SI ALGUIEN SABE, ES ÉL
Es
probablemente el hombre más poderoso de España. Lo dejó claro con un mensaje no
verbal en la última visita oficial del Rey a Brasil tras matar al elefante, en
la que, con todos los empresarios españoles de la delegación vestidos de
riguroso traje oscuro -su alteza, también-, Botín se presentó en bermudas, todo
vestido de rojo. Un ferrari vintage que conserva el rugido inconfundible de su
motor. Superjuvenil, muy contento y sin apuro alguno. Antes, en la última
convocatoria a Moncloa de Zapatero a los próceres de la patria, el presidente
del Santander se bajó del coche en tirantes, también rojos, y se puso la chaqueta
cuando se lo pidió el cuerpo.
El que puede, puede. Anécdotas más o menos
cargadas de simbolismo aparte, no escuchar o despreciar los diagnósticos y
pronósticos de Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos -como ha
llegado a llamarse- es, o bien un acto de pasotismo, o bien una insensatez. La
principal entidad bancaria española dentro y fuera de España sigue siendo un
ejemplo de estructura organizativa personalista, a pesar de su extraordinaria
profesionalización, su carácter de marcador de tendencia y su dimensión global.
Todos lo reconocen en la intimidad: manda él. Y lo que queda. Esta semana, don
Emilio ha hablado. El oráculo financiero cántabro ha hablado. Y a uno, la
verdad, le ha gustado escuchar sus palabras. Sin duda, casi cualquier noticia
que no haya sido deprimente o repulsiva en esta semana ha movido a la
esperanza: pura relatividad.
A pesar del
agujero negro en curso, a pesar de que la banca no asume su función social, y a
pesar de que los beneficios -no pérdidas en ningún caso normal- de las
entidades financieras han caído severamente, el Santander ha consolidado su
posición de dominio en un mercado financiero donde la concentración y la
nacionalización de facto imperan. Aunque sus ganancias han caído casi un 60%,
si no consideramos las necesarias provisiones por insolvencias, el Grupo
Santander arroja unos resultados envidiables para la inmensa mayoría de los
bancos mundiales. Ha ganado cuota y 20.000 nuevos depositantes. Para los no
contables: el banco sortea sin problemas la crisis, y es además más prudente
incluso de lo que los reguladores le exigen. Y ahora, la buena noticia de
verdad: Emilio Botín data en finales de este año y principios del siguiente la
recuperación de Europa y, lo que es más importante, de la maltrecha España. Tiene
fe en que estamos recuperándonos. Considero la previsión de Botín más fiable
que el ahora sí y ahora no del FMI, o del ahora no y ahora tampoco de Alemania
y su prensa. La otra interpretación de este soplo de aire fresco del verdadero
patrono de Fernando Alonso es que se está comprometiendo a hacer fluir el
crédito. Si alguien sabe, es él; si alguien puede, es él
FUENTE MÁLAGA HOY
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