DEMOCRACIA WESTERN. ANTONIO MENDEZ


DEMOCRACIA WESTERN
Uno de los secretos mejor guardados ha quedado desvelado a escala esta semana. ¿Cuánto vale la democracia? En Torrox, un cargo de confianza para cada partido. En concreto, un secretario para cada grupo municipal que podrán designar a dedo y liberar a un militante del ostracismo del parto. Extrapolen e igual disponemos de una primera en líquido del montante de este sistema que nos hemos dado todos, pero que algunos deciden interpretar por nosotros.

Y hay que agradecer la confesión al concejal José Pérez, autor intelectual de la idea, y portavoz municipal del PA, histórica formación andaluz que avanza a gran velocidad hacia su extinción. El edil, para justificar la oportunidad de la medida, sentenció: "la democracia tiene que pagar sus costes". En este caso contante y sonante, 6.433 euros con 77 céntimos al mes, el salario que percibirán los cinco secretarios de grupo que se contratarán en turno de media jornada si mañana prospera en el Pleno esta iniciativa de evidente interés general, para los partidos que la suscriban.


La operación la promueve el propio regidor Francisco Muñoz, alcalde socialista que gobierna en minoría y que ha resuelto respaldar la operación enchufe a cambio de obtener la aprobación de las cuentas municipales. "Lo tengo claro y es nuestra propuesta para que salgan los presupuestos", resume el espíritu de este intercambio de intereses el citado edil andalucista. Así que en Torrox hay un botín en juego y un sheriff más que cómplice. No digo que como conclusión de esta peculiar historia haya que afirmar que políticamente esta convulsa localidad de la Costa del Sol oriental sea un reino de cuatreros. Aunque desde hace muchos años, regidor que durante su mandato se deja un instante el caballo suelto, le birlan la cabalgadura de la Alcaldía y debe volver a pie hasta la oposición. Pero estas estrategias llevan títulos de películas de spaghettiwestern que tanto popularizó en los 60 Sergio Leone y el ahora monologuista del Partido Republicano estadounidense Clint Eastwood, éste siempre encarnando a un cazarrecompensas. Por un puñado de dólares o su secuela Por unos pocos dólares más, que en España se tradujo por La muerte tenía un precio. Aquí se lo adjudican a la democracia, una de western.

PUBLICADO EN MÁLAGA HOY

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