LOS MATICES DE LA HUELGA
Hay muchos matices que podrían realizarse sobre la
huelga general, por ejemplo el concepto libertad. La libertad de aquellos que
querían ir a trabajar y fueron coartados por los piquetes violentos para no
asistir a sus puestos de trabajo, hechos que han sido denunciados por todos los
medios de comunicación. Poco se ha dicho
de los piquetes informativos. Y menos aún se ha dicho del piquete patronal, es
decir, de aquellas empresas que han impedido a sus trabajadores hacer huelga, explícitamente
o mediante amenazas. De ese piquete empresarial poco o nada se ha dicho en la
prensa española. El concepto de la
libertad queda pues muy en entredicho en esta huelga, tanto por los que
quisieron ir a trabajar y nos lo dejaron como por aquellos que tuvieron que acudir
a trabajar por miedo a un posible despido.
Otros matices están en aquellos que dicen que no van
a la huelga porque a ellos no les afecta directamente, que ya llevan muchos
años en una situación de precariedad laboral. Me imagino yo que los que excusan
esto tendrán familiares y amigos que sí estén padeciendo los recortes.
Otros dicen que ellos no van a la huelga con los
sindicatos, lo cual esconde una realidad económica muy evidente, no voy a la
huelga porque no quiero perder dinero y me excuso en la labor de los sindicatos
para no ir. Muchos, diría que la mayoría,
de los que han acudido a la huelga lo han hecho sin ninguna atadura sindical.
Pero sigamos con los matices, están también los que
en los centros públicos promueven la no participación en actividades extra
escolares y no ejercen su derecho a huelga. Están los que no creen en esta
huelga general y lo dicen claramente, sin andarse por las ramas ni achacando su
ausencia en la huelga a los sindicatos, esos son los que a mi me valen, los que
no buscan excusos, igual que aquellos otros que consideran que las medidas del
gobierno son necesarias y lo dicen también sin tapujos. Y claro, están aquellos que por razones
económicas no podían permitirse esa pérdida de sueldo.
Todos estos argumentos son respetables, pero la
diferencia estriba en las razones utilizadas por algunos para no acudir a la huelga.
En lo que algunos llaman “el tiempo de las renuncias”, la renuncia a decir
libremente lo que uno piensa, la renuncia a valores como la empatía y la
tolerancia, la renuncia a seguir creyendo, la renuncia a defender lo que muchos
otros lucharon por conseguir… La bajada de pantalones de la ciudadanía española
va camino de convertirse en una felación de la que en un futuro nos
arrepentiremos. No sé cual será el camino, si la huelga, si la desobediencia... Esto es España. Y por eso muchos se van. ¿Qué pensaran de estos
matices todos los españoles que en los últimos meses se han marchado de España
buscando una “miaja” de futuro?
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