Preocupación
El título traduce el sentimiento que tengo en este momento. Simple y llana preocupación. Voy a explicar porqué. En los últimos meses, y no va más allá de tres o cuatro, he empezado a recibir diversas informaciones que afrontan la situación social en Europa, actual y hacia el futuro. Algunas conversaciones, correos electrónicos, artículos de opinión y noticias, además de videos plantean el problema del choque de civilizaciones.
De este choque de civilizaciones nos habló hace tiempo Samuel Huntington y, sin haber leído su libro de forma íntegra si conozco más o menos la intención principal del mismo. Este señor criticaba el libro de Fukuyama que abogaba por el fin de la historia (propio título del libro), tras la caída del muro de Berlín el mundo comunista cae y entramos en un momento de alegría capitalista, cultura que gobernará el mundo sin más problemas hacia el futuro. Con sólo leer esta idea cualquier historiador sabría que eso es imposible, lo difícil era encontrar razones en contra, una argumentación fuerte.
Huntington la encuentra, mantiene que el nuevo problema que surgirá en el mundo será el choque de civilizaciones. Ese mundo occidental maravilloso se enfrentará con el mundo musulmán del que, por cierto, se ha aprovechado desde hace mucho tiempo. Algo así como una rebelión de los que viven en el callejón de atrás y a los que nunca hemos dejado entrar en nuestro restaurante. No debemos olvidar que en esos países occidentales viven muchos musulmanes, chinos, etc.
Pues este es el tema que me esta asaltando desde hace unos meses. Esa "revolución" de las "otras" civilizaciones y en especial la musulmana. Desde diferentes fuentes me ha llegado esa información, por lo que no puedo decir que sea algo de un grupo cerrado de opinión. Es un problema real y no quiero llamarlo problema, pues dentro de mi no cabe eso de rechazar al otro, al diferente. Me han enseñado y he aprendido a aceptar al otro que, por ser persona, tiene derecho a vivir mejor cada día, a no pasar hambre, tener un trabajo digno, etc.
Pero surge en mi la preocupación y voy a intentar argumentarlo:
0. Tengamos en cuenta que, cuando hable de la población musulmana, me refiero de la que vive dentro del mundo occidental (Europa y Norteamérica).
1. Se defiende que la población musulmana tiene un ritmo de crecimiento mucho mayor que la occidental, eso parecen datos irrefutables. Al menos hasta que accedamos a cualquier padrón municipal o censo. Parece ser que los occidentales tendemos a disminuir en población y nuestros conciudadanos musulmanes aumentan exponencialmente. Se defiende que de esta forma países como Alemania serán musulmanes, simplemente por su número de población, en 2050. Sin necesidad de guerras, la población de cultura (no digo religión) cristiana será inferior.
Por mi cuenta quiero creer que cuando los recién llegados se adapten a Europa, adquirirán su cultura, y en ella su ritmo de natalidad.
2. En muchos círculos se defiende que la cult
ura democrática aparece en el mundo cristiano. Realmente es en el mundo griego y romano, pero su filosofía es adaptada al cristianismo y con él, la democracia. De esta forma, los musulmanes, mucho más autoritarios y teocráticos, con una posibilidad mucho menor, aparentemente y según vemos en la actualidad, de adquirir ideas democráticas, aceptarían y defenderían un mundo mucho más dictatorial y estrecho de ideas. Ante esto argumentar que, el mundo musulmán con ideas fundamentalistas, peligrosas para una civilización pacífica y abierta, es reducido, aproximadamente el 2% el total. Claro que hablamos de un total de 1.200 millones (lo que no deja de ser preocupante).
3. Tzvetan Todorov, Premio Príncipe de Asturias 2008,en al ámbito de las Ciencias Sociales, escribió hace poco tiempo el libro "El miedo a los bárbaros". En este libro enunció ciertas ideas que me preocupan por encima de las demás.
