CUANDO LOS NIÑOS PREGUNTAN: DIÁLOGO. JOSÉ MANUEL BEMONTE


CUANDO LOS NIÑOS PREGUNTAN: DIÁLOGO

-H. Mamá, y digo yo, ¿No es tu vientre y el de todas las mamás el lugar más cálido del mundo?

-M. ¡Pues claro hijo!

-H. ¡Ya! Entonces ¿por qué me decías, cuando iba a tener a mi hermano: “aún falta mucho” para que le puedas ver?

-M- Porque era verdad. Tu hermano necesitaba tiempo para ir formándose, y estar precioso, como tú cuando naciste.


-H. Y además de cálido tu vientre ¿siempre es un lugar seguro?

-M- Por supuestocariño, el seno materno no sólo tiene todo el calor de mamá, sino que es el lugar más seguro del mundo. ¿Por qué lo dices?

-H. Es que en el cole han dicho, cuando pasaba una chica que esta gorda, que el niño que iba a tener estaba en peligro.

-M. Phu, Phu,  Puede que sea verdad, yo no lo sé.

-H. Un chico dijo que ella iba abortar. ¿Y qué es abortar?

-M. Pues que asaltan ese lugar tan seguro en que está el hijo y lo destrozan y lo sacan, pero muerto. Es una operación para desalojarle de su casita para siempre.

-H. Pero  el niño vive en su mamá como yo vivo aquí en  mi casa, sin que yo sea mi casa, es de la madre pero no es la madre. Tendría que estar  seguro. Deberían protegerle y cuidarle, ¿por qué lo tienen que  matar?
-M. ¡Nadie debería hacerlo! Es la mayor injusticia, pero alguna mamá lo solicita.

-H. Mamá no lo entiendo. ¿Cómo puede solicitar una mamá que maten a su hijo  cuando está ahí en la barriga?

-M. Cariño, tampoco yo lo entiendo. ¡No me cabe en la cabeza! Pero algunos han hecho una ley que lo permite.

-H. ¿Y a mi hermano y a mi pudieron también hacernos eso?

-M.  Nunca, hijo. Para eso estábamos papá y yo, para que nadie pudiera haceros ningún daño.  Tu sabes que os queremos con locura.

-H. ¿Y con el cariño se puede defender a un niño para que pueda nacer?

-M. Es lo único que puede defender  a un niño y a un adulto. Si falta eso todo van a ser amenazas y miedos, como en las películas de terror.

-H. ¿Y tú nunca tuviste miedo, mami?

-M. Pues la verdad es que sí, porque no sabía qué hacer para que estuvierais tranquilos, para que no os pasara nada y vinierais bien y, hasta que no pasó todo y os tuve en mis brazos primero a ti, luego a él, sí que tenía miedo. Pero el miedo se disipó y también el dolor. Y fue tanta la alegría cuando os tuve en brazos, que se me quitaron todos los miedos y todas las angustias, y me hicisteis la mujer más feliz y también la más valiente.

-H. ¿Pero es posible que una mamá pueda hacerle mal a su hijo?

-M. Nadie sabe lo que puede o no puede hacer, hasta que lo hace.

-H. ¿A que tú no lo harías?

-M. Es que yo no solo te he dado la vida, sino que mil vidas que tu viera las daría para que vivieras, si estuvieras en peligro.

H. Gracias mami. Lo sabía.  Les dije a los niños que mi madre nunca haría eso. Por eso te quiero mami.  Gracias por darme la vida. Y también a papá. (Se abrazaron).

-M. Gracias a Dios, cariño. Es Él quien da la vida. Nos  la dio a papá y a mí. Luego nos ha dado a ti y a tu hermano.  ¡Es el mayor regalo! ¡Y la mayor felicidad! ¡No hay nada comparable!
 


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