¿VAMOS
HACIA UNA NUEVA EDAD MEDIA EMPRESARIAL?
“Perseguís a
la gente de quien dependéis, preparamos vuestras comidas, recogemos vuestras
basuras, conectamos vuestras llamadas, conducimos vuestras ambulancias y os
protegemos mientras dormís. . . Así que no te metas con nosotros”. -Brad Pitt
en El club de la lucha-
El final de la edad media se produjo realmente con
el nacimiento de las ciudades y el establecimiento de pequeños negocios que
podían vivir autónomamente sin depender de los señores feudales. Ese fue el
comienzo de la libertad social tal y como la conocemos. Quizá deberíamos decir
“conocíamos”. Desgraciadamente se están produciendo muchos eventos que parecen
apuntar a que estamos volviendo hacia atrás.
¿Cuál será el precio de no verlo a tiempo?
Todo parece indicar que en el panorama empresarial
van a quedar únicamente las grandes corporaciones: bancos y multinacionales,
que apesebran a los políticos con las migajas de sus cuentas de resultados,
para que hagan leyes a su medida, y éstos colaboran en destruir
sistemáticamente a toda pequeña empresa que se ponga por delante. Quieren
fabricar siervos mal pagados y, lo peor es que lo están consiguiendo.
Se están dando órdenes sistemáticas de endurecer las
inspecciones de todo género (algo que todo el mundo está viendo), se inventan
nuevas obligaciones legales (insostenibles para las pymes y autónomos), lo que
va a terminar por tumbar a las pocas que van quedando en pie, mientras que se
mira para otro lado respecto a las grandes empresas o se las cubre de ayudas.
► Los bancos se llevan ayudas de miles de millones.
Si quiebra Manolo el pescadero, ¡que se joda, no haber sido autónomo!
► Que quiebra una empresa de autopistas, hay dinero
para rescatarla. Que quiebra Paco, el del taller, ¡Que se joda! ¡No pensaría
que iba a sobrevivir en el siglo XXI!
► Que las televisiones autonómicas pierden miles de
millones con sus programas de lavado de cerebro y aborregamiento de la gente,
¡No hay problema! Que hay que bajar sueldos y pensiones… ¡Esos abuelos que
jueguen a las cartas en vez de ir por ahí a gastar! ;-(
Nuevos señores feudales
Es el mundo que están fabricando los grandes nuevos
señores feudales. Y no protestes que ya se hacen leyes para multar
millonariamente a la gente que proteste. Sometimiento tras sometimiento.
La edad media fue una época oscura donde cuatro,
vivían como reyes, y el resto miserablemente, mendigando la posibilidad de
ganarse un trozo de pan. Es a lo que vamos.
► Primero nos volvieron consumistas exacerbados,
como sociedad.
► Luego nos enseñaron a endeudarnos para mantenerlo,
► y ahora con nuestras deudas en sus manos, nos
aprietan la correa que nos convierte en siervos.
Es el viejo truco de dar droga gratis al principio
hasta que se genera el vicio, y luego a prostituirte o a robar para pagarla.
Y todavía hay presuntos “progres” que claman por
mayor endeudamiento, quizá haciendo el juego a quien les paga. Cuanta más deuda
tenga el país, más difícil será salir del pozo. La deuda no sólo no es la
solución, sino que es buena parte del problema.
Es imposible cambiarlo porque las leyes que ellos
dictan les protegen.
Todo lo que se legisla se hace a favor del grande, y
en esto no hay color político, porque todos obedecen a los mismos amos. Babean esperando
la oportunidad de tener poder para así disfrutar de los ingresos que
proporciona la corrupción. Se pelean por ocupar el puesto que les da la ocasión
de convertirse en corruptos.
¿A alguien le parece normal, por ejemplo, que un bar
tenga que pagar 30 € al mes a la SGAE por tener una televisión para que cuatro
parásitos se forren?
Estamos ingresando en el tiempo de las corporaciones
feudales. Si les sirves podrás mal comer.
Y ¿qué hacemos las pymes? Reírles las gracias.
Somos muchos y nos peleamos entre nosotros. Tenemos
mucha más fuerza, pero sólo si nos unimos. Ya se encargan ellos de desunirnos.
Su fuerza es nuestra desunión, que fomentan continuamente.
¿Por qué no nos unimos?
¿No creéis que tendrían infinitamente más fuerza
miles de tiendas de electrodomésticos de nuestro país unidas que “MEDIA MAL”? Y
dicen “yo no soy tonto”. Claro que no lo son, ¡los tontos somos nosotros! ¿Por
qué no nos unimos? Y no hablo de quemar coches, ni romper farolas, sino de
coordinarnos profesional y empresarialmente. Porque somos mediterráneos e
individualistas, “desconfío de mi vecino, pero le hago la pelota a la GRAN
empresona, a ver si me compra una gran distribuidora mi producción”.
“Entre todos matamos a nuestra sociedad, pero ella
sola se murió”, dirán algunos. Si no superamos nuestro individualismo y
aprendemos a unirnos para re-construir nuestro país, si no apartamos a los
políticos de la posibilidad de que sigan arruinando nuestra vida, todos seremos
culpables de dejarnos avasallar. Volveremos a ser vasallos de gente de la que
no conoceremos su cara, sólo la limosna que nos darán a cambio de nuestra vida.
Estamos ante un juego desigual e injusto donde unos
participan con las reglas y los árbitros a su favor y otros hacemos de esparrin
y de palmeros. No somos conscientes de que el partido ya está decidido y nos
empeñamos en jugarlo, porque los poderosos nos convencen que a cambio de una
propinilla es posible que ganemos.
En la edad media eran los nobles y la iglesia, ahora
las multinacionales, los bancos y la casta política. Los mismos perros con
distintos collares.
Creo que es una época donde tenemos que luchar más
quizá que en ninguna otra, porque en este juego nos va el futuro. Pero no en
las barricadas, sino con la capacidad que tenemos, con nuestras habilidades
profesionales, organizándonos de forma inteligente y racional, sin caer en las
trampas de los manipuladores. Con coraje, pero con sensatez.
Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa
Tenemos que aprender a ver en el resto de los pequeños,
a los aliados y superar la mirada miope del individualismo, que sólo conduce a
hacérselo más fácil. Dejar de pelear por cosas absurdas y pensar que son muchas
más las cosas que nos unen que las que nos separan. Los que pretenden
manipularnos insisten en que nos veamos como enemigos, como adversarios, como
competencia, ocultando tras esas cortinas de humo sus tejemanejes. No se puede
ser corrupto sin la colaboración y el silencio de mucha gente.
Hay que ser muy valiente para poder ser tan humilde,
que busques unirte a tus semejantes sin que tu primer objetivo sea el lucro a
corto plazo a costa de otro. La recompensa, curiosamente, es la prosperidad a
medio plazo.
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