¿POR QUÉ MATAN A NUESTROS NIÑOS? MIKEL AYESTARAN


¿POR QUÉ MATAN A NUESTROS NIÑOS? 
Mehdi Naim tenía tres años. Desde el inicio de la 'ofensiva Pilar Defensivo' contra Gaza su familia, como la mayoría en la Franja, había optado por juntarse en una sola habitación de la casa, la que consideraba más segura. Allí se reunían más de veinte personas día y noche. Vivía en un séptimo piso frente al Gaza Mall, el primer gran centro comercial abierto en el centro de la capital, y cada día entre bombardeo y bombardeo esperaba el regreso de su padre, Magdy, jefe del Servicio de Dermatología del hospital Shifa, en el que trabaja desde hace 17 años.


El doctor Magdy llegó a las dos de la tarde a casa porque después de una semana de intenso trabajo quería comer por primera vez con los suyos; los rumores sobre un inminente alto el fuego cobraban fuerza y todos esperaban que entrara en vigor esa misma media noche, como al final ocurrió. De pronto dos misiles impactaron en un edificio próximo y comenzaron los gritos desde el salón. Magdy entró y pudo ver a uno de sus sobrinos herido con un pedazo de metralla en el pecho; sin perder un segundo voló escaleras abajo y lo llevó en su coche al hospital. Cuando estaban terminando de atenderle en la sala de urgencias, le llamaron para informarle de que uno de sus hijos esperaba en la sala de al lado. Abrió la puerta y lo que se encontró fue el cuerpo sin vida de Abdurrahman, el menor de sus cinco hijos. «No había nada que hacer, solo preparar el cuerpo para el entierro. Me gustaría encontrarme con la persona que lanzó los misiles para decirle que Israel no va a ser un lugar más seguro gracias a la muerte de estos pequeños ¿Por qué matan a nuestros niños?».

Magdy recibe a familiares y amigos en el velatorio público organizado en el bajo de su edificio. Su caso, como el de Jihad Misharawi, periodista de la BBC que perdió a su hijo en uno de los primeros bombardeos, ha llegado a la opinión pública mundial por ser uno de los últimos niños muertos antes del alto el fuego y por la forma en la que el doctor se encontró el cuerpo de su hijo, pero en Gaza los ataques de Israel mataron al menos a 26 niños y otros 400 resultaron heridos de gravedad, según los datos de Naciones Unidas. Al otro lado del muro catorce niños resultaron heridos. La Comisión para los Derechos de la Infancia del organismo internacional denuncia que el conflicto está teniendo un «impacto devastador» en los menores y que esta última escalada de violencia tendrá «efectos psicológicos duraderos» en los pequeños a ambos lados de la frontera.

«La peor parte es para los mayores de siete años porque es su segunda guerra y reviven el trauma de la anterior», opina la psicóloga Zahia Shahin, del Programa de Salud Mental de Gaza, quien destaca que a diferencia de 2008 (año de la 'operación Plomo Fundido') esta vez «hemos tenido electricidad y había televisión, con lo que los niños estaban junto a las familias 24 horas pegados a la tele para ver lo que pasaba». Las escuelas abrieron las puertas apenas 48 horas después del alto el fuego, pero «al comienzo se trata de hacer juegos, de ayudarles a superar el trauma, les damos papeles en blanco para que dibujen y saquen todo lo que llevan dentro», comenta el padre Jorge Hernández, de la escuela cristiana de la parroquia de la Sagrada Familia. Los niños «quieren permanecer en grupos, les cuesta empezar a jugar y con cada sonido grave se estremecen, hay que ir con mucho cuidado», confiesa este misionero argentino que también vivió la anterior guerra en Gaza.

Admiración hacia las milicias
«La programación de los medios locales hablando sin descanso sobre el éxito de los cohetes Fajr 5 ha tenido un efecto balsámico entre la población y también entre los niños. Por una vez se sienten fuertes y esto ha despertado un sentimiento de admiración hacia las milicias de la resistencia mayor de lo ya habitual», opina Zahia Shahin. Un sentimiento arraigado en las familias que cuentan con algún muerto en la lucha contra Israel, que «cada vez nace antes en los pequeños», según esta experta.
La ONU alerta también sobre las consecuencias entre los que hayan conseguido salir ilesos de los bombardeos porque «muchos de ellos, sobre todo en Gaza, han perdido a sus padres y a sus seres queridos, por lo que han quedado profundamente traumatizados». Naciones Unidas llama a las dos partes a cumplir sus obligaciones internacionales, recordando que «los bombardeos sobre áreas con una significativa presencia de niños es una grave violación de la Convención de Derechos del Niño y de su protocolo de desarrollo».

FUENTE: DIARIO SUR

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