VERSALLES Y ALEMANIA. JESÚS MARTÍN OSTIOS


TRATADO DE VERSALLES
¿SOLAMENTE DOS?

Alemania y Francia, que hoy rigen los destinos de la Unión Europea, no eran tan amigas hace unos pocos de años. En la segunda mitad del siglo XIX, el proceso de unificación alemana provocaría la disputa con Francia por diversos territorios. Finalmente, Alemania consiguió hacerse con los territorios de Alsacia y Lorena. Años más tarde, y ya en un nuevo siglo, la Primera Guerra Mundial llevaba de nuevo al enfrentamiento entre alemanes y franceses. La Primera Guerra Mundial acabaría el 11 de Noviembre de 1918 con la firma del armisticio de Paz.

Posteriormente tuvieron lugar diferentes tratados de paz con los países perdedores de la guerra en París. Estos tratados, a pesar de los intentos del presidente americano por alcanzar una paz sin vencedores ni vencidos, se convirtieron en la práctica en auténticas venganzas por parte de los países ganadores y, a la larga, conducirían al inicio de la II Guerra Mundial. Alemania se vio obligada, podríamos decir que a punta de pistola, a firmar los acuerdos de Versalles por los cuales reconocía su culpabilidad en el inicio de la Primera Guerra Mundial, se comprometía a pagar duras reparaciones económicas a Francia, cedía Alsacia y Lorena, debía reducir el número de efectivos militares… acuerdos todos estos que fueron considerados por el pueblo alemán como un auténtico dictado (el diktat de Versalles).

Años más tarde, y en el contexto de la crisis económica generada a partir de la caída de la Bolsa de Nueva York en 1929, la situación de Alemania se convertiría en insostenible debido a la propia situación de crisis internacional como a la propia situación interna derivada de los acuerdos de Versalles. Fue en ese contexto donde Adolf Hitler se presentó a las elecciones, en un panorama sumamente crítico para la sociedad alemana, con altas dosis de desempleo, con una superinflación de caballo de la economía alemana, además de nuevas imposiciones por parte de Francia. Ahí, Hitler ganó las elecciones y lo que vino después ya lo saben ustedes: Segunda Guerra Mundial con más de sesenta millones de muertos, de los cuales seis millones fueron judíos.

¿A qué viene todo esto? ¿No parece que algo parecido esté ocurriendo en Grecia? En este caso es Alemania la que va a imponer duras condiciones al gobierno griego para recibir diferentes ayudas económicas. Alemania pasa de convertirse en acusada a acusadora. ¿Qué responde el gobierno griego? Parece que la respuesta será afirmativa, aunque y de nuevo verán la relación con la historia anterior, un socio del gobierno griego no está de acuerdo con estas condiciones a las que llama humillantes. ¿Saben a qué partido pertenece este socio del gobierno griego? Pues sí, a un partido de ultraderecha. La misma demagogia que utilizó Hitler la he escuchado hoy en este señor de la ultraderecha griega. Situaciones de crisis conducen al auge de los fascismos y los casos en la Historia, tanto pasada como reciente, son varios. Aprendamos de la historia para no tropezar en los mismos errores, ¿Cuántas veces hemos escuchado eso? ¿Cuántas veces hemos tropezado? Dice el refrán que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. ¿Solamente dos? O cómo decía Buero Vallejo, “no es que la historia humana se repita, es que la imbecilidad humana es infinita”.

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