ESCULTISMO: GRAN APOYO EDUCATIVO
Es indudable que de la educación del niño depende totalmente la preparación de las futuras generaciones. Esto es así y lo sabemos pero no siempre ponemos de nuestra parte, de un modo pleno, para llenar de experimentada savia los causes que concurren al desarrollo integral del infante.
Aparte de la enseñanza reglada que, con más o menos acierto existe, se puede contar con una serie de actividades que fomentan, refuerzan y complementan la educación de cualquier muchacho. Entre ellas se encuentra, como muy importante, el escultismo.
El escultismo es una organización que se extiende por gran parte del mundo siendo su objetivo la formación física, cívica y moral del niño. Su fundador, el británico Baden Powell, lo definió como un método educativo que tiende a la formación de ciudadanos activos, alegres y útiles. En 1.908 escribió una obra que tituló “Escultismo para muchachos” sirviendo como base para difundir su sistema por todos los países británicos y europeos.
Entre los años 1.910 a 1.912 se van estructurando en España grupos que practican el escultismo bajo la denominación de Exploradores que fueron reconocidos por el, entonces, Ministerio de Instrucción Pública en 1,914 pasando, en 1922, al nombre de Boy Scouts.
El escultismo se practica al aire libre con acampadas, excursiones y marchas, entre otras actividades que se llevan a cabo y preparan en regulares reuniones. Cubre, por tanto, un campo de acción colaborando con la familia y el colegio en la formación del carácter de los jóvenes potenciando, en todos los aspectos, el sentido de responsabilidad. Los temas del curso se realizan dentro de un programa progresivo dependiendo de la edad y aptitud de los que se inician en este movimiento.
La oficina mundial de escultismo se encuentra en Ginebra, encargándose de prestar una serie de servicios, publicaciones, estadísticas, investigación, atención a asociaciones etc. y, la mas mínima expresión, donde nacen los primeros frutos, son los denominados “grupos scouts” que se asientan a nivel local; en Málaga existen una docena de grupos con unos 1.800 asociados.
Los miembros veteranos, de modo altruista, se encargan de la formación del grupo. Cuando los muchachos han recibido suficiente grado de instrucción, dentro de la escala de progreso, se celebra un acto donde, ante sus compañeros, se comprometen a cumplir las leyes del escultismo que encierran comprobados artículos y, en todo momento se fomenta la ayuda “siempre listo” para cualquier actuación animando a sus asociados a “dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo encontraron”.
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