EDUCACIÓN Y MENTIRAS. JESÚS MARTÍN OSTIOS
Escuchaba atentamente en el debate político del programa de radio La Ventana de la cadena Ser, dirigido por Gemma Nierga. El debate derivó hacia la situación de la educación. Al respecto me gustaría hacer una serie de matizaciones.
1). Ese debate debe establecerse en torno a los profesionales de la educación y deben ser ellos los que hablen al respeto. La clase política ha demostrado hace tiempo que está muy alejada del tema y los diferentes sistemas educativos que han llevado a cabo son prueba evidente de su distancia con la educación.
2). Los culpables de la situación de la educación española. Los culpables del desastre educativo español son la clase política española que en más de treinta años de democracia no han sido capaces de llegar a un acuerdo a nivel educativo. Y que emplean su tiempo en criticar al otro partido, no habiéndoles un servidor escuchar hacer autocrítica en ningún momento. Los tímidos intentos de llegar a un pacto educativo siempre se han centrado en la asignatura de religión y posteriormente en educación para la ciudadanía, la autoridad del maestro y muy poquito más. Cualquiera que pise las aulas sabe que ese no es el verdadero problema educativo español.
El desastre educativo español que se muestra cada año en el famoso informe PISA se debe a unas ratios (número de alumnos de por clase) elevadísimas, a un sistema que no atiende las necesidades de todo el alumnado y que obliga a tener sentado en el aula a alumnos que no quieren estudiar, a un sistema que se gasta muchísimo dinero en la compra de ordenadores que sólo sirven para ganar votos pues en la mayoría de los casos (lo digo por experiencia propia) no se llegan a encender y si se hace un porcentaje muy alto no funciona o se bloquea al instante. Eso y mucho más.
3). Cuando hablamos del alumnado, he de decir que más del 90 % del alumnado no presenta problemas de conducta. El problema es que se les obliga a estar sentados durante seis horas cada día a alumnos que se niegan sistemáticamente a trabajar y que lo único que hacen es perder el tiempo y hacer perder el tiempo a sus compañeros. Estos alumnos están perdiendo un tiempo precioso en otro tipo de formación que les procure un beneficio futuro. Lo único que están haciendo es alargar su llegada al paro, cuando podrían estar realizando diferentes cursos de formación que les garantizase un futuro.
4). Hay que valorar a aquellos alumnos que a pesar de este sistema educativo, a pesar de políticos incompetentes, a pesar de padres que ignoran a sus hijos, a pesar del síndrome del profesor quemado, a pesar de pedagogos que saben mucho de teoría y poco de realidad… y a pesar de muchas otras cosas, son capaces de superar con esfuerzo y dedicación sus estudios. Es a ellos a los que debemos darle la enhorabuena y creo que es también de ellos de los que hay que hablar cuando se menciona el problema educativo en España, pues mejor que nadie saben la realidad educativa española. Aunque su voz no se escuche y prefiramos oír a pedagogos, psicólogos o políticos que están muy alejados de la realidad.
Escuchaba atentamente en el debate político del programa de radio La Ventana de la cadena Ser, dirigido por Gemma Nierga. El debate derivó hacia la situación de la educación. Al respecto me gustaría hacer una serie de matizaciones.
1). Ese debate debe establecerse en torno a los profesionales de la educación y deben ser ellos los que hablen al respeto. La clase política ha demostrado hace tiempo que está muy alejada del tema y los diferentes sistemas educativos que han llevado a cabo son prueba evidente de su distancia con la educación.
2). Los culpables de la situación de la educación española. Los culpables del desastre educativo español son la clase política española que en más de treinta años de democracia no han sido capaces de llegar a un acuerdo a nivel educativo. Y que emplean su tiempo en criticar al otro partido, no habiéndoles un servidor escuchar hacer autocrítica en ningún momento. Los tímidos intentos de llegar a un pacto educativo siempre se han centrado en la asignatura de religión y posteriormente en educación para la ciudadanía, la autoridad del maestro y muy poquito más. Cualquiera que pise las aulas sabe que ese no es el verdadero problema educativo español.
El desastre educativo español que se muestra cada año en el famoso informe PISA se debe a unas ratios (número de alumnos de por clase) elevadísimas, a un sistema que no atiende las necesidades de todo el alumnado y que obliga a tener sentado en el aula a alumnos que no quieren estudiar, a un sistema que se gasta muchísimo dinero en la compra de ordenadores que sólo sirven para ganar votos pues en la mayoría de los casos (lo digo por experiencia propia) no se llegan a encender y si se hace un porcentaje muy alto no funciona o se bloquea al instante. Eso y mucho más.
3). Cuando hablamos del alumnado, he de decir que más del 90 % del alumnado no presenta problemas de conducta. El problema es que se les obliga a estar sentados durante seis horas cada día a alumnos que se niegan sistemáticamente a trabajar y que lo único que hacen es perder el tiempo y hacer perder el tiempo a sus compañeros. Estos alumnos están perdiendo un tiempo precioso en otro tipo de formación que les procure un beneficio futuro. Lo único que están haciendo es alargar su llegada al paro, cuando podrían estar realizando diferentes cursos de formación que les garantizase un futuro.
4). Hay que valorar a aquellos alumnos que a pesar de este sistema educativo, a pesar de políticos incompetentes, a pesar de padres que ignoran a sus hijos, a pesar del síndrome del profesor quemado, a pesar de pedagogos que saben mucho de teoría y poco de realidad… y a pesar de muchas otras cosas, son capaces de superar con esfuerzo y dedicación sus estudios. Es a ellos a los que debemos darle la enhorabuena y creo que es también de ellos de los que hay que hablar cuando se menciona el problema educativo en España, pues mejor que nadie saben la realidad educativa española. Aunque su voz no se escuche y prefiramos oír a pedagogos, psicólogos o políticos que están muy alejados de la realidad.
Totalmente de acuerdo, pero...
ResponderEliminar¿Por qué me parece que esta reflexión es una pequeña parte de lo que yo, como profesor de Instituto durante treinta y seís años y felizmente prejubilado a los 60, podría alargar y profundizar?.
Saludos