EL
CAPITAL
“En un sistema de producción en que toda
la trama del proceso de reproducción descansa sobre el crédito, cuando éste
cesa repentinamente y sólo se admiten los pagos al contado, tiene que
producirse inmediatamente una crisis, una demanda violenta y en tropel de
medios de pago. Por eso, a primera vista, la crisis aparece como una simple
crisis de crédito y de dinero.
Y en realidad, sólo se trata de la
convertibilidad de las letras de cambio en dinero. Pero estas letras
representan en su mayoría compras y ventas reales, las cuales, al sentir la
necesidad de extenderse ampliamente, acaban sirviendo de base a toda la crisis.
Pero, al lado de esto, hay una masa inmensa de estas letras que sólo
representan negocios de especulación, que ahora se ponen al desnudo y explotan
como pompas de jabón; además, especulaciones montadas sobre capitales ajenos,
pero fracasadas; finalmente, capitales–mercancías depreciadas o incluso
invendibles o un reflujo de capital ya irrealizable…” El Capital. Tomo III capítulo
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