¿Estamos los jóvenes informados sobre qué hacer con nuestro voto?
Actualmente vemos a diario, cómo la juventud que se inicia en esta experiencia (la de votar), no sabe qué hacer ante esta situación debido a la falta de información. Hemos presenciado un sinfín de “yo voto en blanco… no me importa votar…”; reflejando así un notable desinterés ante el privilegio de ejercer nuestro derecho al voto.
Algunos jóvenes afrontan este hecho preguntando a sus mayores a quién votar. La tradición familiar queda aquí reflejada como un patrón a seguir; sin pararse a pensar la procedencia del ideal y no teniendo en cuenta que la historia hay que creérsela según quién te la cuente.
Con una mirada atrás, en los orígenes de los partidos políticos que hoy en día intentan representarnos, vemos cómo ninguno de éstos manifiestan dichos pensamientos, es decir, sean del origen ideológico que sean, cuando llegan al poder se olvidan del camino que han recorrido hasta conseguirlo. Además, muchos de estos pensamientos están anclados en los desastres de una guerra civil, la cual es utilizada en muchas ocasiones para defender las distintas posturas, porque en una guerra, ¿quiénes son los buenos y los malos?... Una cuestión cuestionable, valga la redundancia.
Por otro lado, se tiende a asociar la derecha con el fascismo y la izquierda con el republicanismo siendo ambas ideas más complejas y no encasilladas en estos dos puntos; no obstante, los extremismos no son nada fructíferos, sino que tener la agilidad de tomar lo bueno de cada postura sería el equilibrio para alcanzar la virtud.
Los dirigentes políticos de hoy en día son verdaderos comerciantes de sus productos, todos adoptan diferentes formas para concluir diciendo lo mismo, con el fin de defender sus intereses económicos sin escuchar otras opiniones y apegados a una actitud déspota independientemente del ideal propuesto.
Por esto, la población no debe dejarse influenciar de lo que se vende, sino que piense detalladamente lo que quiere comprar a base de razón, porque con ésta debemos votar, no con prejuicios superficiales.
Enhorabuena Mónica, ojalá esa responsabilidad que tú atribuyes al voto la tuvieran también los políticos a la hora de llevar a cabo su labor.
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ResponderEliminarEnhorabuena Mónica,
ResponderEliminarEs un alivio comprobar que todavía hay jóvenes que usan la cabeza para algo más que para peinarse.
Lástima que los políticos ignoren estas posturas, ya que su provecho va con la ignorancia de la mayoría, que son quienes en última instancia les concenden el privilegio de gobernar. Un privilegio del que abusan a diario y que no están dispuestos a ceder, ni por decencia ni por dignidad, porque son cualidades de las que carecen.
Un saludo
Muy bueno Mónica, también soy joven (como bien apuntan en algún que otro artículo mío) y, afortunadamente pienso igual que tu, ya es hora de quitarse esos prejuicios de los que hablas y cambiar el rumbo, y eso está en nuestras manos, en las de la juventud, claro está, juventud educada en el cambio, no en el tradicionalismo reinante aún en día, por eso no es de extrañar nuestra situación económica, política, educativa, y un largo etc.
ResponderEliminarAlberto T. Faber
Nunca abandones esa libertad de pensamiento. El mundo de mercado actual nos controla a través de diferentes medios y resulta muy difícil tener pensamientos independientes. Buen trabajo
ResponderEliminarJesús Martín Ostios
¡Claro que sí, Mónica!
ResponderEliminarGenial tu artículo por la madurez que demuestras. La juventud de la que formas parte hará lo que no queda más remedio que hacer. Haréis lo que las democracias “modernas” necesitan imperiosamente hacer: Reinventarse. Reinventar nos da miedo a los más mayores pero sois vosotras y vosotros quienes estáis en la obligación de tener la valentía que la clase política no tiene desde hace ya muchos años. Nos conformamos con la idea de que “así mejor que en guerra” o “así nos aguantamos hasta que lleguen otros con los que cuadre más nuestra ideología”
Pero las cosas no deben ser así. Algunos creemos en la idea básica de tu artículo. TODOS Y TODAS aportamos ideas constructivas. Nos unen más similitudes que diferencias pero nos empeñamos en destacar lo que nos separa.
¿Alguien se imagina un gobierno que accede con mayoría absoluta y comparte ministerios con miembros de la oposición? ¡Qué sandez! ¡QUÉ UTOPIA!
Justamente ese es el camino. Id pensando en ello jóvenes, ese es vuestro camino. Suerte.
Andrés López
Felicidades mónica, gran artículo, todo el mundo cree tener libetad de pensamiento, pero rara vez es libre y lo que es peor propio.
ResponderEliminarTu artículo me parece demasiado superficial. No entiendo porqué aún haces cuestionar quienen eran los buenos o los malos en la guerra civil si está más que claro que había un gobierno democrático que sufrió un golpe de estado y de violencia que inició una guerra civil ( y esto no es una opinión mia).
ResponderEliminarPor otro lado, entre líneas puedo apreciar que dices que todos los políticos son igual, será Monica, porque te centras en el bipartidismo actual, y en ese aspecto quizás lleves razón,como dijo una vez en clase el profesor León Gross, "¿¿quien sabe diferenciar de la pepsi y la coca cola??".
En cuanto a la despreocupación de los jóvenes por la política, no creo que se deba a la falta de información sino a la falta de interés producida bajo mi punto de vista por las comodidades que tenemos hoy gracias a que desde casa nos lo dan todo. Es más agradable calentarse la cabeza pensando en el vestido del sábado que en la penosa situación económica que sufrimos, total, "a mí no me salpica la porquería".
Y por último, ese equilibrio que dices que hay que buscar entre la izquierda y la derecha...lo siento, pero parece que eso implica votar al PSOE, que se moja el culo diciendo que es de izquierda, le vende la moto a quienes le interesa diciendo que son de centro y después ejecutan políticas de derechas con breves pinceladas de política social para diferenciarse del PP.
Bueno, espero que mi comentario te lo tomes desde el más absoluto respeto y no me lo suprimas, total, esto es una revista de opinión, ¿no?.
Saludos a todos
Antonia Domínguez