MEMORIAS LARGAS Y CORTAS. CARLOS COLÓN


MEMORIAS LARGAS Y CORTAS

Sacar ahora a relucir las responsabilidades en los bombardeos de Barcelona en 1937 y 1938, no como cuestión de investigación y debate histórico, sino como iniciativa judicial por crímenes de guerra abierta por la sección décima de la Audiencia de Barcelona, es progresista. Pedir que los criminales de ETA cumplan íntegras sus penas, que los beneficios penitenciarios les sean aplicados con la interpretación más dura y restrictiva que la ley permita, que no sean aproximados a su "país", que los partidos de sus cómplices no sean legalizados o que no ocupen cargos públicos, en cambio, es reaccionario. 


A algunos sectores que se autoconsideran progresistas les sucede como a los ancianos: tienen una excelente memoria para recordar lo sucedido hace 75 años, pero olvidan lo que pasó ayer. La memoria histórica les da para las largas distancias temporales, no para las cortas. La suerte de las víctimas les indigna si éstas son "uno de los nuestros" pero parece que les resulta indiferente si son "uno de los otros", según los haya asesinado el franquismo o ETA.

Viene todo al caso del nombramiento del ex concejal de Batasuna Jonan Fernández como responsable de la nueva Área de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, justo un día antes de cumplirse 15 años del asesinato de Alberto Jiménez Becerril y Ascensión García Ortiz. Como bien ha dicho el presidente del PP vasco, el nombramiento de Jonan Fernández "es negativo, porque siempre se ha caracterizado por defender la postura de Batasuna de que en el País Vasco hay un conflicto entre dos partes, lo que es falso e injustificado, y que es precisa una negociación política" y porque "siempre ha estado en contra de medidas eficaces contra el terrorismo, como la Ley de Partidos". Por ello, ha concluido, "no es bueno que se ponga al frente de la política de convivencia a alguien que se ha mostrado comprensivo con la visión independentista y totalitaria. Es un paso atrás".

La postura de Urkullu es la opuesta. Considera el nombramiento un gesto "incluyente", ha defendido los méritos del ex batasunero "en favor de la paz, el diálogo y el consenso social" y ha manifestado que el proyecto de su Gobierno es el fomento de una "revisión crítica del pasado" que, aunque "corresponde a todos", afecta "quizá a unos más que a otros". Lo último es lo peor: el "quizá" que iguala a unos (los asesinos, los totalitarios) y a otros (las víctimas, los demócratas). Repugnante.

FUENTE: MÁLAGA HOY

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