PARALÍMPICOS Y ROSA REGÁS. JOSÉ MANUEL BEMONTE


PARALÍMPICOS Y ROSA REGÁS

Con  todo el respeto y con el mayor aprecio, quiero unir mi voz a la imagen de estos atletas. Con el equipo de paralímpicos españoles (sin excluir, a los de otros países, por supuesto) y, si me lo permiten, con los 80 periodistas españoles que cubrirán el desarrollo de estos juegos para los medios de comunicación, (sin excluir a los otros periodistas del mundo) quisiera  alzar mi voz en su defensa.


Los 127 deportistas con discapacidad, más los 15 de apoyo (guías etc.), van a participar en 15 de las 20 disciplinas del programa paralímpico: atletismo, baloncesto en silla de ruedas, boccia - La boccia es un deporte paralímpico, similar a la petanca, cuya práctica está destinada a deportistas con discapacidades totales o parciales en sus extremidades-, ciclismo paralímpico, esgrima en silla de ruedas, futbol 5, halterofilia, natación, remo, tenis de mesa, tenis en silla de ruedas, tiro con arco, tiro olímpico y vela.

Ellos, como cualquier deportista, para  estar en estos juegos han tenido que acreditar un esfuerzo en sus respectivas Federaciones que garantizan las marcas con las que van a competir con otros deportistas del mundo entero. Las Federaciones que aportan deportistas son: la de ciegos (FEDC), Personas con discapacidad física(PEDDF), Personas con discapacidad cerebral(FEDPC), Remo (FER), Personas con Discapacidad intelectual (FEDDI), Ciclismo (RFEC), Tenis de mesa (RFETM) y Vela (RFEV).

En los pasados juegos, pudimos ver al atleta sudafricano Oscar Pistorius, el atleta más rápido del mundo sin piernas. Compitió al más alto nivel con dos prótesis, y es mundialmente conocido como el atleta sin piernas.

Quiero que esa imagen sirva de base para darnos cuenta del esfuerzo, dedicación y trabajo que tienen que hacer para estar en unos juegos. Con  palabras de un atleta paralímpico: “cada día tienes que dar el máximo”.  Ir al límite no es suficiente, la superación tiene que llegar casi al imposible: “Si crees que algo es imposible es cuando más tienes que trabajar por hacerlo.  Hay que obligarse a superar una limitación”.

Su enseñanza es la de la superación más incluso que la búsqueda de gloria. Me emociona escuchar a David Casinos: “Es igual de importante el camino que recorremos para ganar una medalla que conseguirla”.
He sido testigo del esfuerzo diario de algunos, en el gimnasio, en la piscina,  en la pista. Allí, cuenta la voluntad, el deseo de superación, el demostrarse a sí mismos que pueden, que son capaces, aunque suden, aunque se les caigan las lágrimas por el esfuerzo o el dolor. Cierto que con el tiempo hay una cierta tolerancia de la frustración. El psicólogo ayuda, y el entrenador, para volver un día y otro, no por dinero, sino por sí mismos, por hacer deporte, por esforzarse más que los demás para ser igual. Es todo un reto.  

Cada uno conoce sus capacidades y sus limitaciones, pero “valores como la constancia, la determinación, saber cuál es tu objetivo y las ganas de hacer deporte” son para Raquel Acinas, la base para destacar como deportista.

No quieren que les consideremos héroes, a lo sumo ejemplo de superación. Ellos son excepcionales, pero no son de otra pasta, ni de otro planeta. Tienen otras capacidades, aunque  tengan alguna carencia. Lo han demostrado cada día en su entorno, en sus entrenamientos, y desde el día 28 de agosto se lo van a demostrar al mundo entero. Nadie les va a regalar nada. Competirán en buena lid con los mejores, como hacen los campeones, como lo están haciendo, ellos y otros muchos día a día.  Porque, no se olvide, los paralímpicos que compiten, son una minoría, entre millones de seres humanos como ellos, empeñados en superarse y salir adelante, con esfuerzo y dignidad, pero sobre todo luchando contra la discriminación. De hecho, Londres quiere que sean “los juegos de todos”, facilitando el desplazamiento y la vida a personas que vivan con una discapacidad. La meta es servir de ejemplo para acelerar en todos los países el proceso para que los gobiernos legislen y practiquen una política de equidad para las personas con alguna discapacidad. En Londres y desde cualquier parte del mundo se puede propiciar un cambio duradero en la conducta de la gente hacia las personas con capacidades diferentes para lograr una mayor justicia social.

Dicho esto, quiero poner, negro sobre blanco, el peligro de la ideología de los perfectos, la vileza de los cobardes progresistas y la inhumanidad de quienes ante cualquier esfuerzo o cualquier dificultad solo ven problemas de dinero. Me refiero a quien piensa, que estos atletas, son “monstruos”. Sí, textualmente. Ellos y los fetos con alguna malformación, no deberían vivir, porque no van a ser felices; no son, pues, un ejemplo, ni una oportunidad para cambiar nuestro comportamiento hacia ellos.  Son “monstruos”, dicen. Es muy fuerte, decir eso.  Créanme que no miento.
Les pido por favor, que sigan leyendo y me den la oportunidad de desenmascarar la injusticia del progresismo y el absurdo de quienes hacen y propician leyes inhumanas, para acabar con lo que “no les conviene”, con los “monstruos”, los Down o “el montón de células” que deben terminar en la basura. La ideología feminista que acota el mundo para los que pueden, para los perfectos y para los “felices”, no entiende de barreras. Su desfachatez tampoco.

