UTOPÍA. ENERO 2012. Nº XXIX

Fotografía de Manuel Sánchez
EDITORIAL UTOPÍA

Fuerza, valor para seguir luchando y seguir creyendo que podemos cambiar las cosas. Aunque sigamos votando a corruptos, aunque sigamos legitimando las desigualdades y riéndonos del mal ajeno. Ante este panorama a la mujer que dedica unas horas de su vida a ayudar a los demás, al que pasa una tarde echando un rato a baloncesto con niños del barrio a cambio de nada, al profesor que sigue creyendo en que sus alumnos van a cambiar el mundo, al alumno que cree que va a cambiar el mundo…

Ellos son la esperanza. Y en este 2012 que traerá recortes se hacen necesarios más luchadores. Por eso se antoja imprescindible seguir creyendo en el cambio, seguir creyendo en que el número de luchadores crecerá… si no, moriremos lentamente como decía Neruda...



Muere lentamente quien no viaja,

quien no lee,

quien no oye música,

quien no encuentra gracia en sí mismo.



Muere lentamente

quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.



Muere lentamente

quien se transforma en esclavo del hábito,

repitiendo todos los días los mismos

trayectos,

quien no cambia de marca,

no arriesga vestir un color nuevo

y no le habla a quien no conoce.


Muere lentamente

quien evita una pasión y su remolino de

emociones,

justamente éstas que regresan el brillo a los ojos

y restauran los corazones destrozados.



Muere lentamente

quien no gira el volante cuando está infeliz con

su trabajo, o su amor,

quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir

atrás de un sueño

quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,

huir de los consejos sensatos......






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