Hay que reconocerlo: los andaluces hemos fracasado en la erradicación del tópico. Parece mentira que después de treinta años de esfuerzo exhibamos un balance tan generoso. La última aportación ha sido la del conde de Salvatierra, señorito Cayetano Martínez de Irujo: «En Andalucía hay pocas ganas de trabajar. Es grave que un joven no tenga ganas de trabajar, eso solo pasa en Andalucía». Duran i Lleida es reincidente: «No hay derecho. Nuestro payés no puede recoger la fruta porque no hay dinero mientras que en otros sitios de España reciben el PER para pasar toda la jornada en el bar de su pueblo». Esperanza Aguirre le dio a las 'pitas pitas' y el defenestrado Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, expuso así su gilipollez: «Se está fomentando la vagancia. Hay que revisar el PER y ponerlos a las labores de arreglo de bosques...Vamos a las reservas indias, donde solo habrá apaches con tabaco y alcohol».
El acento andaluz no se ha librado del exabrupto. Dos malagueñas y ministras ellas han recibido sendas coces vía Barcelona y Madrid. La exdirigente del PP Montserrat Nebrera se la dedicó a Magdalena Álvarez: «Tiene un acento que parece un chiste». Un periodista catalán le pidió a la malagueña que explicara su sentencia de «Antes partía que doblá», en pleno rifirrafe con el AVE a Barcelona, «porque no se le entiende a usted», le dijo. Magdalena Álvarez le espetó: «Yo tampoco le entiendo a usted cuando habla catalán». La tarascada para Trinidad Jiménez, ante su atrevimiento a ser candidata a la Alcaldía de Madrid, le llegó del popular Juan Soler. Al dirigente madrileño no le pareció suficiente considerarla «floja y falta de cuajo», sino sobre todo que «su acento la hace más apta para (candidata) Dos Hermanas o Vélez-Málaga».
En cuestiones de Educación, se lleva la palma la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato: «Los niños andaluces son prácticamente analfabetos». Ahí es nada. Y la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid se monta la siguiente película: «El otro día me llamó un amigo diciendo que en un mercadillo de Málaga están en venta por cincuenta euros los ordenadores de la Junta de Andalucía». En fin, que hay inventivas para todos los gustos. No se libra ni el padre de la patria andaluza. Para Alejo Vidal Quadras, eurodiputado del PP, Blas Infante es «un cretino integral, un subnormal profundo», y para el afamado Puigcercós, de Esquerra Republicana, «en Andalucía no paga impuestos ni Dios».
En definitiva, todo un alarde de ignorancia y un muestrario repleto de prejuicios sobre los andaluces, que en pleno siglo XXI seguimos enfrascados espantando tópicos. De momento, de fracaso en fracaso.
PUBLICADO EN DIARIO SUR
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