PONGA UN POLÍTICO EN SU VIDA. FERNANDO SÁNCHEZ SALINERO

PONGA UN POLÍTICO EN SU VIDA

“Es injusto que una generación sea comprometida por la precedente. Hay que encontrar un medio que preserve a las venideras de la avaricia o inhabilidad de las presentes”. Napoleón.

Si alguna vez os habéis planteado vivir de la política. ¡Bienvenidos al país con el mayor número de políticos per cápita de la tierra! En España nos podemos permitir el lujo de alimentar a cientos de miles de políticos y sus familias, permitirles que nos roben, que arruinen el país y que se paseen frente a nuestras caras sin complejos. Si usted aún no es político, puede que esté a tiempo. Aquí le dejamos un manual para hacer carrera.


Lo primero que debe hacer es entender cómo funciona el mundo: unos roban, y otros son robados. Hay que elegir. Cuando ya esté del lado de los que quieren robar, ha dado el primer paso. Ha descubierto su vocación: asaltador de bolsillos de ciudadanos. Pero cuando lo comente a sus amigos debe decir: “he optado por el servicio público”.

No crea que va a ser fácil llegar al puesto del trinque. En España se amontonan los candidatos, la cola es inmensa, y la fuerza con la que se agarran a la poltrona los que están, es más propia de Schwarzenegger que de un triste mortal como usted o yo.

¿Hasta ahora cómo se ha resuelto? Multiplicando el número de poltronas para el saqueo. “Para que no me quieras quitar mi sillón, creamos otro, que paga el sufrido y sumiso ciudadano”.

¡Habrá para todos! -Gritan desde la cima de la pirámide- ¡Tened un poco de paciencia!

Para eso las autonomías han sido un instrumento maravilloso. Y cuando ya no daban más de sí, se han creado miles de empresas públicas donde trincar, los ayuntamientos han permitido hinchar la nómina casi hasta el infinito y las diputaciones son el crisol de la jeta pétrea. También podemos crear organismos tipo defensores del pueblo, primero del país, luego de la comunidad autónoma, después de la provincia, y terminaran surgiendo los de la comarca, que mi primo también tiene derecho ¿no?

Y además resulta que no tenemos defensores del pueblo, sino viajeros de lujo a costa de nuestros madrugones. ¡Madruga Pepe, que el político tiene que ir a un resort de 6 estrellas con toda la family!

En España hay más del triple de políticos que médicos. Quien estudie en nuestro país es que es simplemente imbécil, pudiendo aspirar a ser político.

Hagamos universidades y campus al nivel de Harvard en cada capital de provincia o pueblo grande. Todo el mundo tiene el derecho inalienable de tener una universidad a menos de 10 minutos de su casa y aspirar a ser catedrático. ¡Seamos todos catedráticos! Algún día el mundo nos mirará asombrados diciendo: la cultura en España es inmensa, el 45% de la población es catedrático de universidad. Hay más universidades que panaderías.

Vete haciendo ejercicios de cuello para poder mirar para otro lado, cada vez que veas que alguien está robando a tu alrededor. Uno de los principios básicos de la política es el Hakuna matata: roba y deja robar.

Quizá se pregunte si hacen falta muchos estudios para medrar. Puede estar tranquilo, cuanto más lerdo sea, más rápido será su ascenso. Basta mirar la lista de los ministros con los que nos ha castigado el destino. Si hay algo que se prima en la política es rodearse de gente que no pueda hacerle sombra al que mueve el dedo de las designaciones (en algunos casos es casi imposible, pero persevere en la estupidez y será un candidato apetecible). De ahí para abajo se puede imaginar. ¿Se reían de usted porque era el tonto de la clase? Es su ocasión de demostrarles lo alto que se puede llegar.

¿Tus niños van andando al colegio por la mañana? ¡Abandona esa costumbre insana! Llévalos en coche oficial. Para eso habrás metido de chofer a tu cuñado. Ese que te fastidiaba en las cenas de navidad y ahora te trata de usted. Y luego, que pase a hacer la compra por el súper. Se acabó ir a casa cargado con esas antiestéticas bolsas del Mercadona.

