PÉSAME EDUCATIVO
Dormitando la siesta escuchaba en la
televisión pública de Andalucía que al consejero de Educación, Cultura y
Deporte, ¡que de cargos!, que “Andalucía echaría siete llaves a la propuesta
del ministro Wert de reflexionar sobre la aplicación del copago en la educación
pública no obligatoria”. Aprovechaba también el acto para atizar a la nueva ley
educativa (otra más y van ya unas pocas) del actual gobierno haciendo
referencia a los recortes en becas, subida de tasas o eliminación de las ayudas
a la gratuidad en los libros de texto.
No puedo estar más de acuerdo con lo
dicho con el señor Alonso en la referencia a los profundos recortes que está
padeciendo la educación en nuestro país. Y es que Wert y sus recortes en
educación van a hacer que muchos no puedan estudiar. Y lo que nos queda. Ahora
ha sido la secretaria de educación, Montserrat Gomendio, la que ha lanzado el
globo sonda de sustituir las becas por préstamos. Sin embargo las declaraciones
del señor Alonso esconcen medias verdades. Y es que la Junta de Andalucía ha
impuesto también una serie de recortes aplicados al ámbito educativo que son
competencia suya y que han sido denunciados por la Marea Verde.
Hablaba también el consejero andaluz
de las becas y ayudas al estudio. Y ahí olvidaba matizar la trampa que esconden
muchas de las becas que se han concedido en nuestro país. Y es que este sistema
de reparto de ayudas se ha basado en mucha demagogia, al hacerse un reparto de
las mismas en el que no se ha tenido en cuenta la “meritocracia” del alumnado
que optaba a ellas ni el cumplimiento de una serie de requisitos. Resulta
vergonzoso el uso que se ha hecho de muchas de estas becas. Y es que el sistema
de becas debería replantearse teniendo en cuenta criterios económicos y
académicos, usando una serie mecanismos de control que no se han dado, lo que
ha llevado al uso de estas ayudas para otros aspectos alejados del educativo,
mientras que otros alumnos que sí necesitan dichas becas no pueden optar a ellas
al no cumplir los requisitos económicos.
Esto hace que se den casos que claman al cielo como el de alumnos de
segundo de bachillerato que obtienen
matrícula de honor con una media de 10 (13.525 en selectividad), padre en paro
(sector de la construcción) y madre trabajando como limpiadora- se queden sin
la beca al no cumplir los criterios económicos. Y lo consecuente es que son
muchos los alumnos que no pueden
estudiar lo que realmente desean al no
disponer de recursos económicos para vivir alejados de su casa. Los datos de
Renta la dejan fuera. Puede que el ejemplo que ponía líneas arriba no vaya a
ser la Premio Nobel de Física, pero es injusto que teniendo méritos suficientes
para optar a la beca no pueda cursar estos estudios, cuando se lo ha ganado a
pulso durante toda su etapa educativa.
Y es que el sistema de becas para
todos basado únicamente en criterios de la renta es injusto y demagógico. Una
parte considerable del alumnado necesita y hace uso de esas becas para poder
continuar sus estudios, pero no podemos olvidar tampoco a esos otros que se
aprovechan del sistema y a los que el sistema premia con dinero público sin
exigírseles ningún tipo de resultado. Mientras otros muchos, con méritos
enormes, quedan excluidos del sistema de becas.
Pero es el que decir que se dan becas a todos por igual suena a algo muy progresista… aunque la realidad sea
diferente. Aquí también hay exclusión al igual que con el sistema que está
imponiendo el ministro Wert. Mientras tanto,
los perjudicados son los mismos.
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