En estos tiempos que corren en los que
Europa se ve inmersa en una profunda reestructuración uno se da cuenta que se
han olvidado por completo de los ciudadanos y que desde que la crisis estalló,
hace ya algo más de cuatro años, se está produciendo un ataque
sistemático" contra los derechos sociales y laborales de los ciudadanos
europeos.
Echando la vista atrás, aquel 1 de enero
de mil novecientos ochenta y seis en el que España se unía al selecto club de
la Comunidad Europea, hacía poco más de dos meses que había nacido, y por aquel
entonces no sabía el significado de lo que acababa de acontecer. Hoy, 26 años
después, soy consciente de cómo España ha crecido gracias a esa adhesión, y de
cómo en este momento se ve inmersa en una vorágine de despropósitos para con
sus ciudadanos. La falta de solidaridad, la sed de riqueza y la vanidad de unos
pocos, están teniendo una grave consecuencia y es que el pilar social sea
considerado un lastre del pilar económico, por lo que estamos viviendo un grave
retroceso del contrato social y de la Democracia en esta nuestra Europa.
Bajo la atenta mirada de “Los mercados”,
Ángela lleva el ordeno y mando de los países de la Eurozona. Unos mercados
acosando a la ciudadanía de manera alevosa y unos políticos que han olvidado
estar al servicio de los ciudadanos, Llevando a cabo políticas económicas que
están demostrando ser ineficaces para reactivar la economía, y cuyo peso recae
sobre la clase media y las clases más desfavorecidas, acabando con el Estado de
Bienestar, aumentando las desigualdades entre los países de la Unión Europea y
dentro de ellos. Esta no es la Europa que yo deseo.
La Unión Europea como potencia mundial
no debería ceder ante las presiones neoliberales, que han originado esta
crisis, replantearse un equilibrio entre el pilar económico y social
coordinados en pro de la eficiencia económica y Luchar por una economía
sostenible y acorde con el Estado de Bienestar.
Acabo citando a Jacques Delors “El
futuro de Europa debe estar basado en un tríptico Europeo en la que haya una competición
que estimule, una cooperación que refuerce y una solidaridad que una”, nuestros
dirigentes deberían hacer memoria y recordar estas palabras, hoy en día
olvidadas, si quieren que Europa evolucione hacia un futuro mejor.
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