LA
REALIDAD FRENTE AL ESPEJO
Se
nos dijo que con la despenalización del aborto, y haciéndolo libre con la nueva
Ley, iban a disminuir los abortos. No podemos seguir aceptando más mentiras y negando
la realidad. Según las estadísticas fiables (Efrat): CADA DIA HAY MÁS ABORTOS.
En 1986 fueron 467 abortos, el año 2000, fueron 63.756; el 2007 112.138; 2009
aprox. 138.000. Con la Ley Aido, en vigor en 2010, los abortos hasta la semana
14, barra libre: entramos en espiral de quien quiera y cuando se quiera, sin
tener que alegar razón alguna.
Se
nos dijo cuando los políticos aceptaron que la píldora del día después se
vendiera sin receta, que no era peligrosa y que iban a disminuir el número de
abortos. La realidad es tozuda. La venta de la píldora aumenta año tras año. Se
han vendido 2 millones de ellas en los 3 últimos años. La píldora es abortiva
también y peligrosa. Pero los abortos en clínica no han disminuido, siguen
creciendo.
Se
nos dijo que con la aprobación de la ley del aborto iban a disminuir los
abortos clandestinos, que ponían en peligro la vida de la mujer. Lo que ha sucedido, con la aprobación de la
Ley Aido, es justo lo contrario: La ley ha sido simplemente una tapadera. El
aborto es cada día más clandestino, y
existe un mayor riesgo para la joven o mujer
embarazada en general. Conseguir el importe para abortar es relativamente
fácil. El aborto hasta la semana 22
puede ser fácilmente ocultable, porque físicamente el vientre de la mujer no es
muy abultado. Con una buena escusa, se va unos días a casa de una amiga y
cuando regresa ya ha abortado. ¿Quién la acompaña? ¿Tiene el apoyo de su
familia? ¿Quién dice que no hay riesgo para esa mujer sola, enfrentada a la
muerte de su hijo? Los abuelos son ninguneados, por la ley y por su hija. El
padre de la criatura, también, claro. Si eso no es clandestino, es estar ciego.
Se
nos dijo que se aprobaba el aborto para atajar las muertes de mujeres en los
abortos clandestinos. Pero, en los
países en que el aborto no está aprobado, no ha habido un aumento de muertes de
mujer por aborto. Luego el aborto no ha solucionado nada. Otra patraña.
Se
nos dijo que la aprobación del aborto era para dar un derecho a la mujer, no
para defender a los empresarios del negocio del aborto. Pues el juicio contra
Morín, parece desmentirlo y además destapa otra realidad: se han producido abortos
hasta el último periodo de embarazo saltándose las leyes. Pues resulta, además,
que el negocio de la industria del aborto, en este país, trabaja sin pausa, ni
tiene recortes, ni crisis. Hay ya más de un aborto cada 5 minutos. El aborto es un negocio muy rentable. Así lo
demuestran ochenta y tantos entramados empresariales, gestionados, casi
exclusivamente, por cuarenta y tantas personas progresistas, y sus equipos de
bata blanca.
Se
nos dijo que con la entrada en vigor de la nueva ley todo el negocio iba a ser
más claro y fiable. Pues justo es todo lo contrario. Se cobra al contado y por
adelantado. No se da factura. Se ocultan las cifras. El ocultismo, amparado en
la ley de protección de datos y personas, es especulativo. No les interesa
declarar las cuentas de cara a Hacienda. Según las cifras estimadas, se manejan
más de 150 millones de euros (según declaraciones de Iñaki Lete, 2009) en este
negocio, tan sólo por abortos. ¡Hay otros negocios! ¿Dónde van esos restos
humanos? ¿Quién los controla? ¿Son utilizados, completos o en partes, para
seguir con los ingresos? Tanta clandestinidad y tanta permisividad permite
hacer casi lo que les dé la gana.
No
se nos dijo, ni se nos pidió opinión, para que con el dinero de nuestros
impuestos se financiaran los abortos. Pero todas las Comunidades Autónomas,
directamente o indirectamente están financiando los abortos y el negocio de
estas clínicas de muerte de inocentes. Algunas Comunidades incluso endosan al
siguiente partido que gobierne en la Comunidad,
la factura millonaria de los abortos enviados a esas clínicas. El embarazo no
es una enfermedad, por lo tanto, la sanidad pública no debe eliminar embarazos.
Matar no es un derecho, no tenemos por qué pagarlo. No parece de recibo que
mientras se recortan salarios, y otras muchas partidas, se incrementen las
subvenciones para pagar abortos. Además, con ese dinero que se destina para eliminar
seres humanos, no se tendrían que suprimir puestos de trabajo, ni disminuir
prestaciones. Es más, se podría también ayudar eficazmente a la mujer
embarazada, y contribuir al 100% de los gastos de su hijo el primer año,
incluyendo guardería. Y eso, tan solo
invirtiendo en ellos, 77 millones de euros. ¿Por qué esto no se dice?
