Nuestros gobernantes y medios de
comunicación no cesan de presentar a Juan Carlos de Borbón y a la figura de la
monarquía como garantes de la democracia y las libertades. Aunque la realidad
no cesa de dejarles en evidencia: familiares con negocios de dudosa legalidad,
heridos por armas de caza de irresponsable uso, viajes de lujo ocultos, caza de
animales protegidos... El próximo 14 de mayo hará 35 años que el padre de Juan
Carlos de Borbón, el conde de Barcelona, se convence de que no va a ser rey y renuncia
a sus derechos históricos a favor de Juan Carlos.
Vale la pena echar la vista
atrás y observar esta recopilación de citas de puño y letra de Juan Carlos de
Borbón, como Príncipe de España, durante su periodo justo anterior a la llegada
de la democracia. Sin duda, pueden aportar alguna luz sobre sus “principios
democráticos” e intenciones. Todas ellas están recogidas del libro “Palabras de
su Alteza Real el Príncipe de España Don Juan Carlos de Borbón y Borbón”,
publicado en 1974 por Ediciones del Movimiento. Sobra decir que el libro está
descatalogado y desparecido de las librerías.
“...
acabo de jurar, como sucesor, a título de Rey, lealtad a Su Excelencia el Jefe
del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y Leyes
Fundamentales del Reino.Quiero expresar, en primer lugar, que recibo de Su
Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo Franco, la legitimidad política
surgida del 18 de julio de 1936, en medio de tantos sacrificios, de tantos,
sufrimientos, tristes, pero necesarios, para que nuestra Patria encauzase de
nuevo su destino.(…)
Mi General: Desde que comencé mi
aprendizaje de servicio a la Patria me he comprometido a hacer del cumplimiento
del deber una exigencia imperativa de conciencia. A pesar de los grandes
sacrificios que esta tarea pueda proporcionarme, estoy seguro que 'mi pulso no
temblará' para hacer cuanto fuere preciso en defensa de los Principios y Leyes
que acabo de jurar”.
En el Pleno de las Cortes Españolas,
después de jurar como sucesor en la Jefatura del Estado (23 de julio de 1969).
“Mi
pensamiento va en estos momentos a nuestro Jefe de Estado, que con mano firme y
segura ha marcado el camino por donde deben discurrir los destinos de nuestra
patria”.
En la cena ofrecida por el alcalde de
Barcelona (7 de febrero de 1970).
Vosotros estáis integrados en una
organización que, de acuerdo con el artículo 8 de los Estatutos del Movimiento,
hace de vuestras tareas un servicio activo a los Principios del Movimiento y
Leyes Fundamentales del Reino, Habéis jurado servir a España; yo, también;
habéis jurado fidelidad a los Principios del Movimiento y a las Leyes
Fundamentales; yo, también; habéis jurado lealtad a Franco y a lo que Franco
significa; yo, también; queréis para España el esfuerzo continuado que le
asegure su grandeza y su lealtad; yo también quiero lo mismo”.
En el acto de clausura del Consejo General
de la guardia de Franco (10 de febrero de 1970).
“Habéis luchado durante más de un siglo
por mantener las más puras esencia de nuestra Gloriosa Tradición y encontraréis
en la Monarquía la expresión fiel de los ideales que con tanto esfuerzo y generosidad
habéis buscado”.
Audiencia de los Requetés (soldados
carlistas que lucharon en el bando de Franco en la guerra civil) (13 de febrero
de 1970).
“La tarea en que estamos comprometidos
responde a las constantes históricas de nuestra Monarquía secular y, por ello,
Franco ha querido dejar bien sentado que sea esta forma de gobierno tradicional
la que herede al Estado surgido con el esfuerzo y la sangre de los mejores. He
jurado lealtad a los Principios Fundamentales del Movimiento, ideales por los
que murieron vuestros compañeros en la Cruzada. Sobre estos ideales tenemos que
basar el desarrollo del país, buscando sin desmayo la grandeza de España”.
A
los alféreces provisionales (3 de marzo de 1970).
“...
darle las gracias a mi General por sus amables palabras, le pido que exprese al
Jefe del Estado mi sincero reconocimiento por esta nueva prueba de afecto, que
estimula mi esfuerzo para ser digno de su confianza”.
Al serle impuestas las insignias de la
Gran Cruz del Mérito Militar (7 de marzo de 1970).
“Y ahora, todos, brindemos por España,
el Caudillo y el Ejército”.
En
la jura de bandera de cinco mil nuevos reclutas (6 de abril de 1970).
“...
hasta la propia vida, en un haz de virtudes que difícilmente se encuentran
juntas y de las que tenemos el mejor ejemplo en el Generalísimo Franco, que nos
ha dado constantes muestras a lo largo de una vida entregada a la Patria”
En el acto de imposición de fajas a la
CLXVI promoción de la Escuela de Estado Mayor (4 de mayo de 1970).
“Recuerdo
al heroico general Millán Astray, que con el apoyo de mi abuelo el Rey Alfonso
XIII fundó la Legión; al que fue vuestro segundo jefe, el coronel Valenzuela,
muerto en campaña, y, sobre todos, al Generalísimo Franco, Capitán vuestro,
Capitán de España en momentos azarosos y difíciles, del cual os traigo un
cariñoso saludo. Seguid siempre su ejemplo, imitadle en sus virtudes, mantened
su espíritu (...)”
