ECOREDES CATALANAS
El actual sistema monetario, pese a la complejidad en la que intentan enmarcarlo, no deja de fundamentarse en convenciones aceptadas por la sociedad. Personas, en último término, cada vez más castigadas por unas normas que benefician a los que se han apropiado de la facultad de fabricar el dinero y distribuirlo según su propio interés.
Estos delincuentes de guante blanco, nos hacen creer que es sistema social que intentan volver decadente depende en última instancia del euro y no del trabajo de las personas.
Ante esta situación, cada vez más ciudadan@s dicen ¡basta!, y se están organizando y estableciendo nuevas reglas de funcionamiento; sin intereses, sin especulación, sin fraude, sin bancos, devolviendo al dinero su verdadera función de intercambio de productos y servicios.
Tras las hojas secas de los puros que se fuman los políticos, están las flores marchitas de nuestras ilusiones, de nuestros sueños arrebatados, de nuestras frustradas esperanzas de hacer un mundo más equitativo entre personas y ecológicamente sostenible.
No hay nada que perder y sí mucho que ganar. Declara tu indignación y participa en la nueva realidad.
Las EcoRedes de Cataluña son un nuevo modelo de economía social y regional. Se trata de sistemas monetarios basados en la solidaridad, la cooperación y la soberanía económica regional, construidos por ciudadanos que crean una moneda alternativa. ¿Quieres saber más?
http://www.economiasolidaria.org
UNA ECONOMÍA LIBRE
ResponderEliminarCiertamente con un medio alternativo de intercambio que no esté en manos de esta élite malvada que nos gobierna, podemos hacer una economía más solidaria, mas justa, y no condicionada por la ruindad de estas almas. Pero eso no significa que sea una economía libre, pues de un modo u otro necesitamos controlar una forma de intercambio que sea justo, proporcional y equitativo al esfuerzo de cada cual. Pasamos de un sistema de intercambio que nos tiene atrapado en esclavitud al servicio de una élite parasitaria, a una forma de intercambio más justa, o justa, pero que nos limita a esperar algo a cambio de lo que hacemos. Cuando esperamos algo a cambio de lo que hacemos, aunque este sea con justicia y generosidad hacia los demás, estamos asumiendo de algún modo que lo que hacemos es en cierta medida desagradable, impuesto por las normas, un esfuerzo particular que necesita ser recompensado, por tanto, estamos atados a esa actitud que necesita una recompensar o su parte en justa proporcionalidad de contribución del conjunto. Sin embargo, si nosotros hacemos lo que nos gusta hacer, alineados con nuestra capacidad creadora, con nuestras facultades, con nuestra vocación, el trabajo en si mismo es la recompensa. Para que una economía sea libre, tiene que buscar ese factor clave, hemos de hacer del trabajo una bendición, lo que en realidad es, no en lo qué lo hemos trasformado hasta ahora en esta tremenda etapa de oscuridad de nuestra Historia como esclavitud. Por eso, no se trata de hacer ahora del trabajo una cosa llevadera, segura y justa, con un comercio cooperativo y generoso, sino hacerlo nuestra razón de ser, y ser aquello que de verdad le da sentido a nuestras vidas, por que desarrolla plenamente nuestras facultades creadoras y por que realizamos plenamente lo que hemos venido a hacer, no hay nada en el universo que nos de más felicidad que expandir nuestra razón creadora de ser. Nuestra única preocupación como sociedad ha de ser proporcionar los medios para que cada cual encuentre su campo creador, sea movido por esa felicidad. Si se consigue ese orden, si se consigue restar toda ingratitud al trabajo y este sea elegido con absoluta libertad, todo se dará por añadidura, con abundancia, con plena confianza y absoluta seguridad... y sobre todo, con amor.
La única y verdadera economía libre, es la economía que no existe. VIVIR SIN DINERO y veréis.