No
queremos que nos cuenten más cuentos, ni más mentiras. Queremos que de una vez
por todas se aplique en este país el único derecho que no admite excepciones ni
escusas: el DERECHO A VIVIR. ¡Ya está bien de hipocresía! ¡Ya basta de muertes
inocentes en nombre de la democracia y de supuestos derechos que cacarea una
ideología! Desde la aprobación de la ley del aborto han muerto 1,5 millones de
seres humanos. ¡Ya está bien de irresponsabilidad política y social! ¡No se ha
dado ni un paso para concienciar a los jóvenes en la responsabilidad por las
consecuencias de su sexualidad! ¡Ya está bien de degradación de la dignidad humana en general
y de la mujer en particular! Un feto es un ser en camino, como lo hemos sido
todos. Es una fase de la vida. Es una vida independiente de la vida de su
madre. Un aborto convierte a esa mujer en madre de un hijo muerto. Ningún
gobierno advierte de las consecuencias del (síndrome post aborto) SPA para la
mujer. Con esta degradación de los principios humanos y morales, ¿puede
extrañar el mangoneo, la ruina económica, o la pérdida de credibilidad de la
casta política?
Esto
dicho, nos interesa que la gente piense: ¿Cuantos abortos cree que son
razonables 113.000, 80.000; 20.000…? No olvide que el aborto es la muerte cruel
y violenta de un ser humano, completo.
Por no salir en la TV no es más real la muerte de los dos niños de Córdoba, que
esta muerte cruel de niños en la
clínica. ¿No se podría hacer una llamada, primero a la educación y luego a las entrañas de una
madre? Podemos no afrontar los compromisos, pero tenemos un propósito en la
vida, todos y cada uno. También los niños a quienes no se deja nacer.
Estadísticamente (Instituto Efrat), el 97% de los abortos se producen
acogiéndose a la presunción de un grave peligro para la salud mental o física de la embarazada. Y
¿por qué no al supuesto de que al salir de casa puede no volver, dado que antes
o después todos vamos a morir? ¡Igual de genérico, e igual de etéreo! ¿Por qué
no un poco más de cordura y de justicia cuando se está jugando con una vida
humana? ¿Puede extrañarnos que ya se
haya escrito en una revista británica, que los argumentos que se utilizan para
legalizar el aborto antes del parto, podrían ser también válidos para el aborto
post parto? Si el aborto actual es un crimen legal despenalizado, ¿por qué no
un “aborto” después de nacer? El ser indefenso es el mismo, y la madre y sus
supuestos problemas de salud también, ¿o no? Llamarle “aborto” o IVE es un
eufemismo, para no llamarlo crimen. Si se admite y se llama así, para antes de
nacer -dicen-, ¿por qué no llamarle lo mismo después?
Vamos
a ver. Si somos capaces de levantarnos por la noche para atender a un hijo,
vamos a levantarnos también, con todo respeto, para cambiar esta ley que ni
protege a los enfermos, ni respeta la vida de los más inocentes y está propiciando
un verdadero genocidio. Entre todos
vamos a forzar el cambio de una ley injusta que permite eliminar vidas humanas
en su estado más vulnerable.
Por
todo ello, creemos que el gobierno debe abolir la actual ley del aborto,
sustituyéndola por una ley de Vida, con ABORTO
CERO. Es decir, por una ley de total apoyo a la vida, al ser en camino, a la mujer embarazada, a la
madre, a la familia y a la adopción. El apoyo no puede ser simplemente verbal.
Hay que legislar a favor de la vida y dotar esas políticas sociales, de medios:
¡que los hay! ¡No puede variar el apoyo, por el hecho de que cambie en las
urnas el gobierno! Gobierne quien gobierne la vida es un derecho, y las ayudas
son una obligación.
Resumiendo:
El aborto es un negocio en cadena: a más
negocio más abortos. La Píldora libre también es un riesgo y un negocio. Se
explota a la mujer y se mata a un ser humano. El 7 de octubre, en coincidencia con el día
mundial contra la pena de muerte, declarado por la ONU, se celebrará en toda
España la “III Marcha
Internacional por la Vida”. Solo el aborto, en los países que lo
aprobaron, mantiene esa pena contra los más inocentes. Por eso, hay que
defender el DERECHO A VIVIR, aquí y en todas partes. Lo que tú y yo no hagamos,
se quedará por hacer. Por eso, vamos a la calle. Ven a formar parte de la III Marcha
internacional por la vida, para gritar de forma unánime: ¡SÍ A LA VIDA! ¡Aborto
CERO! www.marchaporlavida.org
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