LA REFORMA LABORAL Y EL PROTECCIONISMO AL MANGANTE PROFESIONAL. JUAN MANUEL LEIVA CARO

EL PROTECCIONISMO AL MANGANTE PROFESIONAL
Hablar de reformas laborales, es hablar de medidas que supongan un beneficio y mejora para nuestra economía, sin perjuicio ni detrimento de los actores en disputa, es decir, tanto de la clase trabajador como de la parte empresarial. Eso debería ser así, pero ya es lamentable tener que empezar por referirnos a estas dos parte como enemigos enfrentados, en lucha permanente. Partiendo de esta lacra y de la necesidad de aplicar medidas protectoras para evitar que los daños consecuencia de este enfrentamiento sea los mínimos y en mayor equilibrio posible, se regulan el derecho social de proteccionismo, en principio a la parte más débil, osea en derechos laborales impuesto a la fuerza para proteger al trabajador. Este es el segundo problema de nuestra economía, y no solo por que es una relación de enfrentamiento por necesitarnos detestándonos, sino además impuesta, con ataduras indeseadas.

Para rematar la faena, consecuencia de una relación de libertades limitadas, el proteccionismo laboral da pábulo y fomente el mangantismo profesional en la gente que es poco honesta, y los que son algo honestos aprenden rápidamente de las pillerías de la gente deshonesta.

El proteccionismo, tal y como se concibe en nuestra sociedad, tendría sentido y sería bueno, si se hiciera un uso honesto de él, pero lo que menos hay en esta sociedad, especialmente en nuestras relaciones laborales, es gente honesta, y lo que más hay, es gente que mira solo y exclusivamente por sus egoístas intereses, y por tanto, el proteccionismo laboral se transforma en una pesada carga que tiene que soportar nuestra economía, haciéndola más pobre y más incompetente. De modo que el grado de incompetencia de nuestra economía es proporcional al grado de proteccionismos y en relación a la gente deshonesta que hace un uso indebido y abusivo de ese derecho. Pues no por ser el más débil se es más merecedor del derecho de protección del conjunto, establecer ciegamente esa relación es lo que trae resultandos totalmente contrarios a los que se persiguen, en esta y en todas las actuaciones de proteccionismo social

Si vamos al origen del problema, vemos que la necesidad de proteger nuestros puestos de trabajo es consecuencia de la falta de trabajo, cuanto menos trabajo hay, mas necesidad hay de proteger los puestos de trabajo de quienes en ese momento lo ocupan y lo consideran como derecho adquirido (no se bien por qué, pero bueno....). Eso no solo fomenta el mangantismo y la inutilidad laboral, sino que además es injusto para el resto que necesitan trabajar, que tienen derecho igualmente a acceder a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones (injusticias colaterales que ocurren).

El problema en origen es la falta de trabajo, y la razón de que unos tenga trabajo y otros no tengan, es que el trabajo existente en la sociedad no está debidamente repartido. Si el trabajo estuviese debidamente repartido, y todos tuviesen la posibilidad de conseguir fácilmente un trabajo por méritos propios, no habría necesidad de proteger los puestos de trabajo “adquiridos”. En todo caso quien protege su puesto de trabajo y va a disponer de trabajo, en cualquier lugar, circunstancia y durante toda su vida, sin problema alguno, es el propio individuo haciéndose valer y siendo un buen trabajador y apreciado por los empresarios, y los empresarios se van a cuidar mucho de deshacerse de trabajadores competentes, porque no lo van a tener fácil para encontrar repuesto, y de ese modo el trabajador se garantiza de por vida su salario y una remuneración en justa relación a su valía. Esa es la protección que nos interesa a todos, que aquel que sea una persona competente, valida y honesta tenga garantizado por esas misma razones su futuro.

De esta forma tan sencilla, pasamos de un sistema que fomenta el mangantismo, la inutilidad y la desidia laboral, a un sistema que estimula a la producción, el rendimiento, el trabajo limpio y honesto, y por tanto una economía a su máximo nivel de competitividad, que garantiza que todos seamos elementos validos, y que como trabajadores tengamos siempre un trabajo digno y debidamente remunerado, y los que vayan manganteando no tengan más remedio que hacerse competitivos y decentes si quieren tener esa mismas garantías y seguridad.

