EL OLVIDO DE OLVIDO
Estamos curados
de espantos y decepciones, y sin embargo no deja de producirnos resquemor
comprobar la facilidad con que los seres humanos pasan de víctimas en una
situación a verdugos en otras o dilapidan con frivolidad el caudal de simpatía
y solidaridad del que se han hecho acreedores por un trance desdichado que le
han hecho vivir.
Escribo esto
a cuenta de la decisión de Olvido Hormigos de dimitir como concejal del
Ayuntamiento de Los Yébenes (Toledo). Hormigos es aquella edil socialista que
fue traicionada por un amante o ex amante despechado al que envió un vídeo de
contenido erótico protagonizado por ella misma. El vídeo estaba destinado a
quedar en la intimidad del destinatario, pero éste -un futbolista local- se
encargó de que lo conocieran los vecinos del pueblo y, después, gracias a las
omnipotentes redes sociales, todos los ciudadanos interesados o morbosos. Un
pelotazo.
La canallada
que le hicieron a Olvido Hormigos -que empezaría por tener que dar
explicaciones a su marido y a las familias a cuyos hijos daba clases como
maestra- fue tan grave y notoria que, ya digo, despertó una oleada de
solidaridad y compasión muy generalizada. Fue una agresión insoportable a su
derecho a la privacidad y al secreto de sus comunicaciones. Por entonces, al
final del verano pasado, quien más y quien menos le expresamos testimonios de
apoyo y comprensión. Le influyeron, seguramente, porque acabó por permanecer en
el cargo, con la cabeza alta y la dignidad de quien ha sido injustamente
expuesta a la picota.
Ahora sí que
ha dimitido de concejal y abandonado la política. Por desgracia no lo ha hecho
por la imposibilidad de aguantar su exposición a la opinión pública, sino todo
lo contrario: para rentabilizar el suceso desdichado que le aconteció. Hormigos
deja el Ayuntamiento de su pueblo para dedicarse a la televisión basura.
Participará en un reality de Telecinco, ¡Mira quién salta!, en el que tendrá
que saltar desde el trampolín a una piscina y superar otras pruebas de
semejante nivel intelectual en alegre competencia con el hermano de Jesulín de
Ubrique, la viuda de Pedro Carrasco, ex misses y ex participantes de Gran
Hermano y otros famosillos del género cutre.
Olvido ha
olvidado que un día la exhibieron al mundo contra su voluntad y va a demostrar
voluntariamente su exhibicionismo. Ya no es la víctima que fue.
FUENTE:
MÁLAGA HOY
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