EL DESPERTAR SOCIAL
Después de
leer este artículo http://elpais.com/elpais/2013/03/11/opinion/1363002547_693103.html,
no puedo por menos que constatar los
desesperadamente lento que va este despertar social. El problema de nuestros
informadores honestos, a parte de las trabas que le ponen sus medios, es qué se
van dando cuenta, pero tarde, de cuál es la situación. Y las revelaciones son
así, tenemos el problema delante de nuestras narices todos los días, pero solo un buen día se hace la luz, y lo vemos. Y como bien le ha
sido “revelado “a nuestra autora, nuestro problema no es que nos hayamos
endeudado por encima de nuestras posibilidades, etc., sino que tenemos una
plasta de chorizos en la cúpula del poder que nos agobian con tanto atraco y
despilfarro. Y eso efectivamente ahora indigna a la gente. Antes no, pero ahora
sí. Porque ahora es cuando estamos pasando mal. Un planteamiento bastante
demencial y poco previsor, porque los chorizos lo son siempre, tanto en épocas
de vacas gordas como en épocas de flacas. Y ese es otro problema de nuestra
sociedad, toleramos a los chorizos de
turno mientras nos vaya bien a cada uno.
La segunda
revelación sería descubrir que también
tenemos a otro nutrido grupo de
chorizos, gente empresarios, que normalmente no salen en las noticias pero que
participan en este atraco nacional en
estrecha colaboración con nuestros
políticos. Es el tándem, político-empresario
Os pongo un
ejemplo: Imaginemos que un padre de familia que administra nuestro dinero, con
malas artes se queda una cantidad de ese dinero, como un 0'1 % de nuestra producción (dato aproximado
respecto al PIB). Mientras todo va bien, no hay problema, incluso mucha gente ve normal que se aproveche de su
situación privilegiada para meter mano a la caja. Luego, nos damos cuenta,
'segunda revelación', que para obtener ese dinero, han tenido que hacer
concesiones a otros, empresarios, por obras etc. que han inflado sus facturas o se han hecho
obras, o trabajos innecesarios, o poco justificados, dando lugar a un
despilfarro generalizado. Si bien, esa actividad ha formado parte integral de
la economía donde todos nos hemos beneficiado, se han creado puestos de
trabajo, etc., sin embargo, esa carga añadida de corrupción, osea para que nos
puedan robar nuestros políticos un 0´1 por cien, nos ha supuesto un robo general
empresarios-políticos a nuestra economía de un 1% de nuestros PIB. Pero como todo trabajo
necesita de sus correspondientes financiaciones, hay que pasar por compincharse
con el sistema financiero, de modo que
ahora el tándem,
'político-empresario-sistema financiero', nos birla el 40 % de nuestro PIB (aumento de la deuda
pública sin crecimiento en los últimos tiempos).
Y este es el
punto clave del asunto, pues ese 40 % es el que está hundiendo nuestra
economía, no el 1'1 % del tándem político-empresario, esto aún seria
asumible por nuestra economía, pero no
el tándem 'político-empresario-sistema financiero'. Esto ya es demasiado, y por
tanto, es donde tienen que ver la 'luz de la revelación' nuestros divulgadores
periodísticos.
Ese padre de
familia, como todo padre, cuando va a defender nuestros intereses frente al
banquero, lucha y se resiste todo lo que
puede a las condiciones abusivas que nos pretende imponer, es decir, que aunque
no tenga más remedio que aceptar ciertas condiciones por la fuerza superior de los mercados
financieros, él planteará batalla y nos
defenderá todo lo que pueda, peleando cada clausula y debatiendo cada condición
abusiva. Pues eso no es así. Nuestro padre está perfectamente compinchado con
el banquero para hacernos creer que nos defiende, en realidad está colaborando
con el banquero para que éste nos pueda robar cómodamente, dejándonos de ese
modo en la más absoluta indefensión. Máxima indefensión es no tomar parte
activa porque creemos somos defendidos.
Nuestra
familia, aunque dolidos y cabreados con el sistema financiero, acepta las
cargas financieras de este tipo, son esas las reglas del juego, y por tanto
todos hacemos piña con nuestro padre, que “vemos” se ha dejado la piel en la
batalla. Esa es la percepción en que se encuentra nuestra sociedad y nuestros
periodistas y clase intelectual, pero si
descubriésemos, tuviésemos 'la revelación', de que nuestro padre es un empleado
del banquero, que nos hace creer que nos defiende, para generar de ese modo
nuestra máxima indefensión. ¿Cómo creéis que actuaría la sociedad? Esa es la 'tercera
revelación' social que nos queda todavía
por 'ver' para salir de esta situación.
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