NO MENTIR NO ES SUFICIENTE. MANUEL CASTILLO |

NO MENTIR NO ES SUFICIENTE
Estoy convencido de que hay políticos, muchos, honestos. Unos porque tuvieron oportunidad de no serlo y prefirieron dejar pasar el tren de la corruptela fácil; otros, porque ni siquiera tuvieron la oportunidad o no la buscaron. Y es cierto, por supuesto, que hay políticos, muchos también, corruptos, instalados en esa línea difusa de lo público y privado y de la caja única en la que meter la mano para enriquecerse o simplemente para vivir bien. Nos guste o no, la corrupción se ha inoculado en el sistema hasta infectar cada nervio y neurona, con el riesgo cada vez más evidente de transformarse en una metástasis terminal de resultados impredecibles para nuestro modelo de convivencia.


Y lo peor de todo es que la capacidad de sorpresa de los ciudadanos sigue sin agotarse porque, aunque parezca imposible, el descaro y el envilecimiento de algunos supera límites inimaginables y hace pensar que este país ha sido durante muchos años, no sabemos cuántos -es lo triste- un mercado de mangantes cobijados en el cargo público que se han llevado el dinero a espuertas en un ejercicio de prostitución política. La década de la abundancia, desde aquella triste frase de que España era el país del pelotazo, fue para muchos, visto lo visto para muchísimos, una orgía del cohecho, el robo y la prevaricación de la que no se salvó ninguna de las instituciones del Estado.

Pero hoy, cuando las evidencias y las sospechas hacen pensar que todo está podrido hasta la médula, es cuando se requiere más que nunca recuperar el sentido de Estado, la responsabilidad y la calma si no queremos que España quede a la deriva y a merced de la desconfianza, el descrédito y el bochorno. Pero para ello es preciso que los líderes políticos demuestren, si es así, que de verdad no están hasta el cuello de podredumbre. No hay por qué pensar que el presidente Rajoy mintió ayer, pero si dijo la verdad debería empezar por ser implacable con aquellos de su Gobierno y de su partido que han sido o son corruptos, mucho o poco, despejar con decisión cualquier duda y dar ejemplo caiga quien caiga, sean miembros de su equipo, sean sus amigos o sean lo que sean. De lo contrario empezaremos a pensar con razón que detrás de su palabra no queda más que el vacío y el engaño. Y será entonces cuando sólo le quedará marcharse.

FUENTE: DIARIO SUR

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