YO TUVE UN TÍO EN ALEMANIA. JESÚS MARTÍN OSTIOS


LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA
La política de recortes del Partido Popular está afectando a sectores sociales que ya de por sí tenían bastantes dificultades. Uno de los casos más llamativos es la eliminación de la prestación de asistencia sanitaria a los inmigrantes sin papeles. Recorte con tintes marcadamente xenófobos, aunque no me extraña porque entre todos los recortes parece ser el que menos importa al resto de los españoles. Justifican que no pagan a la seguridad social y que cuando los españoles se fueron de España allá por los años sesenta iban con papeles. “Yo tuve un tío que fue a Bélgica o a Alemania y que iba con los papeles”. 


O muchos de los que fueron que aseguran que “yo iba con mi permiso de trabajo”, como si un inmigrante sin papeles actual viniera a España de vacaciones. La realidad es bien diferente como muestran los diferentes estudios realizados por historiadores sobre la emigración española. Otro mito más extendido entre la ciudadanía que acaba calando, al igual que el bulo cada vez más extenso de que los chinos no pagan impuestos y por eso abren tantos bazares. Lo segundo es fácil refutarlo. Vayan a la administración, buceen en Internet y encontrarán la respuesta.
Respecto a lo segundo, busquen en los libros de Historia. Las estadísticas muestran claramente como la mayor parte de los españoles que entraron en Alemania, Inglaterra, Francia o Bélgica lo hicieron de manera ilegal. La Universidad San Pablo-CEU de Madrid ha demostrado que “apenas la mitad de los españoles que se fueron al extranjero lo hicieron con contrato y de forma legal”
En Alemania la llegada de emigrantes con contrato fue de 377.561 españoles entre 1962 y 1977. Pero estas cifras esconden, según datos de las autoridades alemanas, una realidad de más de 1 millón de emigrantes, es decir, más del 65 5 de la población que entró en Alemania lo hizo de manera ilegal. Respecto a Inglaterra, el Instituto Estadística Español (IEE) cifraba las entradas en 941 frente a las 7290 registradas por las autoridades británicas. En algunos casos, el 69% de los españoles que marcharon a Europa en los años 50 y 60 portaban exclusivamente el pasaporte y ninguna otra documentación ni permiso laboral. El documental llamado “El tren de la Memoria” o la película de Carlos Iglesias “Un franco, catorce pesetas”  desmontan muchos de los mitos sobre la inmigración española de los años 50 y 60.
Ante la política de recortes que se están llevando a cabo no podemos permitir que determinados sectores de la sociedad como el de los inmigrantes sean segregados del resto. Lo cual me lleva a preguntarme si somos racistas los españoles. Racistas y egoístas.



2 comentarios:

  1. Sin duda, es una de las medidas que menos ha preocupado a la sociedad y es porque desgraciadamente, parece que sobran los motivos para mirarse el ombligo hoy en día. Es un retroceso social que a mí personalmente me asusta bastante.

    Muy interesante la información que compartes, procuraré frecuentar el blog. Quizás algún día deje de ser una utopía y vivamos en un lugar más justo. Un saludo

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  2. Raúl Ibánez Marínez5 de junio de 2012, 19:02

    La triste realidad de los inmigrantes, sin papeles, la conocemos bien en Atalaya Intercultural. Verias congregaciones religiosas apoyados por el voluntatiado, crearon comedores, les proporcionan techo en un piso de acogida, les imparten clases de español, talleres de electricidad, de informática, les ofrecen asistencia jurídica y busqueda de empleo.
    Esto o dejarles tirados en la calle como perros.

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