LA MUERTE DE FRAGA
La pena no es que se haya muerto. De todos modos, no es lógico alegrarse por la muerte de una persona, pero a veces cuesta evitarlo. Que le pregunten a aquellos que vieron morir a Franco o a Pinochet (ambos dulcemente en una cama, sin ser juzgados, siempre apoyados por el Imperio). Lo lógico en este caso es llorar, pero de la rabia, por que a este tío nadie le ha juzgado, y para muchos jóvenes sigue siendo un referente, un demócrata, uno que ''fue franquista, pero luego hizo buenas cosas en la transición''. Bueno, sólo espero que, si existe algo parecido al Cielo, se encuentre allí con Grimau, con los trabajadores de Vitoria y, en definitiva, con todos los demócratas del mundo (desde Azaña hasta Lenin pasando por Lorca), estos le den una buena tunda de mi parte. Adiós, señor Fraga, nos ha dejado usted como herencia un partido semi-franquista que nos hace seguir siendo los bichos raros de la cultura europea. Gracias.
1 comentario:
Tenemos que saber medirnos, no por la capacidad de odiar al contrario, sino por la capacidad de tolerarlo. Todos tenemos razones para odiar al bando contrario en este mundo que nos somete y esclaviza. Tanto en un bando como en otro hay gente que se muestra totalmente intransigente a ceder en favor del bando contrario, como los hay que que consideran esa posibilidad. Pregunto, esos que odias con tanta razón al bando contrario ¿harías algo por ceder en lo mas mínimo en favor del contrario?. En la derecha española, fascista, represiva, criminal, había gente que se media por su intransigencia a ceder en lo más mínimo en sus privilegios, y había gente que estuvo dispuesta a dar un paso en ese sentido. ¿En que grupo situamos a este hombre...., y en que grupo te sitúas tú?
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