LA UTOPÍA DEL PERIODISTA. GONZALO CAPA


LA UTOPÍA DEL PERIODISTA
Como periodista, la gran utopía en los tiempos que corren es trabajar de periodista. Hace 35 años, con la llegada de la Democracia, parecía que habíamos llegado a la sociedad ideal, con unos políticos de grandes miras que fueron capaces de superar las diferencias ideológicas para firmar la Constitución y hacer una Transición modélica. Pues bien, pamplinas, de hecho, como periodista, cuando algún político apela a la Transición tengo el pleno convencimiento de que o estoy ante un corrupto o ante alguien que lleva mucho tiempo en política y está pidiendo a gritos la jubilación. Las utopías se conquistan y, en mi caso personal, a veces sueño despierto y me imagino al pueblo tomando el parlamento, el senado, los ayuntamientos, desalojando a los políticos, que serían sacados a la calle pataleando, como los deshauciados de sus casas, sólo que estos tendrían menos dignidad pero, eso sí, unos zapatos más relucientes. Y a raíz de aquí me surge una pregunta: ¿Cómo pudieron quedar todos esos franceses para tomar la Bastilla si no había Facebook no twitter?


Pero hablando de las utopías que sí se pueden conquistar, creo que internet debe convertirse en el gran instrumento  para la participación efectiva de los ciudadanos en democracia. ¿Cómo? Ese es el debate.

Por último, en cuanto al papel de la prensa, me parece inconcebible que se hayan dado subvenciones por tocar la armónica en una esquina y se haya dejado morir a los periódicos y a su independencia. En teoría, los medios de comunicación son los que vigilan al poder, los que le huelen la bragueta. Y no hablo de subvenciones, pero sí al menos de ofrecer ventajas fiscales como las que tiene la Fundación Botín, porque les aseguro que la información de un periódico es más importante para la sociedad que una película de Gracia Querejeta. Porque no nos podemos permitir que los mejores periodistas de este país se estén quedando sin trabajo uno detrás de otro  y que los directores comerciales le ganen terreno a los directores de redacción. Pensar que la prensa sobrevivirá 20 años más es a lo mejor una utopía, pero sin prensa, Bárcenas estaría todavía paseando sus abrigos horteras y su gomina con total impunidad, dejando al margen las motivaciones que pueda tener un medio para sacar tal o cual noticia. Y mientras los políticos sigan huyendo de la prensa inquietos, esta todavía tendrá su razón de ser. Porque a lo mejor no se venden periódicos, pero cuando una noticia es de verdadero alcance, de una manera u otra llega a los ciudadanos aunque sólo vayan al kiosko a comprar el Playboy, que antes siempre se compraba junto a El País para meterlo dentro y disimular camino de casa. Pero ahora, con internet, ni eso.

Porque la relación entre los políticos y los ciudadanos es como un concierto de Los Planetas, desde luego que se escucha, pero no se entiende un carajo lo que dicen. Pues igual. Pero que no se nos olvide que los políticos son un reflejo de la sociedad, hay un Bárcenas en cada uno de nosotros, luego está la decisión personal de sacarlo o no. Todos llevamos un animal dentro pero también, entre otras cosas, un sinvergüenza, eso no va a cambiar nunca. Pero en el futuro, al menos en la política, todo tiene que estar  controlado para  que nuestro miniBárcenas esé arrinconado en nuestros subconsciente. Con unas esposas y un pijama a rayas…


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