ONCE RAZONES. JUAN CARLOS MONEDERO

Once razones (más una) por las que no voy a disfrutar esta noche del partido
1. Porque toda la derecha está esperando la victoria de España para que la gente, rebajada en su lectura repetida a la condición de chusma vociferante, no cargue contra los que les recortan en medicinas, les impiden llegar a la universidad, les cierran escuelas, les suben los impuestos y reparten el dinero a los bancos. Y además, porque esa derecha está conforme con que a España se la identifique con el fútbol, para que se olvide el esfuerzo por conseguir premios Nobel, científicos de reconocimiento mundial, filósofos de referencia, pensadores, médicos, políticos de talla…


2. Porque Iker Casillas dice hoy en El país: “somos una generación educada para ganar”, cuando uno de cada dos de su generación están en el paro. Lo que me hace pensar que es un gilipollas, y cuando lo vea en el campo voy a pensar: es un gilipollas, es un gilipollas, es un gilipollas…

3. Porque los jugadores de Italia han dicho que su bonificación va a ir a ayuda social, mientras que los jugadores del Reino de España han callado, esto es, han afirmado, además con cobardía, que les trae al pairo la crisis y que ellos, pese a sus sueldos, no renuncian a un plus que suma 17 millones de euros. Y es difícil ver un partido y preferir que gane la selección de un país diferente al tuyo.

4. Porque Ana Botella, la mujer de José María Aznar, alcaldesa devenida de Madrid, suegra de Alejandro Agag (socio de Berlusconi y mezclado en demasiadas tramas donde sale el nombre de la Gürtel), ha dicho que hay que tratar a los jugadores el lunes, ganen o no ganen, como “héroes”, y vamos a gastar presupuesto público, ganen o no ganen, para recibirlos en Madrid. Cuando algunos pensamos que los únicos héroes que debiéramos recibir en Madrid, porque nos representan a todas y a todos, son los mineros, pero a esos no los va a recibir la alcaldesa de la capital del Reino.

5. Por la portada del ABC que abre estas líneas y también por la portada de La Razón de hoy, que me insultan mucho más de lo que me entretendrá el partido.

6. Porque Valencia está ardiendo y el Presidente del Gobierno de España se va a Ucrania a ver un partido de fútbol mientras la “patria” se consume. Porque sabe que si gana la selección, va a tener un poco más de margen, y me llevan los demonios que le demos un poco más de margen a esa persona que, como hemos podido leer recientemente en una pancarta, es tonto del culo (parte importante de la responsabilidad de la crisis del euro).

7. Porque es una desvergüenza cómo ha argumentado el Ministro de Asuntos Exteriores la presencia española en un país del que  hasta ayer se decía que irrespetaba los derechos humanos. O se reconoce a Ucrania o nadie le da la mano al Presidente. La hipocresía constante de la Unión Europea da aquí una vuelta de tuerca más. No tememos problemas con muchas dictaduras del mundo, pero cuestionamos la democracia en Ucrania. Dicho esto,  si hay una final de fútbol que va a dar réditos políticos en casa, da todo lo mismo y rehago los argumentos. Los ucranianos que están luchando por la democracia se morirán de vergüenza. Y yo con ellas y ellos. Y así no hay quien disfrute de un partido.

8. Porque si bien es cierto que siempre hemos sido rehenes del pan y circo, la crisis económica en curso ha extremado tanto este recurso que es muy difícil  no sentirnos maltratados. Siempre nos preguntamos: “¿y tú qué estarías dispuesto a sacrificar para conseguir un país más decente?”, y encuentro que hacer ver hoy que el caramelo del fútbol no me hace olvidarme de la que está cayendo, es un elemento más para que el poder esté algo más preocupado. A pequeñas dentelladas va cayendo el árbol.

9. Porque vivo en Madrid y no creo aguantar ver esta ciudad convertida esta noche en un monumento al olvido, llena de banderas rojas y amarillas, de coches descapotables tocando la bocina, de pijos tomando la calle como lo hacen los que no son pijos cuando tienen reclamaciones. Y el único argumento es:  porque ha ganado la selección.

10. Porque si ganase la selección española y saliera con la bandera republicana a sentirme orgulloso de un éxito de mi país, es bastante fácil que la noche terminara con problemas.

11. Porque conozco gente que tiene dificultades con el pago de las medicinas, porque conozco gente que no va a poder pagar la matrícula de la universidad el semestre que viene, porque tengo compañeros de trabajo a los que ya no les han renovado el contrato, porque veo deteriorarse la enseñanza pública, porque a los inmigrantes les hacemos cada vez más la vida imposible aunque estén cuidando de nuestros ancianos, enfermos, hijos, porque quiero que la gente se distraiga de la mierda de época que nos está tocando vivir pero no quiero ni que se olviden de lo que está ocurriendo ni que sean rehenes de las estrategias del gobierno para seguir insisistiendo en más de lo mismo. Porque veo el partido y me va a ocurrir lo mismo que cuando ves un micrófono en una película: te sales del engaño, miras a tu alrededor y se te pone cara de imbécil.

12. Porque esta noche, a las 20:30, hay Asamblea del 15M en la Puerta del Sol, y se va a apoyar al movimiento #Yosoy132 en el día de las elecciones en México, y se va a reflexionar sobre los desahuciados que pidieron ayuda en la Catedral de la Almudena de Madrid y vieron cómo el Cardenal Rouco llamó a la policía para que los desalojaran, porque vamos a ver qué ocurre con los recortes en educación y sanidad, cómo se va a recibir a los mineros cuando lleguen a Madrid el día 9…

Por todo esto no voy a disfrutar del partido, aunque podríamos añadir mil más y cada cual tendrá la suya. Quizá tantas como tienen aquellos que van a pasárselo en bomba disfutando del encuentro. Espero que mañana, en cualquier caso, sigamos entendiendo que, se gane o se pierda el partido, lo que a todas luces estamos perdiendo es la democracia. Y eso sí que debiera concitar nuestro entusiasmo, nuestra entrega, nuestra rabia. Y que nada que nos debilite en esa lucha merece realmente la pena.


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