Para aspirar a estas bendiciones económicas, solo hay que equilibrar el mercado de oferta y demanda laboral, pues como toda cosa que se desea que funcione bien, tienen que estar equilibrado en su parte más importante y vital.

Cuando se produce una diferencia flagrante de fuerzas en desequilibrio por exceso de oferta laboral, ocurre que la posición del trabajador esta claramente debilitada frente al empresario, y no hay medidas que puedas suplir esa precariedad de forma razonable y deseable. De modo qué cuando no se aplica debidamente una medida 'sistémica' todo lo que se pretenda solucionar a partir de ahí, es una cadena de despropósitos lo que se suceden. Soluciones parciales que traen otros problemas a cual mas grave y deteriorando gravemente todo el contexto social y con sus correspondientes injusticias colaterales. Todo se hace sumamente costoso, complicado, inútil e injusto.

En este caso, al agudizar las diferencias entre las dos parte en conflicto, al enfrentamos entre nosotros mimos, (trabajadores y empresarios, pues todos estamos en la misma olla) todo el conjunto social se resiente, deteriorándose todo y arrastrando a las dos partes en su caída, tanto a clase trabajador como a la clase media y empresarial, (ver articulo CARTA A LA CLASE MEDIA E INTELECTUAL... enero 10 2012 http://comunidad.terra.es/blogs/economiamundial/default.aspx ) y si alguien piensa que reducir los salarios y tener una clase trabajadora más incondicional proporciona más competitividad a un país, tengo que decir que es la forma miserable y ruin con que están justificando estás medidas y que nada tienen que ver con una sociedad competitiva (asunto que es tema para otro debate, al que no tengo inconveniente en entrar), pero hemos de darnos cuenta de una cuestión y mirar un poco mas allá, o mas arriba, pues en esta relación amor odio entre nosotros, desviamos la atención de los verdaderos e invisibles causantes de nuestros problemas, pues ellos, la élite parasitaria, son los únicos interesados en que esto vaya así de mal y los que provocan que se den estas circunstancias, pues la clave de su dominio está en que nos estemos peleando entre nosotros por esta o por cualquier razón e interesados en tener la sociedad empobrecida y sometidas, para mas fácil control y manipulación, a ningún empresario le interesa una sociedad pobre, pero si a la élite.

Tenéis que saber que todo está encauzado hacia una sociedad mas débil, mas pobre, más necesitada, mas enferma, mas desposeída, mas enfrentada, más asustada, más esclava..., y si no somos capaces de ver el problema en su origen, desde esta perspectiva, tanto trabajadores como empresarios o clase media, esto no tienen solución, y lo que es peor, nos vamos a estar culpando y peleando los unos con los otros indefinidamente, cuando los que propician esta situación, los únicos culpables de nuestras situación, están totalmente fuera y al margen del conflicto. Su único trabajo es desviar la atención de la causa de nuestros problemas, los que ellos originan, para culparnos entre nosotros. Y de paso que nos tienen esclavos se ríen de lo fácil que lo consiguen.



LAS MEDIDAS SISTÉMICAS, Y LAS IMPORTANTES MEDIDAS DE LA REFORMA LABORAL

Hay medidas sistémicas, y medidas importantes. Estas últimas para intentar solventar los desaguisado que supone el no aplicar las medidas sistémicas, osea, chapuzas-florero. Quieren aparentar que desean el bien social después de traicionar en lo esencial.

Las medidas sistémicas actúan en el corazón del sistema, benefician a todos y todo se da con suma facilidad y por añadidura, y las medidas importantes (chapuzas-florero) se aplican en los efectos del problema, son de gran empaque y magnanimidad, y solo benefician a una de las partes.

Una medida sistémica, por ejemplo, es repartir el trabajo que hay, entre los que somos, de forma proporcional, adecuada y justa ( horas de jornada laboral = horas de trabajo total / población activa) Pero si eso ocurre, la fuerza del sector productivo y del sector parasitario se equilibran.

Evidentemente eso no les parezca bien al sector parasitario, y se cuidan mucho de que esto llegue a ocurrir en una sociedad cuyo objetivo prioritario es ser esclava. Pero como son los que mandan, y nosotros les apoyamos y confiamos para que manden, pues eso.