Resumiendo mucho el texto podemos decir que el miedo al "otro", al "enemigo", al "bárbaro" como se decía en el mundo romano (aquel que estaba fuera de las fronteras), provocaba en los "teóricamente" civilizados, una actuación similar a la que se recibe de fuera y, en ocasiones, incluso peor, pues actuamos incluso antes de que ocurra lo que estamos imaginando. Convertirnos en el enemigo puede hacernos aceptar cualquier medio para conseguir nuestro fin, sobrevivir.
Los resultados de todo lo dicho pueden ser desastrosos. Y no porque comenzara esa invasión, más o menos silenciosa, de la civilización musulmana sobre la occidental, que, si es cierta, podría traer lo suyo. El problema que veo es que, defendiendo a Huntington, se va a producir un verdadero choque de civilizaciones. Si miramos la historia y luego hacia delante, cuando cunda el pánico (que parece que algunos quieren hacer correr), empezaremos por enfrentamientos callejeros de unos grupos exaltados frente a otros. Estos sucesos y sus noticias empezarán a correr como la pólvora y eso cambiará el estado de opinión, la masa de población empezará a pensar con miedo.
Como en la Guerra de las Galaxias, el miedo lleva al lado oscuro y en las elecciones los partidos extremistas subirán como la espuma, mientras la población musulmana (teóricamente) sigue creciendo. Los conflictos siguen en aumento.
Las ideas religiosas cristianas también se desplazarán hacia el fundamentalismo a causa del temor, encontrando las respuestas en la, "aparente", pureza religiosa.
A partir de aquí no se o no quiero seguir. En mi punto de vista antropológico el hombre es bueno por naturaleza. Nuestro interés es simple, tener un trabajo con el que poder comer y alimentar a nuestra familia, viviendo en paz. Por vivir en paz entregaremos ciertos derechos hasta que el miedo nos haga actuar.
En conclusión, el mundo está cambiando y tras observar esta publicidad más, pues otros como yo también la están viendo. Puede ser que tenga parte de razón. Pero alguien intenta despertar el temor, propio de épocas de crisis. Con mi escasa formación como historiador, sí entiendo que desde el 11 de Septiembre de 2001 el mundo va a cambiar, que ese día es un hecho histórico que aparecerá en los libros de texto como un antes y un después, pero, ¿de qué? Esta última pregunta aún no la puedo responder. Pero sí sé que es un momento en el que somos objetivos para la manipulación, desde los medios de comunicación y otros medios de presión.
7 comentarios:
Las teorías de Fukuyama y Huntintong son un invento de Occidente. Te recomiendo la lectura del libro de Josep Fontana sobre la historiografía del siglo XX donde desmonta los principios que defienden Fukuyama y Huntintong.
Hola Anónimo,
Cuando se hacen afirmaciones como la suya, conviene profundizar un poco más en ellas. Dice que las teorías de estos dos señores son un invento de Occidente. Pues claro que lo son, ambos han nacido en lo que conocemos como "mundo occidental". Pero "Occidente" es un concepto tan amplio... ¿usted no se incluye en Occidente? ¿no vive en esa parte del mundo? ¿o acaso se considera al margen de Occidente? En cuanto al libro de Josep Fontana, convengo con usted en lo acertadísimo de su lectura, pero no en cuanto a que desmonte las teorías de Fukuyama y Huntington: simplemente aduce su opinión sobre estos autores, como lo hace en la mayor parte de dicho libro, titulado "Historia de los hombres" (Crítica, 2001). Para desmontar una teoría hace falta algo más que un libro de síntesis sobre historiografía tan amplio cronológicamente como el del profesor Fontana (por otra parte, una de las personas que más sabe de historiografía del mundo entero).
Continúa...
Por otro lado, las tesis de Fukuyama sobre el fin de la historia supusieron un torbellino en su momento, y no fueron publicadas en un libro, si no en un artículo (1989). Un poco más tarde el autor norteamericano (que no engañe el apellido) matizó en parte su escrito, y apareció el libro(1992)que usted cita.
