EDITORIAL
2013 llega cargado de malos augurios y de un desapego cada vez mayor hacia la política por parte de la ciudadanía española. El elevado índice de abstención de las diversas elecciones celebradas en los últimos años, ya sean autonómicas, municipales o estatales, así lo evidencia. En esta situación de crisis económica llama la atención la solidaridad de todos los que colaboran con diversos movimientos sociales para hacer que los más desfavorecidos tengan algo que llevarse a la boca. Plataformas sociales que no sólo trabajan en Navidades como creen muchos. 2400 raciones de comida se repartían en Málaga “Los Ángeles de la noche” el día de Nochebuena, algo que llamó la atención en los diversos medios de comunicación. Alrededor de 400 bocadillos reparten cada día aunque eso no salga en los medios de comunicación porque el tema de la solidaridad es algo que sólo debe resaltarse en navidades.
Por ello en este número 50 de la revista Utopía queríamos acordarnos de todos aquellos que hacen posible que las utopías se vayan logrando. Nos referimos a los que dedican parte de su tiempo a colaborar con asociaciones que ayudan a los más necesitados, al inmenso trabajo de los médicos de los servicios de cuidados paliativos, a los locos del deporte que fomentan la práctica del baloncesto en los barrios más humildes, a los maestros y profesores que siguen creyendo en su trabajo y en la juventud como motor del cambio, a los cientos de voluntarios que colaboraron hace unos días en la recogida de alimentos para Bancosol, a los que por medio de la palaba nos hacen ver la realidad que otros pretenden esconder, al alumno que levanta la mano en una clase con otros cuarenta compañeros cuando le estás explicando esta mañana el imperialismo y te pregunta si eso tiene algo que ver con la pobreza actual que vive África, a los policías que se niegan a practicar desahucios, a los que organizan campañas humanitarias en Navidades, pero también en Mayo, Junio o Julio, a los que no miran para otro lado o a los ciudadanos que pudiendo aprovecharse no lo hacen … y en definitiva a todos los que con su esfuerzo y trabajo permiten que las utopías avancen. A todos ellos va dedicada esta revista.
Jesús Martín Ostios,¡gracias!. Gracias en nombre propio y en nombre de los, cada vez más,victimas de la crisis provocada por los que se esconden, para no dar la cara, en el escudo de los mercados financieros a los que vamos poniendo cara, a esos feos, feísimos y sucios banqueros,a los llamados empresrios con alma fenicia y esclavista, a los preversos, corruptos y cainitas disfrazados de políticos. Golfos degenerados,todos ellos,a los que la triste realidad que nos imponen a quitado la máscara de honorabilidad para descubrinos a esos seres infectos cuyo futuro tiene los días contados.
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