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Me parece bien que se haga pagar más a lo que más tienen, que se apliquen impuestos progresivos, especialmente sobre los capitales, me parecen estupendas la medidas que proponen los economista mas progresivos y mas comprometidos con el bien social de poner impuestos a las transacciones financieras* etc. Pero decidme como se hace eso, como se legista para que eso ocurra teniendo a un ejercito de representante y chorizo de guante blanco legislando que se oponen, y le van a dar largas al asunto de todas las maneras inimaginable, decirme también si se llegase a legislar en ese sentido, como se puede hacer para vigilar que esas normas se cumplan, cómo se hace para reclutar un ejercito de inspectores y policías necesarios que consigan que se apliquen todas esa medidas, cuando están bajo la red de influencia de los mas poderosos lobis económicos? ¿No es mas fácil, y lo suyo, y primero que nada, equilibrar el mercado laboral, su demanda y oferta, solo una medida, con una sola disposición, que incluso se puede exigir por aclamación popular: Reducir la jornada laboral un 20 por cien para absorber ese 20 por cien de mano de obra parada, y que las cotizaciones a la seguridad social, la misma cantidad global que se ingresa, lo sea en relación a la rentas de las empresas y no por individuos contratados? Me puede decir alguien que luche honestamente por los derechos sociales ¿donde está el problema para legislar mañana mismo esa sencilla medida y pasado mañana empezar a salir de esta situación?





(*) Esto lo escribí poco antes de haber leído este artículo: http://revista-utopia.blogspot.com/2012/02/la-tasa-tobin-para-los-de-letrasantonio.html

y comprobando que la élite ha cambiado sus planes respecto a la tasa sobre transacciones financieras, a lo que añado el siguiente comentario:



Que de momento la élite muestre interés por poner el impuesto a las transacciones financieras es altamente sospechoso, y nos hace pensar ¿Que pueden estar maquinando para mayor control y dominio de sus interese? No nos debe extrañar, que cuando hay una fuerte demanda sobre un bien social que les pueda perjudicar mínimamente, se pongan a la cabeza como supuestos defensores para controlar y demorar indefinidamente su aplicación. Pero en este caso, este interés inusitado de la anoche a la mañana, a algo que se han opuesto tradicionalmente y de algo que en principio parece perjudica a sus intereses, pues tienen que pagar también esas tasas, nos hace preguntarnos ¿Que demonios habrán descubierto para de momento cambiar de táctica?

En principio, no sé por qué se frotan las manos lo estados pensando que esa aportación de dinero extra les puede solucionar algo, y al margen del error que ya hemos comentado en artículos anteriores de darle al dinero un valor en si mismo, cuando todavía no tienen control sobre los mercados y sobre la deuda, y quizás esta maniobras de la élite sea para tener más control y dominio de los mercados, y recuperar por otra parte esas cantidades que se puedan llevar ahora los estados y mucho más si así lo desean, osea, lo que quieran y como quieran si su domino llega a ser absoluto.

El hecho que se vaya a aplicar un impuesto sobre las transacciones financieras va a exigir de los gobiernos un necesario control de todos los movimiento financiero, los gobiernos se van a tener que ponerse las pilas sobre este particular para controlar todo intercambio, pero con esa escusa, en realidad quien va a tener control sobre los intercambios es la élite, control sobre las clases medias y bajas inversoras, para ellos la legislación no solo no le es impedimento para sus negocios mafiosos, sino que es su mejor aliado, con lo que controlan y tienen hegemonía sobre todos los negocios ilegales del planeta. Si por ejemplo, con la ocupación de Afganistán se han adueñado del 90 por cien de la producción mundial de opiaceos y con la dura legislación y control sobre estupefacientes, quien quiera que pretenda hacerles la competencia van a ser duramente perseguidos por sus leyes y por su policía, y a su vez por esta misma razón los precios del producto van a estar muy sobrevalorado, podemos imaginar, de ese modo, el poder tan inmenso que les proporciona esa legislación y control.

Controlando los intercambios financiero por los estados, tienen control sobre la clase media y baja financiera, les limitan el volumen de sus operaciones debido a la transparencia financiera y a su vez debilitada con los gravámenes, y ellos continúan con sus transacciones mafiosas a todos los niveles, pues pueden eludir fácilmente los controles que ellos imponen, que los gobiernos a sus ordenes imponen. Imaginar hasta donde pueden llegar su poder controlando y adueñándose poco a poco de toda la financiación mundial especialmente de la que manejan las clases medias.

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