CARTA PARA LA PROSPERIDAD. GABRIEL ROMERO PLANA
Querido Gabrielito:
En esta carta me gustaría comentarte lo que tus padres (nosotros), tus abuelos y todos los que han estado aquí antes que tú hemos hecho con este planeta. Por suerte, el ser humano cuenta con una racionalidad, que nos permita mejorar nuestras condiciones de vida. Hemos desarrollado una tremenda tecnología (aunque tú no te des cuenta, todo esto no estaba aquí cuando llegamos, lo hemos creado nosotros), gracias a la cual nos hemos ahorrado miles de horas de trabajo y hemos llegado a la vida que tú puedes disfrutar.
El problema es que, como personas que somos, nos equivocamos. Quizás gracias al enorme poder conseguido a partir de la tecnología que desarrollamos, nuestros errores nos han salido un poco caros. En algunos casos, ¡la hemos cagado pero bien! Probablemente, estos fallos los hemos cometido por avaricia. Supongo que ya te habrás dado cuenta de que el dinero es lo más importante en este mundo (pese a que espero que en ti no sea así; al menos eso hemos intentado evitar...). Por dinero hemos destruido bosques para edificar apartamentos de lujo, hemos matado animales "a palos" para conseguir sus pieles (pobres focas...), hemos emitido cantidades inmensas de CO2 para abaratar el precio del transporte: hemos destrozado un poco más nuestro planeta.
Sin embargo, no quiero que te suicides al ver cómo está esto ni nada por el estilo (si lo vas a hacer, deja de leer y llama al psiquiatra, las Páginas Amarrillas están en el mueble de la entrada). Lo que pretendo es que recapacites lo que haces y lo que puedes hacer, lo que haces y lo que deberías hacer.
Esa tecnología, tan maravillosa y a la vez tan malvada, nos ha ayudado a seguir vivos:
-Conseguimos encontrar vacunas para enfermedades hasta entonces sin cura (así que no te quejes por los pinchazos, sin ellos podrías estar muerto). Aún nos queda terreno por andar, hay muchas enfermedades sin solución, pero muchas de ellas las hemos erradicado. Espero que cuando leas esto, ni siquiera sepas lo que es el SIDA.
-Desarrollamos formas de curar enfermedades genéticas. Las células madres (esas de las que tus abuelos siempre se quejan porque pagamos 3.000€ para guardarlas y todavía no te han hecho falta) permiten sanar a niños que antes morirían.
-Parece que tenemos soluciones contra el hambre, como el desarrollo de transgénicos que multiplicarían la cantidad de alimento, pero nuestros magníficos gobiernos y las grandes empresas prefieren que sigan muriendo personas con tal de ganar más dinero. A lo mejor suena trágico, pero es así.
-Ahora mismo estamos buscando la forma de contaminar menos. El coche que tendrás es algo novedoso en este momento.
-Para ahorrar un poco, emitimos gases que hacen que el efecto invernadero aumente. Cuanto más aumenta, más calor hace; cuanto más calor hace, más ponemos el aire acondicionado; cuanto más ponemos el aire acondicionado, más aumenta el efecto invernadero. Así que si tienes el aire acondicionado puesto, quítalo y coge un abanico de tu madre, que así echas brazos.
Espero que esta carta te sirva para concienciarte un poco. Toda tu infancia hemos intentado inculcarte valores que nos parecen necesarios. Si no lo hemos conseguido, párate a pensar en lo que esta carta te dice e intenta cambiar tu forma de pensar.
En tus manos está tu vida, así que suerte. Tus padres que te quieren.
2 comentarios:
Enhorabuena por el artículo, pero en el final no estoy de acuerdo contigo. El final no lo comparto. "En tus mano está tu vida". Me parece a mi que las generaciones venideras podo podrán hacer.
Aunque el mundo les llegue en un mal estado, siempre es posible mejorarlo, por eso le animo a que trabaje duro por conseguir un mundo con unas condiciones óptimas, que es lo que yo intento hacer.
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