En el cincuentenario de la fundación de
la Legión (19 de septiembre de 1970).
“Mi recuerdo y el de todos vosotros va
en estos momentos hacia el comandante de la primera Bandera, nuestro
Generalísimo Franco, de quien os traigo un cariñoso saludo. Su prestigio
militar, alcanzado en estas tierras, su victoria en la Cruzada, su obra ingente
en la paz señalando la base de nuestro desarrollo y nuestro progreso, hacen que
aquí, ante esta guarnición de Ceuta y ante la Legión, a la que tanta gloria
dio, le expresamos el profundo reconocimiento de los soldados de España”.
A la guarnición de Ceuta en el L
Aniversario de la Legión (21 de septiembre de 1970).
“Aquí
murieron, como en tantos lugares de la Patria, lo mejor de nuestras juventudes,
encuadradas en unidades del Ejército, Banderas de Falange y Tercios de
Requetés, unidas por unos ideas que en lo fundamental nos hermanan a todos.
Esta unidad en los Principios Fundamentales la tenemos que mantener siempre,
como tantas veces nos ha repetido el Generalísimo”
En su visita a la ciudad de Belchite (13
de octubre de 1970).
“Al
recibir con emoción profunda esta Gran Cruz con que Su Excelencia el
Generalísimo ha querido distinguirme, la tomo más que como un premio, como una
obligación que me impongo de trabajar, cada día con más entusiasmo si cabe,
para mejor cumplir la misión que me han encomendado”.
Al
serle impuestas las insignias de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo (17 de mayo de 1971).
“De
la España que lucha por su reconquista y que mantiene su fe muy plasmada en
vuestras maravillosas catedrales; de la España que conquista un nuevo mundo al
que lleva su religión, su ideología y su cultura por obra de hombres que
salieron de esta región... “
En
el almuerzo ofrecido en la Diputación Provincial de Cáceres (22 de junio de
1971).
“Al
evocar las virtudes castrenses, quiero rendir el respetuoso y sincero homenaje
al Generalísimo, cuya vida entregada por completo a la Patria ha de servirnos
de guía en nuestra vida familiar”
En
el acto de entrega de despachos a una nueva promoción de sargentos en la
Escuela de Aplicación del Ejército de Tierra (29 de abril de 1972).
“Creo
que, junto con el mantenimiento de la paz y de la unidad, la gran tarea de
nuestra generación consistirá en continuar y perfeccionar la política social
emprendida por el régimen. (…) España posee las Leyes Fundamentales, que
indican el camino que deberá seguir el desarrollo político en el futuro”
Entrevista concedida a la revista
italiana Famiglia Cristiana (18 de diciembre de 1972).
“Vuestra
labor es difícil y de gran responsabilidad, pues necesitáis, además de unas
condiciones especiales para captar la realidad, una gran ponderación y
sacrificar, incluso, algún éxito personal en aras de la discreción”
En
el acto de entrega de los premio nacionales de Periodismo y de los títulos de
“Periodista de Honor” (18 de enero de 1973).
“En
esta Capitanía General de Canarias, desde donde salió el Generalísimo para
dirigir el Movimiento que habría de librar a la Patria del caos y del desorden,
quiero testimoniaros sus saludo más afectivo, como expresamente me lo ha
encargado, y al mismo tiempo pediros que mantengáis viva vuestra fe en un
espléndido futuro, que será el premio al trabajo y al esfuerzo de todos los que
soñamos con la grandeza de España”
En el salón del trono del Palacio de
Capitanía de Tenerife (1 de marzo de 1973).
“La paz y el orden, que vuestra Excelencia
ha sabido implantar, se observa en seguida en esta Manila que empezamos a
recorrer”
En la cena de gala ofrecida por el
presidente de Filipinas Ferdinán Marcos (18 de febrero de 1974). Marcos se
mantuvo en el poder mediante una dictadura desde 1965 a 1986, en el momento del
encuentro con los príncipes de España en Filipinas se había decretado la ley
marcial. El dictador amasó una fortuna valorado en entre 5.000 a 10.000
millones de dolares. En 1995 el gobierno filipino indemnizó a unas 10.000 personas,
o sus familiares, que fueron víctimas de torturas y ejecución ilegal durante
los 20 años que gobernó Marcos.
“Su
Estado actual, nacido de una crisis dolorosa, pero necesaria, tiene los
instrumentos adecuados para enfrentarse con un porvenir de esperanzas. En los
principios se coordinan sus gloriosas tradiciones con un espíritu de auténtica
renovación social. En sus Leyes Fundamentales, que son su constitución abierta
y perfectible, se encuentra un marco adecuado para una continuidad prometedora”
Refiriéndose
a España al recibir el título de doctor honoris causa de la Universidad de
Santo Tomás de Aquino, en Manila (19 de febrero de 1974).
“Hoy
no está con nosotros acompañándonos, como era habitual, el almirante, don Luis
Carrero Blanco, modelo de lealtad en el servicio a la Patria y al Generalísimo.
Pero quiero dedicarle un recuerdo emocionado y sereno y presentarlo como
ejemplo para vosotros, oficiales del Estado Mayor.(…)
La prudencia del Caudillo resolvió
entonces el relevo con el acierto y sensibilidad del que conoce lo que es mejor
para España en cada momento”.
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