Pongo un ejemplo concreto, (seguro que ustedes conocen otros en su entorno).  Concretamente Rosa Regás, veterana escritora catalana, a quien en su día el Partido Socialista nombró directora de la Biblioteca Nacional. La hoy ya ex directora, cuando el actual Ministro de Justicia de España, del Partido Popular, ha insinuado el deseo de cambiar la ley del aborto para defender la vida, concretamente en el supuesto de malformación  del feto,  ha saltado como un resorte, en su Blog “Ellas”, del periódico Elmundo.es. Señor Ministro, ¿no le parece que antes de dar vida a los monstruos debería ocuparse de que no se resquebrajara la dignidad de los vivos, y defender para ellos trabajo, vivienda, educación y sanidad?” Los llama así en dos ocasiones. http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2012/07/30/siniestra-ley-del-aborto.html
Y para que no haya duda, un monstruo  sin dignidad para vivir, puede ser, según ella “un feto o una persona sin brazos, o sin pies”.

Ha habido muchas respuestas, a la profunda y lamentable  ofensa nazi de la Sra. Regás.   Voy a citar solo dos de esas respuestas. José Antonio Barragán Dorestes, dice: “como abogado, como padre de familia, como persona que defiende el principal derecho humano que tienen todas las personas concebidas, que es el derecho a la vida, y sobre todo como persona con un mínimo de sensibilidad y de sentido común, no puedo dejar de contestarle a su lamentable escrito…"El verdadero monstruo es quien desea poder matar con impunidad a seres humanos inocentes e indefensos, simplemente porque no son perfectos (...). Nuestra dignidad y valor no se mide por el número de cromosomas, sino por lo que somos: personas".

Sra. Regás, como veo que desgraciadamente, a Usted nunca nadie le ha explicado qué es eso de la “igualdad de derechos de las personas con discapacidad en las sociedades democráticas” permítame que le apunte algunos datos y le recuerde lo que dicen algunos tratados internacionales sobre los niños y las personas discapacitadas:

La Convención Internacional Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, aprobada en Nueva York el 13 de diciembre de 2006, que entró en vigor en nuestro ordenamiento el 3 de mayo de 2008, (BOE nº 96 de 21 de abril de 2008), señala en su art. 7 lo siguiente: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas necesarias para asegurar que todos los niños y las niñas con discapacidad gocen plenamente de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas”. Y en su art. 10, al hablar del derecho a la vida, dice: “Los Estados Partes reafirman el derecho inherente a la vida de todos los seres humanos y adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar el goce efectivo de ese derecho por las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás”.

 La siguiente respuesta es de un veterano escritor y periodista, comentarista habitual en los medios de comunicación, y pregonero este año en las fiestas de la capital alcarreña, Andrés Aberasturi, ofendido por el grandísimo desprecio y la “monstruosidad” de la Sra. Regás.  Aberasturi, padre de un hijo con síndrome de Down, le escribe “entre el asombro, la perplejidad y el asco”. Y comenta la frase: "Antes de dar vida a los monstruos". “Naturalmente me faltan palabras para expresar lo que sentí al leer semejante panfleto desde mi agnosticismo y sólo entrando en el calificativo que Regás dedica a los discapacitados. No puedo creerlo. Un monstruo, ha leído bien. De forma que si los diagnosticados por una malformación son para doña Rosa unos monstruos en caso de que nazcan, lo son también los ya nacidos: mi hijo es para la escritora un monstruo”.

 Le pide, pues, que rectifique. Según él lo “que debería rectificar es cuando asegura que "las (mujeres) europeas ya tienen ese problema solucionado de no querer dar vida a quien no podrá disfrutarla." ¿Qué sabe Rosa Regás de eso? ¿Qué sabe Rosa Regás de la risa abierta de mi hijo, de su paz cuando duerme, de su mirada llena de luz cada mañana, de lo que le hemos podido dar y de todo lo que él nos ha dado? ¿Cómo se atreve Rosa Regás a generalizar y afirmar que mi hijo -y tantos hijos- no pueden disfrutar de la vida? ¿Con que derecho dice tales cosas? ¿Con qué base científica? ¿Con qué permiso?”.

Creo que es suficiente. Con lo dicho hasta aquí estoy defendiendo la vida. Estoy con  todos los paralímpicos,-lo sean por causas anteriores al nacimiento o posteriores-, del país que sean. No estamos hablando de medallas, ni de diplomas, hablamos, señora Regás, no de monstruos, sino de personas. Son y representan, la inmensa dignidad de ser humanos. Estamos con los que van a competir, y con la multitud de quienes, desde sus casas vibrarán con sus triunfos, aunque tengan tal vez, como los paralímpicos, alguna discapacidad, o mejor, alguna capacidad diferente. ¿Y qué? En la vida, y en el mundo podemos y debemos “jugar todos”, olímpicos y paralímpicos. ¡Pero sin trampas y sin privilegios! ¿O es sólo- el mundo y las trampas- para los que los progresistas decidan? ¿Sería más habitable este mundo si acabaran con los “paralímpicos”, con su humanidad, su esfuerzo, su ejemplo, su ternura y su sonrisa?

 ¡No lo permitan! ¡No se callen! No se dejen embaucar. A sus dictaduras les llaman democracias populares, y terminar con  la vida de indefensos inocentes, le llaman derecho. Si nos callamos, terminarán por conseguirlo. ¡Están ya acabando con los Down, cuya esperanza de vida, según el prestigioso ginecólogo, Esteban Rodríguez Martín, apenas llega a 150 días! Ya no se ven, porque no nacen. ¿Por qué? “Porque lo más grave que está sucediendo en la atención medicalizada de las personas con síndromes de Down es que están siendo cribados y seleccionados desde sus primeros días de existencia  mediante test invasivos y no invasivos para facilitar su ejecución antes de las 22 semanas de vida”. http://www.hazteoir.org/noticia/46923-esperanza-vida-personas-sd-down-no-llega-150-dias

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