La vida siempre brota. El árbol de la vida florece en todas partes. Es natural, es un derecho natural. Aunque muchos se empeñan en camuflarla y esconderla bajo artificios semánticos. Las ideologías de la cultura de la muerte son muy destructoras, pero la vida termina por imponerse y florecer. Es primavera.
La primavera no sólo es almendros o
cerezos en flor. La sonrisa también es una flor del alma. Nada es comparable a la sonrisa que ilumina la
cara de un niño. Cada día sale el sol y amanece un poco de racionalidad y de
sensatez. Vuelve la vida, eclosiona de mil formas. Por ejemplo, una mujer que
había atravesado el periodo más negro de su vida, Dorothy Day, lo cuenta así: “entonces la pequeña Tamar
Theresa nació, y con su nacimiento la primavera llegó a nuestras vidas. Mi
alegría era tan grande que me senté en la cama del hospital y escribí un
artículo sobre mi hija con la intención
de compartir mi alegría con el mundo".
Por ejemplo cuando el Consejo de Europa
amparaba la vida desde la concepción y afirmaba que nadie puede “patentar” un embrión o un feto, porque el embrión y el feto no son “cosas.”
Por ejemplo, cuando Médicos por la Vida
afirman:“Que no te engañen con las cifras anuales de muertes maternas por
abortos clandestinos. Que no te engañen diciendo que es un asunto religioso. Que
no te engañen diciendo que "es tu cuerpo y tú decides" porque si
fuera tu cuerpo te abortarías a ti misma, que no te engañen. Si es doloroso
para una mujer, si nadie quiere pasar por eso, entonces, ¿por qué no buscamos
amarlos y ayudarlos? Te perderías saber qué se siente, pasar el miedo, la
angustia y simplemente tenerlo en tus brazos....no lo pierdas, ¡sálvalo!”.
Por ejemplo cuando acabamos de celebrar en
todo el mundo el día de la mujer. De la mujer trabajadora. De la mujer que
tiene iguales derechos que los hombres. Esa mujer que hace compatible su
profesión con su familia, con su maternidad. Esa gran mujer, creadora,
engrandecida."Ser madre no es tener un hijo; ni alimentarlo únicamente; ni
gozar de la certeza de que su sonrisa es la gloria de Dios; ni querer
regalarle, solo por existir, el mundo entero. Es vivir en el hijo y por el
hijo: ser de otra manera. No saber pronunciar como es debido otro nombre que el
suyo y darse cuenta de que en sus manos ha anidado el destino. Olvidarse de
cómo eran, ella misma y las cosas, antes de haber tenido el hijo en brazos. No
amar sino a quien lo ama y enorgullecerse siempre de él; saber que el cordón
umbilical nunca se rompe, porque en él está, antes y después de dar a luz, la
razón de dos vidas. Haber elegido ser siempre la segunda y la protectora.
Tener, sin haberlo elegido, una cuna en el corazón. Así, hasta la muerte y
después de la muerte"(A. Gala).
Por ejemplo cuando hemos llegado al
absurdo, de tanto repetir que el aborto es un derecho, y una mujer, Carmen Bravo, dice (8/3/12) que
la embarazada no tiene derecho a la maternidad, que eso es sólo una
opción. Pero si el aborto no puede ser
un derecho ya que precisamente es su contrario. Y justamente, ahora, el Ministro de Justicia
dice que el derecho a la maternidad es lo que quiere garantizar este gobierno.
Por eso anuncia que va a modificar la ley de plazos, de AIDO. ¡Veremos si se
atreve a derogarla! En todo caso, simplemente con anunciarlo, ha recibido ya el
respaldo del colectivo médico que critica el coladero de la primera ley del
aborto, y al actual modelo de plazos. Insta
al ministro a realizar una reforma que logre una mayor responsabilidad en las
relaciones sexuales. Eso sí influiría
directamente en la reducción del número de abortos practicados en nuestro país.
Las relaciones sexuales no pueden tener el trasfondo del recurso a la píldora,
o al aborto, como anticonceptivos. En
todo caso, que se respete la objeción de
conciencia y una mejor seguridad jurídica.
En este sentido, una reciente sentencia
judicial, acaba de reconocer también a
los médicos de atención primaria, el derecho a la objeción de conciencia. “Han
de ser reconocidos como profesionales sanitarios directamente implicados en la
interrupción voluntaria del embarazo y que tendrán derecho a ejercer la
objeción de conciencia en los términos reconocidos por la ley”(L.O.2/2010).
