SOBRE
EL RESCATE Y DEMÁS PARCHES
Mira que no tenía ganas yo de enterarme
de nada ni de hablar sobre rescates ni secuestros pero te acabas enterando de
lo poco que hay que enterarse y hablando algo por ser el tema estrella de turno.
No voy aquí a analizar nada ni perderme con datos que ni manejo ni quiero.
Vamos a no perdernos, a tener claros los conceptos, las ideas y a hablar a la
gente de una forma que lo entienda sin mayores malabarismos.
Muchas veces he recurrido a una imagen
para hablar sobre medidas que se han tomado y esta imagen también me vale para
exponer mi punto de vista sobre el rescate (la verdad es que es una imagen
multiusos y por ahora no va a pasar de moda, ya os lo digo yo). Espero que se
entienda la comparación. Voy a ello y me extenderé más escribiendo que si lo
tuviera que contar hablando, pero bueno…
Imaginaos que tenéis una tubería que
recorre la casa y un día empieza a salir agua con fuerza por uno de sus puntos.
De momento, corriendo le ponéis lo primero que pilléis, un trapo cualquiera por
ejemplo. Bien. Está claro que sabéis que eso no va a resistir mucho, igual por
tener prisas confiáis en que por unas horas eso baste y os vais. A vuestro
regreso veis un pequeño charquito formado bajo esa tubería, no ha sido mucho,
ha habido suerte. Tenéis tiempo ahora para ponerle otro apaño más duradero y
pensáis en una cinta aislante con varias capas. Ya sé que todos los ejemplos
son una chapuza, pero de eso se trata.
La presión del agua parece no ser
demasiada y la chapuza aguanta, aunque ya vais pensando en una soldadura y más
refuerzos.
La tubería es algo fundamental en la
casa, lleva el agua que nos abastece día tras día, es como el sistema en el que
vivimos (véase, el neoliberalismo, capitalismo salvaje o como se quiera
llamar), en tanto en cuanto tanto el uno como el otro suponen un escenario, un
estado de cosas con el que contamos y en torno al cual vivimos de un modo u
otro. No me malinterpretéis, por favor, lo que quiero decir es algo así como
que el sistema se puede entender como un escenario, un entorno, que tiene
consecuencias en todos los ámbitos y que subyace en nuestras relaciones diarias
(aunque a veces sea para ir contra él). Contamos con unas reglas de juego al
igual que contamos con una tubería, de ambos nos olvidamos, porque no es algo
que se vea (si pensamos en una tubería que vaya por la pared, por ejemplo), no
es algo que palpemos directamente. Palpamos, sentimos y sufrimos sus
consecuencias (por regla general, mientras bebo agua y me ducho sin problemas
no pienso en el buen o mal estado en el que están las tuberías, ¿cierto?).
Bien, pues toda esa parrafada para
acercaros la tubería como si fuera el sistema. Sigamos pues con la fontanería.
Ya tenéis presente el mal estado de la
tubería y pensando en las causas concluís, no sin ayuda de expertos, que se
debe simplemente al paso del tiempo y que la tubería no es la adecuada, hace
falta un cambio. Podéis frenar las fugas de la cocina con parches y mañana las
del baño, pero en cualquier momento el agua puede hacer su estelar aparición
por cualquier otro punto de la casa. Incluso puede que os pille soñando y
cuando creáis estar oyendo el agradable sonido de las olas sobre la orilla del
mar será gracias al flujo que se irá acercando a vuestra cama.
Está claro: hace falta un cambio de
tubería. Hay que cambiar el sistema. Ya decidiréis por qué material en concreto
os decantaréis, eso se irá viendo a medida que se vaya poniendo la nueva. Así
es más fácil no equivocarse, pues a medida que saquemos la tubería vieja iremos
viendo las carencias que tenía y las necesidades que ha de cubrir la nueva y
además, no es cuestión de chasquear los dedos y que en cuestión de segundos
tengamos la vieja tubería fuera y la nueva montada. No, lleva tiempo, así que,
mientras sacamos la vieja tendremos tiempo de pensar en la nueva. Lo que está
claro es que hay que cambiar la tubería. Ya, ya, ya lo sé... es costoso,
tenemos que picar por toda la casa, necesitaremos la colaboración de todos los
habitantes de la casa... lo sé, pero antes o después hay que ponerse a
ello. Bueno, también podemos ir tirando
con parches y chapuzas, no es la solución, pero iremos tirando. ¿Hasta cuándo?
Pues los parches serán cada vez más costosos, más extensos, más numerosos...
supongo que se podrá tirar haciendo apaños hasta que la tubería entera se
deshaga, explote, se destroce entera o hasta que haya una fuga demasiado grande
para hacerla frente con un parche... en fin, cada uno que imagine lo que
quiera. ¿Pero no me seáis malos y ponedme una tubería realista para el ejemplo,
en principio todas las tuberías parecen resistentes y duraderas, pero acaso no
existen los fontaneros? Será por algo.
Al principio os decía que no quería
perderme en datos, en comentarios y demás y cualquiera podría pensar que con qué
cara entonces rechazo un rescate, un apoyo financiero, un préstamo a crédito o
cualquier otra medida que mañana nos alegre el día: es simple, todas estas
medidas son parches. Cuando no sean sólo eso, cuando no sean solo chapuzas, lo
veremos claramente y no voy a quedarme sentada a esperar esa noticia, pero hay
que darle tiempo al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario