RECORTES Y CULTURA
La cultura
en su peor momento". "El tijeretazo del 30% por parte del Gobierno
causa indignación en el mundo de la cultura". "La subida del IVA al
21% es un asesinato a la cultura". Se viene diciendo que impuestos y
recortes dañan seriamente a la cultura. ¿Se refieren a la cultura como
industria, es decir, a las editoriales o las productoras? ¿A la cultura como
creación, es decir, a las subvenciones para interpretar, filmar o representar?
¿A la cultura como preservación y difusión del legado patrimonial, es decir,
museos, restauraciones, orquestas, teatros o auditorios? ¿Qué entienden por
cultura quienes temen que el IVA y los recortes la dañen y hasta la asesinen?
Imagino que un poco de todo. Temo que, especialmente, las ayudas a la creación.
Pues bien:
lo que daña más seriamente a la cultura, en todas las acepciones de la palabra
y desde hace muchos años, es el descalabro educativo. Que no sólo tiene que ver
con los graves recortes que este sector también padece ahora, porque la cosa
viene de lejos: 1983 (LRU), 1990 (Logse), 1999 (inicio del proceso de Bolonia),
2001 (LOU). La educación exigente es la única garantía de que aumenten el
volumen y la calidad en el consumo y el disfrute de la cultura. Nunca, como
hoy, el acceso a lo producido por la cultura más exigente resulta tan fácil
para un mayor número de personas. Lo mejor que el ser humano ha compuesto,
escrito o filmado está, no ya al alcance de la mano, sino del dedo que apriete
un botón del ordenador. Y sin embargo… Sin embargo, nunca los niveles de calidad
del consumo mayoritario de cultura han sido más bajos.
Esto no es
pesimismo apocalíptico. Es realismo de cifras de libros más vendidos, películas
más taquilleras, programas más vistos o músicas más oídas. Esta es la verdadera
y más grave crisis de la cultura. Los libros son, proporcionalmente, más caros
en España que en otros países de nuestro entorno: el precio medio de Le Livre
de Poche es de cinco euros y el de los Penguin Books de 5 libras, mientras que
aquí la media de las novedades editoriales es de 20 euros y el de las ediciones
de bolsillo, 10. Pero son asequibles aún en tiempos de crisis. Y para quien no
pueda permitírselo, están las bibliotecas que afortunadamente frecuentan uno de
cada cinco españoles (por eso que se reduzcan sus presupuestos sí supone un
grave daño). No son los recortes lo que causa un daño mayor a la cultura, sino
la catástrofe educativa.
Fuente:
Málaga Hoy
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