OBJETIVIDAD
Cada día que paso siento mayor desazón al leer los periódicos deportivos y ver las noticias relacionadas con el deporte que aparecen en los diversos medios de comunicación. En ellas se busca el efectismo rápido y la bomba del momento que, evidentemente, nunca será seguida a posteriori siendo sustituida por la bomba del día siguiente.
Igualmente los criterios informativos están basados mayormente en o qué pasa fuera del terreno de juego y no en lo estrictamente deportivo. Afortunadamente, el baloncesto está aún más lejos de dichos criterios, simplemente porque no llega al nivel de seguimiento del fútbol. Aún así podemos apreciar como en función del grado de amistad entre periodista y técnico o presidente se trata la noticia.
Esto es apreciable hasta en grado local, así cada vez estoy más convencido de que la ética periodística e informativa se basa no tanto en el mero rendimiento deportivo como en el rendimiento social tanto en la prensa como de los objetos informativos, en este caso los técnicos o clubes. Al hilo de lo anterior existen múltiples ejemplos en la prensa local que todos hemos podido leer en años anteriores.
En estos casos no importa tanto el rendimiento meramente deportivo como el personalismo a la hora de enfocar la noticia y en función a ello se es más o menos ácido y se tolera más o menos los posibles errores de los técnico. ¿Habéis oído o leído alguna noticia referente al pésimo estado de la educación deportiva en los institutos, colegios o Universidad? No.
No os engañéis, la prensa sólo busca la mayor venta posible, así que cada vez que estéis leyendo cualquier información, tener en cuenta quien os lo cuenta, quien le paga e incluso cuáles son sus amigos ya del que lo cuenta, ya del que les paga. A todo esto se le llama línea editorial de periódico o revista. Esa línea editorial es la excusa para huir de la objetividad, del mero tratamiento de la noticia sin condicionantes económicos y con los únicamente sociales.
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