EL MURO. ANTONIO HEREDIA

EL MURO
Se paró el tiempo por un momento infinitamente inmenso alineados junto al muro. Unos miraron al cielo otros buscaron la cara de su compañero para darle ánimos. En el último aliento otros miraron de frente buscando al verdugo que les daría muerte. Puños apretados mandíbulas cerradas rabia contenida injusticia velada. Hubo quien sintiera miedo apenas había pasado de su vida un tercio. Dejaron novias mujeres hijos por venir...

Una mano una noche los sacó de sus casas los gritos rompieron el silencio de la madrugada desesperación golpes represión... Amontonados conducidos a su triste destino los reto mirándolos como a un toro fiero. Mirada de luz de ira y de sueño se quedó apagada se quebró el silencio. Dejadme retirar de sus ojos su pelo sostener su cabeza abrazar su cuerpo, aspirar su perfume que impregna su cuello sentir sus mejillas marchitas del tiempo.

Tiempo vacío desierto roto y acabado calor que huye a raudales de sus manos. Suenan las campanas del pueblo a lo lejos anunciando muerte. Lloran los luceros y el alba amanece de rojo y de fuego. La tierra está teñida de sangre alimenta frutos venideros. Crecieron los lirios de aquel muro yermo... claveles, magnolias, rosas, crisantemos... Quedó roto el silencio se esparció en el tiempo por todas las mentes libres como el viento hombres guerrilleros nacieron a cientos miradas de luz de nobleza y sueños.

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