LOS
MITOS DE CTHULHU (I). HOMENAJE A LOVECRAFT
"En la profunda R´lyeh el Gran Cthulhu duerme y
aguarda". Con tan amenazadora profecía, Lovecraft nos advierte en su
relato “La llamada de Cthulhu” de esta oración que los seguidores del dios -un
ente alienígena de 10 km de altura, cabeza de pulpo y cuerpo de dragón,
recubierto por una gelatina que le hace indestructible- repiten una y otra vez,
esperando el "día que las estrellas estén en posición" y en el que su
horrible deidad quedará libre de su prisión y reclamará lo que una vez fue
suyo.
Y al contrario que otros Primigenios o Primordiales,
Cthulhu no mora en lejanas estrellas o está prisionero más allá de nuestro
espacio-tiempo:
La ciudad de
Rlyeh -de enloquecedora geometría no euclidiana- está localizada en el Pacífico
y algunos… ¿locos? creen haberla localizado.
El profeta de Providence descubrió que hace eones,
tras una fallida rebelión, los Dioses Arquetípicos lograron exiliar -pero no
vencer definitivamente- a los Primordiales: Hastur fue exiliado al lago de
Hali, en las Híadas, cerca de Aldebarán; Cthulhu a las profundidades del
Pacífico; Ithaqua, El Que Camina en el Viento, a los helados desiertos árticos;
Yog-Sothot fue lanzado al Caos junto con Azathot, el líder de la rebelión, al
que en castigo, le privaron la cordura. Otros rebeldes fueron exiliados y
prisioneros. El único que parece librarse de esta suerte es Nyarlathotep, el de
las Mil Caras, el Caos Reptante.
Pero la hora de la venganza se acerca, en la página
751 del Necronomicón -la edición completa, a la que nadie puede acceder sin
pagarlo con la razón o con la vida- figura el famoso Noveno Verso, que al ser
entonado devolverá la libertad a Yog-Sothot como anunciaron los profetas.
El exégeta de Lovecraft, el escritor Derleth, es el
sistematizador de Los Mitos de Cthulhu. Fue el que inventó la figura del Sello:
una especie de talismán creado por los Dioses Arquetípicos, una piedra con una
estrella de cinco puntas que domina a los Primordiales, a la manera de la cruz
cristiana contra los vampiros. Y es que Derleth vio las profecías de Lovecraft
como una distorsión de la religión judeo-cristiana, la eterna lucha del Bien
contra el Mal.
Pero esta defensa es solo una vaga ilusión, un tranquilizador invento de Derleth.
El autor del Necronomicón, el árabe loco
Abdul-al-Azhared no lo menciona, y tampoco ningún texto de los que pueden
consultarse en la sección prohibida de la Universidad de Miskatonic.
Cada vez
estoy más seguro de que nuestro escritor pagó su conocimiento -adquirido tras
años de horribles pesadillas- con su vida. Fue fuertemente influenciado por
Arthur Machen, miembro de la sociedad ocultista y esotérica llamada Golden
Dawn, a la que también perteneció Aleister Crowley, inquietante personaje, uno
de los fundadores de la magia del caos.
Quizás llegó a entrar en la peligrosa sección
prohibida de la Biblioteca de la Universidad de Miskatonic. Murió joven, presa del cáncer. Es cierto que
el cáncer es una enfermedad, pero ¿qué es una enfermedad para los que acechan
en el umbral?
Por suerte, ya no es necesario entrar en la
peligrosa sección, basta con tocar un enlace de la Universidad para acceder a
todo este conocimiento. La sección prohibida necesita una clave de acceso, pero
con un buen programa, la puedes conseguir...al fin y al cabo, no creo que
Cthulu sepa lo que son los derechos de autor, ni rastrear una dirección IP. No
sería lógico. Aunque tampoco creo que sea muy lógico este olor a mar y pescado
podrido que percibo desde que empecé a escribir...
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