TENEMOS
LOS MEDIOS
Leo una de las noticias más bellas casi
poética de los últimos tiempos. También existe una alternativa al sucio avión
actual que parecía ser el único medio de transporte sin alternativa limpia: El
avión solar. Es verdad que la velocidad de crucero es aún muy baja o la
capacidad escasa, pero cuando los hermanos Wrigth volaron por primera vez no
levantaron un palmo del suelo ni volaron a más de 30 Km por hora.
Las políticas en contra de la
proliferación de energías alternativas frente al petróleo y a la nuclear son
solo justificables desde el punto de vista del beneficio de las empresas que
producen éstas últimas. Hace poco, en España, retiraron las subvenciones a la
solar y se redujo el cupo a nuevas instalaciones provocando un preocupante
parón .Estaba implantándose un modelo de producción de energía solar con la
participación de muchos ciudadanos en régimen de cooperativas lo que ponía en
peligro el control por parte de las grandes que dominan el mercado.
Hay quien dice que estas energías
renovables son deficitarias. Permitidme que discrepe. Comparémoslas con el
petróleo por ejemplo: tiene costes de extracción que no son baratos, de refino,
de transporte y almacenamiento y de transformación en energía eléctrica y
transporte a los puntos de consumo con una pérdida considerable. Aparte del
gran problema de producción de CO2 y contaminación del medio. Ésto último no
tiene precio.
La solar no se extrae, no hay que
refinarla, los rayos del sol se transportan solitos hasta el punto de
conversión en eléctrica. No necesita centrales como las térmicas, gas o
nucleares-aunque las haya son mucho más simples y no son imprescindibles-, una
simple vivienda podría producir la que necesita para autoabastecerse, ahorrando
en pérdidas y costos de transporte hasta el punto de consumo. Es decir, un
maná.
Por otro lado el carbón y el petroleo
están subvencionados cinco veces más que las renovables ¿Para qué demonios se
subvenciona el petróleo si es más rentable que la solar según nos quieren
convencer?
Si todas las viviendas tuvieran placas y
estuvieran conectadas a una red, el problema de almacenamiento que tiene la
energía fotovoltaica se solventaría, pues contando con sistemas de recuperación
como elevar agua con bombas cuando haya excedente y producir electricidad
mediante la energía potencial de reserva cuando esté nublado, o traerla de
zonas muy soleadas como ocurre es el caso de Andalucía.
De la nuclear ya hablé y creo que no
merece insistir pues es insostenible, muy peligrosa y la empresa no se hace
cargo de los desastres sino el Estado.
Además el daño es tan brutal que con
varios accidentes como el Chernobil acabábamos con el planeta. Y al parecer no
era solo un problema de la deficiente tecnología o control de los países
comunistas. Ahí está Japón para corroborarlo.
En fin, existen ya alternativas para
suplir el actual sistema energético. Su mantenimiento solo se sostiene por el
empeño y gran poder de sus beneficiarios. Muchos ciudadanos piensan igual que
las grandes petroleras ¿Se han planteado de quien es el capital de los medios
de comunicación que le proporcionan la información?
Se impone el cambio
Hay buenas noticias respecto a las
energías alternativas. China ha decidido apoyar la producción y exportación de
placas solares fotovoltaicas, lo que está haciendo caer los precios. Hasta
ahora la unión Europea no había protestado por la exportación con bajos precios
de productos fabricados en China sin respetar derechos humanos,
medio-ambientales, etc. Las empresas Europeas se frotaban las manos porque
producían o compraban allí a muy bajo coste. Era la maravillosa globalización.
Y ahora sí protesta por la importación de placas fotovoltaicas chinas. Sin
entrar a juzgar el mafioso y feudal sistema económico de China, país que ha
basado su desarrollo en una energía tan contaminante y barata como el carbón.
Estaba perdiendo el sol. Ahora lo recupera.
Parece que la energía solar levanta
ampollas porque supone una revolución en cuanto a la producción, distribución y
control de la energía.
Por otro lado tres grandes productores
de automóviles japoneses han decidido firmar un convenio para producir en masa
coches de hidrógeno que como sabréis es en realidad un eléctrico con un
ingenio- la pila de combustible- para transformar el hidrógeno en electricidad,
con lo que el problema de la autonomía y de tiempo de carga de la batería de
los eléctricos puros desaparece. Y el coche de hidrógeno es viable ya, porque
lleva años funcionando. Una empresa japonesa lo fabrica ¡con una estación solar
de producción de hidrógeno incluida! Ergo es viable. Valdrá una pasta pero está
en el mercado, aunque tengo entendido que solo en California y Japón. Algo es
algo, pero es todo un triunfo sabiendo como se las gasta el diablo de
Rockefeller. Es una buena noticia porque el eléctrico puro lo tiene complicado.
Si no vivimos en un mundo mejor es
porque las petroleras, que acabaron con el desarrollo de los eléctricos
presionando por las buenas o por las malas, y están impidiendo el desarrollo de
la fotovoltaica, no quieren perder el control.
Por último y aunque esto no nos lo
planteamos porque parece imposible un mundo sin petróleo, lo cierto es que los
pozos se agotan, pues no son ilimitados y el consumo brutal.
"La AIE no elude polémico concepto
del pico del petróleo, aunque no lo dibuja como una caída abrupta sino como una
estabilización de la producción: "Por primera vez hemos dicho que la
producción de crudo tocó techo en 2006, con unos 70 millones de barriles diario
y nunca volveremos a esos niveles en el futuro porque el gran declive de los
yacimientos existentes. La producción será estable entre 68 y 69 millones de
barriles diario durante los próximos 25 años. El crecimiento vendrá de los
líquidos del gas natural [líquidos que aparecen junto al petróleo en los
yacimientos] y del petróleo no convencional, como las arenas bituminosas de
Canadá. Esto, unido al aumento de la demanda, implica precios más altos de
petróleo. Llevo años diciendo que la era del petróleo barato se ha acabado y el
mercado lo confirma. Los países importadores solo tienen una forma de
afrontarlo. Mover el sistema de transporte hacia coches eléctricos".
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