ABSTENCIÓN
El no votar es una opción cada vez mayoritaria. Muchos no van a votar por dejadez, y otros, la mayoría, como castigo al sistema. Hablamos aquí con el representante de la Abstención, grupo que ha pasado de tener un 21.7 % en las elecciones de 1977 al 26.15% de la actualidad. Estamos hablando de más de 9 millones de personas que no ejercieron su derecho a voto, lo cual los convierte en la tercera fuerza política del país. En algunas ciudades como Málaga obtuvieron en las últimas elecciones municipales el 49 % de los votos.
Algunos sondeos le dan la victoria en muchas ciudades. En algunos casos lograrían incluso la mayoría absoluta.
Parece que efectivamente la abstención, gracias a la inestimable colaboración de los políticos que nos mal gobiernan, va a ser una opción por la que se decanten muchos ciudadanos, que no ejerciendo su derecho legítimo muestran su disconformidad y rechazo a los partidos políticos y sus representantes.
A nivel global consiguieron el 26 % en las elecciones de 2008, convirtiéndose en la tercera fuerza política del país. ¿Es para estar orgullosos?
Desde la fuerza política que represento lo que nos hace verdaderamente sentirnos orgullosos son nuestros seguidores: aquellos que, siendo conscientes del enorme valor de su voto, no desfallecen y deciden no entregar su voto a cualquier politicucho disfrazado para la ocasión de servidor público vocacional; quienes eligen no votar porque no desean convertirse en cómplices de un sistema que, aunque democrático, no fomenta la participación directa de los ciudadanos en la esfera política; en definitiva, los que no se dejan seducir por los cantos de sirena de esas aves de rapiña que quieren confraternizar con el pueblo sólo cada cuatro años y sólo para pedir su voto.
Desde las primeras elecciones generales en 1977 en que consiguieron el 21 % de los votos han sido capaces de mantener ese voto e incluso de incrementarlo. ¿A qué cree que se debe este crecimiento?
Considero que la mayoría de los políticos de nuestro país llevan lustros desilusionado a muchísimos ciudadanos, que han visto cómo sus esperanzas por tener unos gestores públicos honrados, eficaces y cualificados se han diluido como el azúcar en el café. La mal llamada clase política se ha ganado a pulso que muchos la vean más como un problema que como una solución. Así pues, es lógico que la abstención aumente y, en medio de una crisis económica tan tremenda como la que estamos sufriendo, quizás alcancemos en los próximos comicios los mejores resultados de nuestra historia.
¿Qué les hace a ustedes diferentes del Partido Socialista y del Partido Popular?
La respuesta es evidente: no somos un partido que exige a sus militantes o simpatizantes fidelidad y obediencia ciegas. Somos un movimiento, una opción y, hoy más que nunca, una apuesta clara y necesaria, libre de ataduras y compromisos.
¿Qué perspectivas tiene de cara a la cita del 22-M?
Pensamos que en estas elecciones vamos a conseguir convertirnos en la opción elegida por muchos que se encuentran sumidos en el desencanto. Y será sólo el principio: en las próximas elecciones autonómicas y generales nuestros resultados asombrarán a todos y colmarán de preocupación a los líderes políticos, que siempre han visto a la abstención como su más temible amenaza.
¿Cuál es su principal aliado? ¿Por qué cree que va a conseguir el respaldo de la gente?
Se podría decir que distinguimos dos aliados fundamentales: por un lado la ineficaz gestión de los representantes políticos, salpicada frecuentemente de corruptelas y oscuros intereses, y por otro el desencanto ciudadano, que encuentra una vía natural de expresión en el absentismo electoral.
¿Qué tienen previsto para la campaña electoral?
A nosotros la campaña nos la hacen los partidos, así que no tenemos que ocuparnos de nada. Ellos se encargan de lanzarse los trastos a la cabeza entre sí. Están más preocupados por el pueril “… y tú más” que por difundir su programa.
¿Muchos mítines?
Ninguno. Sin embargo, me gustaría agradeceros la oportunidad que nos habéis brindado para poder difundir nuestro mensaje. Y es que los medios de comunicación mayoritarios están plegados a los intereses de los partidos y, en consecuencia, no nos tienen en mucha estima.
¿Qué les diría a los ciudadanos que finalmente opten por ejercer su derecho a voto?
Les diría que no lo hagan porque la presión política y mediática así lo dicte, sino porque se sientan identificados con un programa político y con una forma honrada de hacer política.
¿Qué harían si logran el poder? ¿Qué prometen a los españoles?
No somos una opción de gobierno, no aspiramos al poder. Nuestro objetivo no es más que ser un humilde cauce de expresión de la protesta ciudadana, una llamada de atención a los gobernantes, un paso más en la senda del tan anhelado cambio de rumbo político.
El peor castigo al sistema bipartidista que nos oprime es el voto a partidos minoritarios. Los grandes partidos se mofan de la abstencion.
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