POR LA SALIDA DE IU-A DE LA COALICIÓN
DE GOBIERNO EN ANDALUCÍA
Somos de
izquierdas, y no lo podemos evitar. Somos de izquierdas, y tenemos un magnífico
problema, eterno, fértil, creador de expectativas, agitador del pensamiento,
turbador y creativo. Pensamos, leemos.
Nunca, por
fortuna, nos podremos desprender de esa condena, la de debatir, la de poner en
duda el orden establecido, eso sí, cualquier orden establecido, no solo uno,
todos. Tenemos la imperiosa necesidad, connatural a nuestra existencia, de
poner encima del tapete todas las palabras sujetas a la perversión, para
analizarlas, para desnudarlas, para que no nos conviertan en prisioneros de
significados antiguos ocultados, ahora, en significantes mentirosos, dedicados
a servir, como esbirros reconvertidos, a la continua acción de hipnosis, la que
nos inyecta el Amo Total.
No tenemos
otra opción, para bien y para mal, que la de discutir. Y así debe ser. Aunque
perdamos... o no, porque todos los procesos de la Historia han sido más lentos
de lo que la gente podía juzgar en la inmediatez de su juicio... rabia, acción,
paciencia, y adelante, pero alerta.
Y entre esas
palabras sujetas a la maledicencia, a la manipulación, al soborno mafioso, están precisamente las que más nos interesan:
izquierda y derecha.
No podemos
aceptar como verdades absolutas cualquier consigna, o juicio, que venga de una
instancia superior, aunque esa instancia sea nuestra propia familia.
Por eso me
gustaría que, antes de leer lo que sigue, nos sacudiéramos, yo también, los
socorridos argumentos a la contra, preventivos, que se convierten, sin saberlo,
en consignas cofrades, que bloquean el pensamiento.
Imposible no
recordar, como constitutivas de una premisa fundamental, las palabras de Julio
Anguita, cuando afirmaba que "no bastaba con llamarse de izquierdas hay
que hacer política de izquierdas".
En ese
sentido, el razonamiento que el PSOE ha esgrimido, y que sus autocomplacientes
seguidores no se han cansado de repetir gira en torno a la idea de que sus
políticas sociales, de derechos civiles, etc., han sido muy significativas, muy
"de izquierdas"... y, en parte, es verdad.
Sin embargo,
aunque hayan aprobado algunas leyes positivas en los social, ¿cuál es la base
política, económica, fundamental que ha sostenido, y sostiene, la acción
política de ese partido? Plegarse de forma cómplice, colaboracionista, ante el
golpe de estado financiero en el que
estamos inmersos. Una toma del poder por parte de las grandes corporaciones
financieras, empresariales, que dominan el mundo, y que, por supuesto, no van a
permitir (es más, se están eliminando) normas, leyes, que beneficien a los más
desfavorecidos, leyes de impulso social, digamos.
En la
Francia ocupada por el ejército nazi, la población se podía dividir, más o
menos, en tres grupos: la gran mayoría, que sobrevivía como podía, sin
señalarse; la resistencia, activa, que
luchaba arriesgando su vida contra los ocupadores; y los
colaboracionistas, que se vendían por unas lentejas, mientras traicionaban a
sus compatriotas.
Aunque sea
una analogía algo simple, en la ocupación que sufre nuestro país en estos
momentos, ¿en que grupo colocaríamos al PSOE?
Alberto
Garzón nos ha informado esta semana: "Los que han votado en contra de
nuestra propuesta de auditar la deuda son PP, PSOE, UPyD y CIU. A favor ha
votado la izquierda."
Es de
agradecer la labor de Garzón, y la información al minuto para que sepamos quién
es quién, y todavía me acuerdo de las magníficas palabras que disparó al
representante de Goldman Sachs en las colonias,
a Draghi... "usted viene aquí como representante de un poder
antidemocrático".
Pero lo que
no entiendo es eso de "a favor ha votado la izquierda"... ¿pero no
habíamos quedado en que en Andalucía se había hecho una coalicción de
izquierdas para detener a la derecha? Ahí tienen, por si alguien tenía alguna
duda, y de forma meridiana, la gran derecha, la más sólida y genuina de este
país: PP, PSOE, UPyD y CIU... eso está clarísimo, desde hace demasiado
tiempo... por lo tanto, hay que saber al lado de quién se está.
En este país
hay muchos temas sobre los que la gente, los partidos, pueden dejar clara su
ideología. Dos de ellos, de entre muchos otros, se refieren a la posición que
adopte cada uno con respecto a la exigencia de una auditoría sobre la deuda
(que ya se está quedando corta... ya casi estamos en el "no debemos, no
pagamos", pero, en fin, que está muy bien, y la reivindicamos). Y el otro
sería el tema de la ley hipotecaria, no solo el de la dación en pago Y todos se
van a retratar ahora, y no solo ahora, llevan retratándose demasiado tiempo.
¿Qué lugar
ocupa el PSOE? Alberto Garzón, nos lo ha aclarado perfectamente: en la
izquierda no, desde luego.