Puedes contribuir a crear otra Logse para joder completamente la educación pública, y así tus hijos, llevados a colegios privados (da igual la opción política), tendrán fácil dominar a las masas iletradas, que repetirán las consignas políticas que tú les des y que caben en un sms, dejando hueco para el ¡pásalo!

Y, ¿si se acaba el dinero? Pas problem, colega! Más impuestos a la masa. Eso sí, hay que pagar a los predicadores de que sólo con impuestos se mantienen las garantías del estado del bienestar, que es la gran coartada para robar.

Tienes que desarrollar otras dos habilidades:

La puñalada trapera al compañero de partido. Esto es muy importante, a veces se darán movimientos de cargos que te pueden dejar con el culo fuera. ¡Eso bajo ningún concepto! Puedes empezar apuñalando a tu propio padre y vendiendo a tu madre en la plaza pública por 20 €. Una vez hecho eso, traicionar al compañero del partido es coser y cantar.

Buscar culpables de tus incapacidades para despertar odios. Tú no tienes culpa de nada, pero no te preocupes, encontrar culpables en España está chupado. Somos un pueblo propenso a los bandos y los odios. Una vez encasillados, ya no se saldrán del rebaño por su propia voluntad. Si tú tienes etiqueta de derechas la culpa es de los de izquierdas, si eres de izquierdas, la culpa es de Franco y sus herederos. Si eres catalán la culpa es de Madrid y de Extremadura, si eres andaluz, la culpa es de los herederos de los señoritos. No hay comunidad autónoma, ni provincia, que no tenga su lista de culpables cien veces repetida. Y si no, ahí están los mercados, los yanquis o Europa. Y así lo justificas todo. Vas a alucinar cómo la gente se traga eso, mientras ve cómo te llevas la pasta a Suiza.

Si alguien propone reducir el número de poltronas, por ejemplo, agrupando ayuntamientos, te opones ruidosamente y utilizas el manido, pero eficaz argumento, de sólo faltaba que viniera otro de otro pueblo a organizar el nuestro. En casa y en las reuniones de partido, sustituyes la palabra “organizar” por la de “robar en”.

Y, ¿qué ocurre cuando uno se va quedando fuera del mercado? No problem! Para eso tenemos los cementerios de elefantes del senado, el parlamento europeo, el Consejo de Estado o los miles de consejos de administración de las empresas públicas, semipúblicas y medio pensionistas. Aplicarán la fórmula: “para que un ex político no moleste hay que ponerle un sueldo de escándalo a costa del pueblo soberano”. ¿Verdad que suena a cachondeo lo de “pueblo soberano”?

Y lo peor de todo, es que lo menos importante (siéndolo mucho) son los sueldos y añadidos que cobran, sino la descomunal partida de lo que roban y despilfarran. ¡Ése es el bocado del león! La gente se queja por los sueldos y eso son minucias de lo que se llevan.

Es asombrosa la sumisión que hemos desarrollado los ciudadanos ante el desfalco. Se agota en la queja. ¿Hacemos algo aparte de quejarnos? Y me incluyo.

Y, ¿sabéis lo que harán los políticos con este post y otros miles en el mismo sentido? Imprimirlos en papel suave para cuando tengan su momento “all bran”.

Si alguien cree que los políticos, voluntariamente, van a parar de robar y arruinar el país, es muy probable que también crea en Santa Claus, y en los Reyes Magos. Casi es mejor no despertarle del sueño. Tenemos montado un sistema clientelar que se basa en que todos están pringados y si pretenden echar a uno  “tira de la manta”. Hay EREs por todos lados, menos en los partidos políticos, ¿no os parece raro?

Si alguien cree que su negocio va a mejorar con un gobierno o con otro, o es que tiene contactos para trincar en el pesebre de uno u otro lado, o goza de una candidez que le llevará a los altares.

La tragedia de lo que escribo, es que los ciudadanos somos los que hemos permitido que se creara esta casta parásita y arruinadora. Ellos no se van a ir. O somos los ciudadanos, los que desmontamos el chiringuito, o terminaremos como cualquier país del tercer mundo: una minoría viviendo como sultanes, la inmensa mayoría en la pobreza más absoluta.

Cada vez que bajamos los brazos ellos metan la mano en nuestros bolsillos.

Un saludo.

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