Por ejemplo cuando en una revista británica, dos
filósofos italianos, acaban de defender el
aborto post parto, o el aborto después del nacimiento. Han desencadenado
con su provocación una gran polémica a nivel mundial. Ellos dicen que si el
aborto es permitido antes de nacer, los mismos argumentos deberían servir para
“abortar” o acabar con un bebé después de nacer. Dicen que lo mismo que el feto, el bebé ya
nacido carece de racionalidad, capacidad de decisión y personalidad que
justifique el derecho a la vida. Pero el
catedrático de Bioética Nicolás Jouve puntualiza acertadamente: “La
racionalidad (del latín ratio, del griego logos) indica todas
las capacidades superiores del hombre: inteligencia, amor, moralidad y
libertad. Pero no es necesario que la racionalidad esté presente en acto, es
suficiente con que esté presente en potencia, como ocurre en las primeras
etapas de la vida. Por ello, se debe afirmar que un discapacitado mental, un
embrión o un feto, al igual que un ser humano recién nacido, o una persona que
duerme o está en coma como consecuencia de un accidente, son personas. Conviene
salir del concepto erróneo de que se han servido algunos ideólogos, de que ser
persona es ser consciente. La capacidad de la autoconciencia es consustancial
con el ser humano, forma parte de la humanidad y como muy bien señalaba la Dra. Vila-Coro: «un individuo no es
persona porque se manifiesten sus capacidades, sino al contrario, éstas se manifiestan porque es persona: el
obrar sigue al ser; todos los seres actúan según su naturaleza».
El argumento de los filósofos italianos es correcto en el sentido de que el feto y el
bebé son uno y el mismo ser. Que sea el mismo ser no quiere decir que se pueda
matar. La ley califica de infanticidio a lo que ellos llaman “aborto post
parto”. Si es un crimen, contra un
infante (niño o niña), llevando su argumentación a sus consecuencias lógicas, se
debería de prohibir también el aborto antes del parto, porque es un crimen, y
porque se trata del mismo ser. Si es un crimen después, ¿por qué no lo va a ser
antes?
El aborto además
de lo dicho, es un drama para la mujer. Ni ante la duda debería la mujer verse sola.
Tampoco si ha abortado. Hay en la sociedad organizaciones especializadas en esa
ayuda especial que ellas necesitan. El
Proyecto Raquel es tal vez la mejor Respuesta
al drama del Post-aborto. El
lunes día 26 de marzo, hay una Charla en Guadalajara del
Proyecto Raquel. Muchas mujeres
padecen ese drama, pero no hay muchas que conozcan y se hayan acercado al
Proyecto Raquel. Sería una buena ocasión para conocerlo. Les puede ser de mucha
ayuda. En cualquier caso, este enlace
puede ser útil para quien no pueda acercarse: http://www.proyecto-raquel.com/es/node/2280.
Por ejemplo en marzo, el DIA INTERNACIONAL DE LA VIDA, el día del concebido. La sociedad
civil sale a la calle gritando SÍ A LA VIDA. “Haz tuya la felicidad”. Vive y
deja vivir. ¿Puede unirnos a todos los humanos, de cualquier parte del Planeta,
algo más y mejor que la vida? ¿Sabes
dónde se celebra en tu ciudad la manifestación?
¿Sabes que el “sí a la vida”, es desde el principio de la misma hasta su
final natural?
Sí, hasta la muerte natural. Esa es otra
gran noticia de este año: la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa acaba
de pronunciarse contra la eutanasia, y ha sido tajante: “ante cualquier duda la
decisión debe ser a favor de la vida, de prolongar la vida”. Y eso enlaza, en
España, con la última sentencia, también en estos días, contra del Dr. Montes,
que pedía a la COPE, 600.000 euros, por argumentar que un médico no tiene
derecho a decidir sobre la vida humana, como sucedió en las sedaciones del
Hospital Severo Ochoa de Leganés. La jueza no solo no ha condenado a los 3
periodistas (Isabel, Cristina y Federico), sino que ha desmentido que Montes
haya sido nunca exonerado por la justicia, hubo sedaciones irregulares al menos
en 34 casos. No es cierto, pues, que la
Audiencia Provincial de Madrid
absolviese al médico.
En esta parte del Planeta es primavera. La
vida brota, se hace visible, se moviliza, y alza su voz o su silencio contra la
cultura de la muerte.
Me siento crecer.
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