Por tanto,
¿qué pinta IU con el PSOE, aquí, en Andalucía, con el partido del Pacto del
Euro, de la Reforma de la Constitución, del no a la dación en pago durante
tanto tiempo, del no a la auditoría de la deuda?
Patética la
reacción de Diego Valderas ante la insinuación de Elena Valenciano sobre la
posibilidad de imitar la coalicción de Andalucía en el gobierno central...
"pues claro, claro que sí... y en Europa, claro"
Qué pronto
ha olvidado las históricas humillaciones que el PSOE ha infringido a IU, cómo
los han plantado, insultado, etc., y, sobre todo, qué pronto se puede olvidar a
quién representa el PSOE, realmente... lástima, porque en IU, hay muchísima
gente que está hasta las narices de las componendas del PSOE y de las cúpulas,
de los maquillajes, de los posibilismos, y de los chantajes emocionales.
En cuanto
tenga la más mínima ocasión, el PSOE dejará tirada a IU en cualquier esquina,
la historia está ahí, para recordarla. En cuento pueda,, el PSOE, su
cúpula, se asociará con sus aliados
naturales, los mencionados por Garzón. Y entonces el papel de comparsa que
acude ingenua al primer canto de sirena que llega a sus oídos ,quedará como una
huella ridícula, humillante.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE del Pacto del Euro y de la Reforma de la
Constitución, esa con la que este partido y su aliado, el PP, traicionaron a
varias generaciones de españoles, en aquella pesadilla de verano.
El PSOE de
Andalucía también es PSOE, que no solo no ha limitado los privilegios de la
Iglesia Católica, sino que los ha ampliado, J.L. Rodríguez Zapatero aumentó el
presupuesto de esa institución, más allá de lo que le obligaba el Concordato.
Un Concordato con la Santa Sede, de carácter preconstitucional y sobre el que
en ningún momento ha amagado el PSOE con liberarnos de esa condena.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE de los indultos a grandes ejecutivos bancarios.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE desde el que se puede saltar desde la política a
puestos de privilegio en grandes empresas (públicas antes, privadas ahora).
Esos maravillosos saltitos también son propios de grandes exdirigentes del PP.
El PSOE de
Andalucía también es PSOE que ha permitido durante años y años el monstruoso
fraude fiscal realizado por grandes empresas y bancos.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE que ha traicionado, con abandono asesino y con su
permisividad, cuando no sumisión, con Marruecos (ese estado tan democrático) al
pueblo saharaui.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE que defiende, en plan patriotero, a empresas tan
éticas como REPSOL, y otras.
El PSOE de
Andalucía también es PSOE que se arrodilla en nuestro parlamento andaluz ante
personajes tan dignos como la Duquesa de Alba.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE que ha dejado aquí, al lado de mi casa, en Rota,
uno de los proyectos estrella de Bush
(fue el primero en proponerlo) y de Obama: "Base central escudos
antimisiles", y lo ha hecho, además, con el chantaje más rastrero, el
argumento de "traerá trabajo", aquí, en una de las provincias más
deprimidas de España. Siniestro: pan por misiles.
El PSOE de
Andalucía también es el PSOE que nunca ha querido, de verdad, cambiar la
injusta Ley Electoral. Ni lo va a hacer. Esa ley les favorece, condenándonos a
todos a este bipartidismo de juguete, a esta farsa electoral. Y que condena, de
forma aberrante, a la propia Izquierda
Unida.
El Gobierno
de Andalucía está aplicando (déjense ya de zarandajas, de eso de
"imperativo legal", no lo hagan y punto, que les intervenga el
Gobierno central, y entonces verán cómo la gente se pone de verdad de su lado)
brutales recortes que están afectando a las clases medias (esta clase está
dejando de existir) y, sobre todo, a los más desfavorecidos.
Y todavía no
sabemos el número exacto de inefables Fundaciones y empresas concertadas,
adscritas a la Junta de Andalucía.
El Gobierno
de Andalucía está tomando el pelo a los andaluces, llevando al contenedor de la
basura a RTVA. Que el pueblo no piense, que se idiotice.
Podríamos
seguir, pero no es necesario.
Vendrán
vientos nuevos, tienen que venir. Y entonces cada uno deberá saber en que parte
de la playa se va a colocar... si aún está a tiempo.
Para
estarlo, IU-A debe abandonar su adúltera relación con ese partido que, ahora
mismo, ya no tiene nada que decir.
Sigo pensando que algunos, como Alberto Garzón, podrían estar en ese
viaje nuevo que los vientos bondadosos y revolucionarios deben regalarnos Pero
eso sí cambiando de amiguetes y, sobre todo, cambiando absolutamente las leyes
del juego
- Nuevo
Proceso Constituyente
- Nueva Ley
Electoral
- No a la
Deuda
- Nueva Ley
de Financiación de Partidos (la madre del cordero)
-
Nacionalización de la Banca (basta ya de eso de que "si gana, es privada;
si pierde, pagamos todos)
- Nueva Ley
Fiscal
- Nueva Ley
sobre Medios de Comunicación
Y tantas
otras cosas que todos sabemos...
"El ejecutivo del Estado moderno no es
otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía"
(Karl Marx)
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