel gigante en la autopista que decía: ‘Alguien que conoces es gay’. Tan pronto lo vi, me quité los cascos. Quería oír lo que los chicos decían. Como era de esperar, una cacofonía de horror y sorpresa fue lo que escuché. ‘Si mi hijo crece gay, lo tiro a la calle’. ‘Eso es asqueroso, dos hombres juntos’… Y los comentarios empeoraron en adelante…”.
Los últimos tiempos han sido bastante movidos en este aspecto. En verano del 2010 Manu Ginobili se mostraba partidario del matrimonio entre iguales en su Argentina natal, e Isiah Thomas realizaba un reportaje fotográfico con uno de sus hijos en favor de los derechos de gays y lesbianas.
Pero este año los acontecimientos han parecido acelerarse: Hace unos meses a Kobe Bryant le caían 100.000 dólares de multa por llamar “puto maricón” (“fucking fagot”) a un árbitro. Aunque no venga al caso, apuntarles que Amaechi rechazó un contrato de 17 millones de dólares con los Lakers en el 2000, para volver a jugar en Orlando por 600.000$ al año. Amaechi no quería una fortuna, quería sentirse aceptado y disfrutar del baloncesto.
Posteriormente y hace escaso tiempo (mayo del 2011) Rick Welts, presidente y director de los Phoenix Suns, reconocía abiertamente su homosexualidad en el New York Times, tras recibir el apoyo de Steve Nash entre otros.
Por si esto fuera poco Charles Barkley también salía en defensa de Rick Welts apostillando en diferentes entrevistas, entre ellas también a ESPN cosas como: “Todos los jugadores han jugado con chicos gays y el que diga que no es idiota” -y continuaba- "Me molesta cuando oigo a periodistas y deportistas en televisión diciendo: ‘Ningún chico puede salir del armario en un deporte de equipo. Se volverían locos’. Pues dejadme decir lo que pienso: prefiero tener un chico gay que sepa jugar, que un heterosexual que no sepa jugar. Yo jugué con compañeros gays en dos o tres equipos”- o - "Nunca he tratado a un compañero de forma diferente por ser homosexual, y tampoco me he sentido incómodo con él". Además de jugadores como Grant Hill o Jared Dudley protagonizaban un anuncio llamado “Piensa antes de hablar”.
Mientras, la NBA se muestra siempre políticamente correcta y sale al paso de los acontecimientos capeando cómo puede el temporal, no acaba de posicionarse sobre el tema de la Noche Gay y Lesbiana (recordemos que existen la Noche Latina o el Día de San Patricio, con toda su parafernalia y diferente uniforme) que algunos sectores de la población reclaman. La NBA no se moja más que lo justo, se muestra cauta, mientras equipos como los Toronto Raptors, los Golden State Warriors de San Francisco o Los Ángeles Clippers hacen todo lo contrario, promoviendo diferentes actividades y noches en pro de gays y lesbianas, y de la igualdad de derechos de este sector de la población.
Y llegados a este punto, os preguntaréis ¿Y la ACB? ¿Y las lesbianas y transexuales en el mundo del basket? Éstas son preguntas para otro artículo, pero como podréis imaginar la situación no es mejor. Esperemos que la próxima vez que alguien escriba sobre el tema, las noticias tengan una parte más positiva y los casos como John Amaechi no sean rara avis en nuestro sagrado deporte.
Fuentes: ESPN y Outsport.com
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