IMAGÍNENSE SI EL PAÍS FUERA UN PERIÓDICO NEOLIBERAL CON DUDOSA VOCACIÓN DEMOCRÁTICA


SI EL PAÍS FUERA UN PERIÓDICO NEOLIBERAL 

Leeríamos cómo uno de sus editoriales  justifica los recortes del gobierno hablando del “poco acierto a la hora de explicar los recortes“, porque estos son “inevitables”;

“Los ajustes que exige Bruselas, Alemania y la Eurozona son inevitables, de ahí la necesidad de hacer toda la pedagogía necesaria con los ciudadanos”.


Su línea editorial borraría de un plumazo cualquier alternativa a los “inevitables recortes”, como las que se están sugiriendo desde diferentes ámbitos de la economía académica. Lo cierto es que este gobierno ha tenido que pedir prestado dinero porque el Estado no recoge el suficiente por culpa de un fraude fiscal que no quiere combatir e impuestos regresivos. En época de bonanza, “el Estado español bajó más y más los impuestos, bajada que favoreció particularmente a las rentas superiores“, como nos cuenta Vincenç Navarro pero no contaría El País. En lugar de volver a subir los impuestos a las rentas altas, el gobierno del PP pide prestado a la banca estadounidense, alemana y francesa y nos endeuda con intereses incluidos. Nada de esto entraría en el discurso de El País. Es lo que Navarro califica como “el problema más silenciado en los medios y en los debates“.

Su grupo mediático, PRISA, seguiría adelante con una deuda de 5.000 millones de euros gracias al apoyo de varios benefactores de la banca privada.

Leeríamos en sus páginas que “un referéndum sobre los recortes, como piden los sindicatos, no es el camino, por más que el PP haya incumplido su programa electoral”, frase en la que El País demostraría que su vocación democrática no es ni de boquilla.

Apoyaría la modificación de la constitución pactada por PP y PSOE para priorizar el pago de la deuda a la banca privada.

Sustituiría el lema “Que le jodan a la Troika (…)” por “Al diablo con la troika (…)” en una noticia sobre las masivas manifestaciones de ayer en Portugal. En otro de sus editoriales -que podría titularse “Un respiro para Portugal“- hablaría de cómo hoy la Comisión Europea, el FMI y el BCE han cedido en su presión sobre las exigencias de déficit a este país, sin mencionar en ninguna línea las masivas manifestaciones de ayer, y el sitio del Congreso en Lisboa.

Llamaría a Ernesto Guevara, el Che “terrorista de diverso cuño” de una “siniestra saga de héroes trágicos que pretenden disimular la condición del asesino bajo la del mártir”.

En otra noticia  explicaría falsamente los motivos de dentención de los 4 manifestantes durante el 15S, dando credibilidad a una versión de la Delegación del Gobierno en la que en ningún momento se mencionase la pancarta que portaban con el lema “25S, Rodea el Congreso”. Diría El País: “han sido detenidas esta mañana en la madrileña plaza de Platerías, tras negarse a facilitar su identificación al inicio de una de las marchas que se han celebrado en la capital”. Y todo ello, teniendo en cuenta un vídeo donde se observa con claridad cómo la policía no pide ninguna documentación, sino que se abalanza sobre la pancarta e intenta arrebatársela a los manifestantes que ejercían su derecho a la libertad de expresión. Esto lo titularía El País “En libertad los cuatro detenidos por resistencia a la autoridad“, en lugar de “…detenidos por llevar una pancarta del 25S“.

Respaldaría golpes de Estado en Venezuela.

Tacharía de “solemne tontería, de necedad, el pacto de silencio” suscrito por AP y PSOE durante la Transición.

Nos decepcionaría refiriéndose al 25S como la “convocatoria de tomar el Congreso“conociendo los editores de El País que es una “convocatoria para rodear el Congreso”. Publicaría como ciertas las ridículas cifras de entre los “50.000 y los 65.000 manifestantes” para referirse al número de manifestantes del 15S.

Castigaría duramente a los gobiernos socialistas de Latinoamérica a fin de poner a la opinión pública en su contra. Los ridiculizaría tachándolos de dictaduras, de populistas o de dictaduras populistas.

Apoyaría a mercenarios en las guerras del norte de África. Custodiaría los intereses de las multinacionales frente a los pueblos.

Asustaría a los ciudadanos y apoyaría políticas contra sus intereses.

Respaldaría también como “inevitable” la elevación de la jubilación  los 67 años y el cambio del cómputo a  25 años, entre otros “ajustes”.

El presidente de su grupo de comunicación acudiría a diversas reuniones anuales del Club Bilderberg.

En suma, parecería un medio libre cuando realmente lo controla un fondo de inversión estadounidense llamado Liberty y -en menor medida- una familia española fiel al franquismo.

Sé que esto es difícil de imaginar para sus lectores habituales… pero -por favor- intenten imaginarlo.

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