Samuel Huntington publicó un artículo titulado "Clash of civilizations" (1993), que daba respuesta al de Fukuyama. Teniendo en cuenta que el autor se basa en conceptos ya superados, al menos para el que escribe, en la historiografía (como que la civilización es un todo que interacciona con otras civilizaciones en un continuo enfrentamiento, idea que toma de A. J. Toynbee), no debe prestársele excesiva atención, más allá de la puntual y contextual del momento en el que lo escribe. Es claro que Fontana reniega de Huntington, lo cual es lógico si consideramos que unos capítulos antes, en el citado libro, ha cañoneado sin piedad la historia de Toynbee.
Un saludo.
Gableleig.
Del libro de Fontana: "La caída del muro de Berlín dio lugar a reacciones de euforia por parte de quienes se sentían vencedores (de entrada se suponía que este sólo hecho bastaba para negar legitimación intelectual a cualquier planeamiento que tuviera relación con cualquier postura que diese apoyo a la idea de que era posible una transformación substancial de la sociedad). Los que se sentían vencedores con el hundimiento de los sistemas políticos del Este europeo quisieron difundir su triunfo como victoria final y definitiva del orden establecido contra la amenaza subversiva de la Revolución, como “el fin de la historia” de F. Fukuyama (la historia es direccional y progresiva, su motor son dos fuerzas básicas: la evolución de las Ciencias Naturales y la tecnología; esta evolución culmina en la democracia liberal y en la economía de mercado, que serían, por tanto, adquisiciones definitivas de la historia”).
Contra las predicciones de Fukuyama, los conflictos y enfrentamientos seguían presentes en un mundo donde no estaba claro que se hubiese acabado la historia. Ello condujo al trabajo de Huntington (la historia no se ha acabado, el mundo no se ha unificado, el choque entre civilizaciones dominará la política global), pero dentro también de los parámetros occidentales"
Creo como historiador que los planteamientos de Fukuyama y Huntington fallan por no corresponder a las realidades culturales. Ni el paraíso de Fukuyama ni los mitos civilizacionistas de Huntington satisfacen la inquietud de los historiadores, si la del mundo capitalista actual, en el sentido de legitimar las bondades del capitalismo.
Con esto no quiero decir que la civilización islámica sea un ejemplo para Occidente, pero tampoco lo es la sociedad occidental. Un abrazo y encantado de escuchar ideas interesantes como la suya.
El respeto hacia los demás debe ser el centro de nuestra reflexión. Pero ciertas ideas lejanas a la democracia y el respeto hacia la pluralidad son muy peligrosas.
¿De donde nacen las ideas democráticas?
Hola anónimo, y gracias por la pronta respuesta.
Creo que se malinterpretó mi primer comentario respecto a Fukuyama y Huntington: en ningún caso quería posicionarme junto a esa visión del mundo, si no rebatir el hecho de que Fontana "desmonte los principios que defienden" estos autores.
Me temo que no puedo coincidir con usted en unas aseveraciones tan generalistas como la de afirmar que "no pueden satisfacer a los historiadores". Habrá historiadores a los que sí satisfaga, sin por ello merecer el descatalogamiento como tales.
En cuanto a su última pregunta, la respuesta es muy compleja en sus respuestas afirmativas, pero más simple en las negativas: le aseguro que la democracia no viene de la sociedad islámica, ni del África negra, ni de ideologías extremistas de izquierda o de derecha. Ha nacido en una sociedad sucia, infame, cruel y repulsiva como la nuestra y (permítame en inciso) que tiene hoy día un serio problema de parasitismo con su clase política, pero jamás cambiaría esta sociedad por otras que, o bien han fracasado, o se niegan a incorporar a sus espléndidos legados culturales ciertos aspectos imprescindibles para el desarrollo democrático.
Reciba un cordial saludo,
Gableleig.
En ningún momento estoy exaltando a la otras formas políticas. Pero, eso no quita que la democracia actual tenga muchas limitaciones. Un saludo
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