EL DÍA DE LA MARMOTA. IVÁN GONZÁLEZ

PAREN EL MUNDO QUE ME BAJO

No soy economista (aunque para mi desgracia, conozco la prima de riesgo, la inflación y las apocalípticas agencias de calificación de la deuda). Tampoco soy historiador pero si una cosa te enseña la historia es que quien no aprende de sus errores está condenado a repetirlos, una y otra vez, una y otra vez….

Por esa misma razón y como ciudadano anónimo que soy, me asombra el enorme parecido que existe entre el crack de 1929 y la crisis financiera actual y eso que han pasado ¡80 años! No aprendemos. Estamos condenados a repetir los mismos errores.

En los años anteriores a la catástrofe de 1929, existió un optimismo sin precedentes. Se creyó que la economía de libre mercado sin trabas estatales sería el principio de una época infinita de prosperidad. Los precios subieron, porque las compañías animaban a la gente a comprar acciones a través de los medios de comunicación, teniendo en los Bancos a los mejores aliados. Estos facilitaban la compra a crédito de acciones sin ningún problema. Algunos expertos vaticinaron un futuro sombrío pero fueron silenciados por las propias autoridades. La especulación estaba justificada y los fondos de inversión tenían una rentabilidad infinita, al menos para aquellos que tenían información privilegiada. Algunos ganaron auténticas fortunas a costa de los pringados de siempre. ¿Os suena de algo? ¿Tan idiotas somos aunque creamos que somos la especie más evolucionada de la Tierra?

Hace cinco años, todo el mundo apostaba por el mercado inmobiliario, al menos aquí en España. Aquel que decía que la burbuja inmobiliaria acabaría estallando se le llamaba loco y estúpido. Cuando yo me compré el piso (hace años), el dueño, que era un gestor muy sabio, me dijo que los pisos nunca bajarían. Jejeje. La verdad es que se ha de ser imbécil….

En fin, como dice el refrán, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Supongo que cuando quiera observar a un ser inteligente, me fijaré en las cucarachas. Ellas formarán nidos sobre montañas de billetes cuando nosotros nos hayamos extinguido…